Cardiff, de fortaleza romana a ciudad rebelde

Qué comer: La cocina de Gales está marcada por el carácter marinero, con los berberechos (laver) como protagonistas, y por tradiciones históricas como el famoso estofado de cordero y verduras denominado Cawl. Ofrece una gastronomía sabrosa y rica, en la que el desayuno está considerada una comida principal. En los restaurantes de Cardiff hay que probar también estos platos típicos: el shepherd's pie, un tipo de pastel de carne de cordero hecho con puré de patatas; el crempog, una especie de panqueque de mantequilla; o los faggots, unas albóndigas de hígado de cordero o cerdo. También son muy famosas las salchichas glamorgan, que son vegetarianas, y que se hicieron populares cuando escaseaba la carne en la Segunda Guerra Mundial. Para el postre hay que hacer hueco a los pasteles galeses o el clásico pan con frutos secos bara brith, que pueden acompañar a un buen whisky de malta.

Dónde comer: La gastronomía también cuenta con esa rebeldía y son varias las experiencias sorprendentes que proponen restaurantes como The Potted Pig, ubicado en una antigua caja fuerte de un banco, o The Clink, que, localizado en la cárcel de Cardiff y atendido por los presos que trabajan para alcanzar una cualificación en el sector hostelero, está considerada una de las mejores propuestas gastronómicas de la ciudad en destacados buscadores. Wally's Delicatessen es otro local singular que hace gala de su historia. Pero atendiendo a su fama de ciudad en la que se disfruta del ocio nocturno y como capital del rugby hay que pasar por The Old Arcade, reconocido como el mejor lugar en Cardiff para ver un partido de este deporte. Singulares también son Y Mochyn Du, conocido como uno de los mejores pubs, o Urban Tap House, el primer bar de cervezas artesanales y sidras de Gales. Y por su carisma y fama por sus cócteles no te puedes perder The Bootlegger.

¿Qué no te puedes perder?: Cardiff es una ciudad situada en la costa sur de Gales, donde el río Taff se encuentra con el estuario del Severn. Es una capital que luce su historia y la combina con la modernidad. Se respira un ambiente jovial, alegre y vibrante, con aire bohemio. Es fácil de conocer en un par de días, pero también es una oportunidad para descubrir Bristol, apenas a una media hora en autobús, y Swansea, a unos 50 minutos, disfrutando de los paisajes galeses y de su costa. El Castillo y su barrio son el gran atractivo de Cardiff, una ciudad con profunda huella medieval. Esta fortificación fue fundada por los normandos en 1091 sobre el asentamiento de un antiguo fortín romano que dio origen a la capital galesa. Y junto a este reclamo que narra la historia de esta urbe, hay que visitar, en la revitalizada bahía de Cardiff, el Centro del Milenio de Gales, sede de las compañías de danza, teatro, orquesta y ópera del país. Y también hay que descubrir el edificio Senedd, emblema de modernidad y obra del arquitecto Richard Rogers, que alberga la Asamblea Nacional de Gales. Como uno de los grandes centros culturales de Reino Unido es imprescindible recorrer el Museo Nacional de Cardiff, fundado en 1905, y situado en el conjunto de edificios eduardianos que configuran el complejo cívico de Cathays Park, cuya construcción comenzó en 1912 pero debido a la Primera Guerra Mundial no se inauguró hasta 1927. El museo, en un edificio neoclásico, reúne colecciones de arqueología, botánica, bellas artes y artes aplicadas, geología y zoología. En esta capital coqueta hay un lugar para hacer un alto en el camino. Es el Welsh National War Memorial, un monumento en recuerdo de los caídos en las guerras mundiales, ubicados en unos jardines próximos a la Universidad de Cardiff, fundada en 1883 y una de las más prestigiosas de Reino Unido y de Europa en investigación. El campus ha sido escenario de célebres series como Sherlock Holmes o Dr. Who. Tampoco debes dejar de inmortalizar una visita al conocido como pequeño Big Ben, un edificio histórico de 1897 de color rojo que te recibe al llegar a la bahía de Cardiff, otro lugar que te cautivará.

Compras: La capital de Gales mezcla sus 2.000 años de historia y su tradición comercial con la modernidad. Paseando por la ciudad se puedan descubrir antiguas galerías comerciales victorianas en el principal centro del comercio de la capital galesa, que es el barrio del Castillo, junto con negocios en edificios de vanguardia. Royal Arcade es la galería más antigua de Cardiff, construida en el año 1858, que con un aire bohemio se convierte en el paraíso de los amantes de las antigüedades y artículos vintages. Por contra, la Bahía de Cardiff es otra zona clave del comercio, así como un lugar de encuentro para vivir la noche.

Cardiff ofrece una oportunidad para plantear una ruta de castillos por Gales en la que los pequeños descubrirán una parte importante de la historia de estas fortificaciones. Además, se pueden planificar excursiones en barco por la bahía o hacer una visita por la ruta de la conocida serie del Doctor Who. Además de poder disfrutar de un partido de rugby en el Millennium Stadium, el estadio nacional de Gales, que llena sus 70.000 asientos en estos eventos. En Cardiff este deporte se vive con más que pasión y se convierte en todo un espectáculo que da vida a la capital galesa.

La capital de Gales es una ciudad pequeña, de algo más de 350.000 habitantes, que tiene la mayoría de sus reclamos turísticos en el centro. Ambas cosas permiten al viajero disfrutarla moviéndose a pie, incluso para la imprescindible visita a la Bahía, que se encuentra como a un kilómetro de distancia y a la que se puede llegar en un agradable paseo de una media hora. La bicicleta es otro recurso, aunque tiene que coincidir con días en los que no llueva, lo que no es fácil. Pero para desplazarse con más rapidez, la capital galesa cuenta con una red de autobuses metropolitanos, que circulan desde las 5.00 de la mañana hasta las 23.30 de la noche.