Víctor Gómez, con una marcha más

En un Málaga, el actual, que se apoya en la fórmula de las cesiones para reforzar su plantilla, la contratación de Víctor Gómez por una temporada procedente del Espanyol es el ejemplo a seguir en cada mercado de fichajes cuando se tiene claro que el objetivo es obtener rendimiento inmediato sin importar rentas en el futuro. Se lo planteó así el club blanquiazul el pasado verano y por eso accedió a un acuerdo de préstamo simple, sin ninguna opción de compra preferente estipulada en el contrato. No había otra forma por la tasación del jugador y ahora eso está quedando refrendado.

Pudo evitar pagar una prima de cesión, algo que sí se tuvo que aceptar en las oficinas de Martiricos para el fichaje de Sekou, cedido por el Valladolid. Aunque el de Víctor Gómez no deja de ser un caso aislado. No se encuentran muchas opciones como las del joven barcelonés de 21 años. Hasta el propio jugador se sorprendió cuando desde el conjunto 'perico' le comunicaron la intención de volver a cederle después de ser uno de los mejores laterales derechos de Segunda División con el Mirandés en la campaña 20-21 (jugó 38 partidos, 36 de ellos como titular y manteniendo el nivel), precisamente de la mano del que ahora sigue siendo su técnico en el Málaga, José Alberto López.

Este fue uno de los puntos fuertes en la decisión del jugador por decidirse en recalar en La Rosaleda a pesar de tener una ristra de equipos de Segunda detrás suya. Víctor Gómez y su entorno no vieron nada mejor que Málaga para dar el salto definitivo a la élite, a las máximas categorías. Y así está calculado para la próxima temporada, donde se espera que pase a formar parte de la plantilla del Espanyol, donde tiene contrato hasta 2025. También porque el club catalán no podría volver a darle salida como cedido una vez más -ya sería la tercera- porque el reglamento actual, modificado recientemente en este punto, no lo permite.

«Estoy en el sitio donde decidí y donde quise estar. Estoy teniendo buenos partidos, pero siempre hay que estar alerta y preparado para posibles malas rachas. Espero que tanto la afición como los compañeros estemos en condiciones para afrontarlas cuando lleguen. Con respecto al Espanyol, mi llegada aquí fue una cesión pactada entre ellos y yo. Están pendientes, pero estoy centrado en mi equipo, que es el Málaga durante toda la temporada», reflexionó de forma tajante recientemente Víctor Gómez, en su última comparecencia de prensa después de la victoria ante el Lugo, una etapa que coincidió con su vuelta a la competición con el Málaga tras haber estado con la selección española sub-21 en dos partidos de clasificación para el próximo europeo.

Todo un reconocimiento a su buen rendimiento, que también ha sido valorado por la organización Fútbol Draft al incluirlo en su once de oro de las jóvenes promesas españolas del momento. Un diamante en bruto del que se está nutriendo ahora el Málaga, que mientras siga todo igual que hasta el momento puede estar muy tranquilo con la posición del carril diestro, tanto en defensa como en ataque, donde Víctor Gómez aporta sustancialmente con asistencias y ocasiones claras de gol. Para muestra, un dato: lo ha dado jugado siempre que ha estado disponible. En total, diez partidos de forma completa que suman 900 minutos. Pero además de eso, lo que destaca de Víctor Gómez es la confianza y superioridad que demuestra.

Se le reconoce a primera vista cuando interviene en el juego y le da salida de forma satisfactoria a la mayoría de las jugadas a las que se enfrenta tanto en defensa como en ataque. El contraste con otros jugadores con los que comparte terreno de juego, compañeros y rivales, deja ver que se encuentra, por lo menos en estos momentos, en un nivel por encima del resto en cuanto a velocidad de movimientos como a calidad con el balón y en la toma de decisiones. Una evolución que miran con gran satisfacción desde el Espanyol, donde también le esperan para curso que viene. Lo que está sobre el papel, el contrato de cesión, no contempla ninguna manera para que el equipo catalán lo repesque durante la actual campaña, aunque siempre hay posibilidad dentro de una negociación y en situaciones extremas.

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