Secciones
Servicios
Destacamos
Budapest es de esos destinos que sorprenden al viajero y del que siempre recuerdas que superó con creces las expectativas marcadas. Es una ciudad imperial, una pequeña joya entre las capitales europeas que no te puedes perder. Desde la Costa del Sol es fácil realizar ... una escapada al ser uno de los 151 destinos del mundo con conexión aérea directa desde el aeropuerto malagueño. De ahí que encaje en la lista de la Escapada Aérea que cada semana propone SUR a ciudades con vuelos sin escala desde Málaga. Además, septiembre es uno de los mejores meses para disfrutar de una ciudad en la que te cautiva el centenar de manantiales y pozos termales en los que disfrutar de unos relajantes baños, entre otros atractivos. En las visitas a sus principales reclamos es fácil constatar que Budapest, centro económico, cultural y turístico de Hungría, se encuentra en un momento de esplendor. Además, los amantes del buen comer tienen en esta capital otro de sus templos: hasta siete restaurantes lucen el sello de haber entrado en la galaxia de establecimientos con estrella Michelin.
Aerolíneas que vuelan a Budapest desde Málaga
Compañía aérea Ryanair y Wizzair vuelan a la capital húngara cada martes, jueves y sábados.
Duración del vuelo Tres horas y veinte minutos.
¿A qué precios? Aunque las tarifas de vuelos cambian de forma constante, en una búsqueda reciente es posible hacer una escapada de tres días a Budapest en vuelo directo desde el aeropuerto de Málaga por un importe de 130 euros, ida y vuelta, saliendo de la Costa del Sol el próximo día 28 y volviendo el 30 de septiembre.
Para ir del aeropuerto a la ciudad. El aeropuerto de Budapest Ferenc Liszt puede parecer pequeño para ser el de una capital europea, pero es muy funcional. Está situado a unos veinte kilómetros al sudeste de la ciudad y muy bien comunicado con transporte público con el centro de la misma. Hay dos líneas de autobús, el 100E y el 200E, que realizan el trayecto. El primero de ellos tarda unos 40 minutos en dejarte en el corazón de esta urbe por tres euros. El billete Airport Shuttle Ticket se compra en alguno de los quioscos de la compañía de transporte pública BKK o en las máquinas de auto venta. La frecuencia de este autobús es de 20 minutos desde las cinco de la mañana hasta la 1.30 horas. La línea 200E es aún más barata. Apenas un euro o menos si se adquiere un bono de diez viajes por siete euros que luego te sirve para moverte por la ciudad. Ambas conectan con los nudos principales de metro. También hay una alternativa de minibús que te deja en la puerta del hotel por seis euros, pero hay que esperar a que se llene.
Noticia Relacionada
Qué comer: El plato más típico de es el Gulash, un guiso o sopa espesa con ternera y verduras de los que hace que el cuerpo entre pronto en calor. Si sólo quieres un tentempié la opción clásica en este país son los langos, un pan frito que se toma caliente y que por encima se le añaden ingredientes al gusto al estilo de las pizzas. Es típico comprarlos en los puestos de la calle. Tampoco debes dejar de probar el csirkepaprikás, un pollo guisado con verduras, pimentón y nata ácida. Para el postre, hay que degustar los kürtóskalács, es un dulce propio de la Navidad que se comercializa todo el año.
Dónde comer: Lo más importante a la hora de salir a comer es tener en cuenta que el horario del almuerzo es de doce a dos de la tarde y que habrá restaurantes en los que a las 14.30 tengan la cocina cerrada. Igual ocurre con la cena, que no se sirve más allá de las nueve de la noche. En Budapest la gastronomía es un elemento muy valorado. En la capital puedes encontrar desde siete establecimientos con estrella Michelin hasta puestos callejeros de los que recordarás haber comido el mejor perrito caliente o haber disfrutado al máximo con los langos, siendo, por ejemplo, el mercado central uno de los lugares propio para ello. Como restaurantes clásicos y con buena relación calidad y precio están Frici Papa, el Dobrumba, donde se debe reservar porque siempre está lleno, o el Hungarikum Bisztro, con un buen menú de platos tradicionales húngaros. Para tomar una copita, el barrio judío es el sitio. Allí los viejos locales han sido reconvertidos en pubs bautizados como bares de jardín.
¿Qué no te puedes perder?: Budapest es un ciudad para cosechar cada día suficientes kilómetros a pie como para bajar la consistencia de sus platos. Podrás descubrir en esas largas caminatas desde la sinagoga más grande de Europa, la Casa de la Música o el Museo Etnográfico de Budapest, o el Teatro Nacional de la Ópera. Sin olvidar que son visitas esenciales el Parlamento de Budapest, construido junto al Danubio entre 1884 y 1902 y considerada la obra más grande de su época; la Basílica de San Esteban, con posibilidad de inmortalizar una inmejorables vistas panorámicas de la ciudad subiendo a la cúpula en ascensores o a pie si se logran superar los 364 escalones; o el Bastión de los Pescadores. Otro de los reclamos de esta capital, muy cuidada y de calles muy limpias, es Memento Park, un parque que reúne los iconos de la historia del comunismo relatada a través de las estatuas que se concentran en el mismo. Tampoco puedes dejar de pasear por el recién abierto a los peatones Puente de las Cadenas, el más antiguo de los puentes que unen las dos ciudades Buda y Pest. Relajarse en baños termales como Rudas, con su cúpula de diez metros de diámetro, sostenida por ocho pilares, es todo un reclamo. Este balneario está en funcionamiento desde la conquista turca de Hungría en el siglo XVI.
Budapest es uno de esos destinos con una larga lista de planes para hacer con los más pequeños de la casa. Sólo pasar de Buda a Pest ya es un atractivo divertido al que se le puede sumar recorrer el Laberinto del Castillo de Buda, formado por cuevas, sótanos, celdas, manantiales. Una visita al Parque Városliget es otro de los indispensables si viajas en familia. Dentro del recinto está el gran circo de Budapest, el Balneario Széchenyi, el más grande de Europa y popular de la ciudad con quince piscinas de las que tres exteriores son las más famosas, y el Castillo Vajdahunyad, un pequeño parque de atracciones. Un paseo por el Danubio es otra de las propuestas o la de un viaje en el tren de los niños, que parte de la estación de Szechenyi-hegy y recorre once kilómetros por las colinas de Budapest, atravesando los bosques del Parque Nacional del Danubio-Ipoly. Los aficionados al fútbol pueden visitar también el Puskas Arena.
La capital húngara cuenta con una extensa red de autobuses con 260 rutas, que se paga con un billete o un abono que se adquieren en quioscos, estancos o en la estación. Si bien la opción más rápida es la del metro, en el que no hay tornos por lo que el billete sencillo se valida en las máquinas naranjas. Tiene una duración de 80 minutos, que se elevan a 120 minutos por las noches. También hay un abono de todos los transportes de la ciudad para siete días por poco más de 15 euros, aunque también se puede comprar para uno o tres días.
Buen viaje.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.