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María Albarral
Istán
Jueves, 4 de abril 2024, 00:16
Vuelve a brotar el agua en Istán. En las entrañas de la Sierra Blanca se encuentra el nacimiento de río Molinos que llevaba meses seco y tras las lluvias que ha dejado la Semana Santa vuelve a 'renacer' para abastecer de este recurso preciado a ... la población de Ia Costa del Sol con su aportación al pantano.
«Hacía mucho tiempo que no veíamos el agua brotar y estamos muy contentos porque, además de la falta que nos hace que llueva, este nacimiento es un auténtico espectáculo verlo», apunta a SUR el alcalde de Istán, José Miguel Marín quien aconseja la visita al pueblo especialmente en estos momentos donde el color verde predomina en la naturaleza. «Tenemos como aliciente un columpio y un banco gigante en una zona increíble desde donde se ve el crecimiento que está teniendo el embalse en su volumen porque está en la cola del pantano. En estos momentos son las mejores vistas que podemos tener después de la intranquilidad a la que nos ha tenido sometidos la sequía», asegura el regidor.
El municipio tiene una cultura del agua muy arraigada y como su propio nombre indica era el 'portillo de las aguas'. La historiadora Lina Urbaneja ha destacado a este periódico que «este es un pueblo que por todas partes tiene fuentes y arroyos además de unas acequias ejemplares que hemos heredado de la época musulmana». En este sentido, señala que «están muy bien distribuidas por todas las laderas que van desde arriba del pueblo hasta los valles del río Molino» que adquiere esa denominación «precisamente porque ha llegado a haber hasta 18 molinos harineros».
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Así pues, río Molinos cuenta con dos nacimientos (el alto y el bajo) y no ha sido hasta esta Semana Santa que uno de ellos ha vuelto a renacer llenando de satisfacción, no solo al pueblo, sino a todo el litoral occidental. El embalse de La Concepción que abastece a la Costa del Sol supera los 34 hectómetros cúbicos (hm3) lo que da un alivio a todos los vecinos porque esos números podrían llegar, según algunos expertos, a los 45 hm3 tras las escorrentías.
«El acuífero de Sierra Blanca ha estado dando de beber agua a toda la población de Marbella y sus alrededores junto a otros arroyos que abastecen al pantano y debemos cuidarlo y preservarlo y eso implica, entre otras cuestiones, moderar la expansión urbanística que está afectado al entorno natural», apunta a SUR Javier Martos, portavoz de Ecologistas en Acción Marbella Malaka quien ha añadido que «el hecho que haya llovido no nos tiene que hacer olvidar que tenemos que seguir siendo responsables con el consumo de agua y reducirlo».
Prudencia y responsabilidad
La empresa pública de aguas de la Costa del Sol Occidental, Acosol, destaca dos palabras fundamentales tras las lluvias: prudencia y precaución. Su consejera delegada, Matilde Mancha, ha querido explicar que este aporte de caudal al embalse ha sido «muy positivo» en cuanto a la necesidad que mantienen los 11 municipios pertenecientes a esta comarca. «Era agua muy esperada y por tanto esta noticia nos llena de esperanza y optimismo, pero debemos ser muy prudentes y todavía no hemos superado la media en este mismo mes de marzo que está por encima de los 50 hm³. Situarnos en 34 hm³ nos pone en una situación mejor que la anterior pero no evita las medidas planteadas», asegura.
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