Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo llevan sin hablarse desde junio y el contacto, como desveló hace un par de semanas el líder del PP, ... se limitó al pésame trasladado por éste al presidente por el fallecimiento de su suegro. Ambos mantienen un enconado enfrentamiento que impide cualquier pacto de Estado en política internacional, pero que, sin embargo, no les ha impedido sumarse en las últimas horas al coro de voces que en Europa han arropado al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, después de verse abroncado este viernes en el Despacho Oval de la Casa Blanca por Donald Trump y su vicepresidente, J. D. Vance.
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La defensa de la integridad territorial de Ucrania y de un acuerdo de paz «justo» suscita en socialistas y populares un punto de coincidencia que, sin embargo, desde ambos partidos se empeñan en diferenciar. Tras el apoyo expresado los dos principales dirigentes españoles al mandatario ucraniano en redes sociales, Feijóo mantuvo este sábado una «buena conversación» con el embajador de Ucrania en España, Serhii Pohoreltsev, al que trasladó la posición de su formación. «Ucrania merece respeto, ayuda y una paz duradera. Europa y Ucrania hemos de seguir trabajando con nuestro aliado EE UU y encontrar la salida a esta guerra que sufre el pueblo ucraniano», explicó el líder del PP, quien no quiso cerrar la puerta a un entendimiento con la Administración estadounidense.
El portavoz parlamentario de su partido, Miguel Tellado, sin embargo, fue un paso más allá y lanzó un dardo a Sánchez defendiendo la necesidad de «un Gobierno fuerte» en España también por el «delicado» contexto internacional. «Se necesita mucha diplomacia e inteligencia, pero el PP siempre estará con la causa de Ucrania. La causa no puede ser justa si el que causó la agresión sale ganando», reiteró el mensaje central del PP. En esa línea, los populares ya han pedido la comparecencia del presidente en el Congreso para que desgrane la hoja de ruta del Gobierno. Pero la línea telefónica entre Sánchez y Feijóo sigue en 'stand by'.
En este disenso más partidista que programático, el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, quiso remarcar que «la defensa de Europa hoy pasa más que nunca por el PSOE». El dirigente socialista intentó meter en el mismo saco a PP y Vox y distinguirse de ambos. «En medio de la embestida de aquellos que motosierra en mano pretenden un cambio de época sin precedentes, los socialistas españoles somos la resistencia. Resistencia democrática. Un modelo de éxito en el que se miran los progresistas de todo el mundo», insistió durante un acto de su formación en Murcia.
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En la izquierda, la distancia se está agrandando entre los distintos sectores. La secretaria general de los morados, Ione Belarra, se desmarcó este sábado de la corriente mayoritaria de respaldo a Zelenski con un mensaje en X en el que no lo citó y subrayó que «Rusia quería tierras y EE UU gas, petróleo y minerales». A su juicio, la bronca en la Casa Blanca evidencia de qué iba la guerra». «La gente, la democracia, la libertad les importa una mierda (...). Es la hora de la gente decente», remató.
«Me horroriza la gente que se dice de izquierdas y que aplaude los movimientos de EEUU-Rusia», entró al debate público el exministro de Podemos Alberto Garzón, quien condenó de nuevo la invasión de Ucrania. Sumar, por su parte, tildó en un comunicado de «intento de humillación» el trato dispensado por Trump a Zelenski, al tiempo que llamó a Europa a «reaccionar y construir su independencia», evitando subordinar su seguridad a una Casa Blanca «inestable y peligrosa».
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