Rival del Málaga: el Gimnástic, un proyecto humilde con gente de la casa

Para vencer (no le vale ya el empate como en la ronda anterior), el Málaga tendrá que doblegar a la mejor defensa del curso en toda la Primera RFEF. El Gimnástic sólo encajó 24 goles en los 38 encuentros de Liga. Aunque en este sentido es un equipo muy parecido al Málaga, que también ha basado su éxito en una férrea defensa, recibiendo sólo 25 tantos en el torneo regular. También los dos lograron sumar 70 puntos en su casillero. De modo que si se tratase de un partido de Liga todas las apuestas irían encaminadas a un empate sin goles. Sin embargo, los encuentros de 'play off' son muy diferentes y los equipos se exponen mucho más.

Si el Málaga eliminó al Celta de Vigo B con un resultado global de 4-3, el Gimnástic hizo lo propio contra el Ceuta también por 4-3. Lo que refrenda que son dos conjuntos muy parecidos. Dos gemelos por un objetivo común que sólo se puede quedar uno. Ambos son dos equipos sólidos en defensa, pero que han tenido problemas en el ataque. Sobre todo el Gimnástic, que sólo consiguió hacer 40 goles en 38 partidos (el peor registro es de la Ponferradina, con 38), una media inferior a los 51 tantos del Málaga.

Pero en contra de estos datos, ha llegado el 'play off' y su producción ofensiva se ha disparado. Si en el Málaga sigue en plena forma su máximo goleador, Roberto, con tres tantos ante el Celta B, en el Gimnástic de Tarragona se ha destapado el canario Alan Godoy, con dos goles frente al Ceuta. El cedido por el Alavés, que sólo marcó tres goles en la fase regular, está con la flecha hacia arriba y será una de las principales amenazas.

Aunque hay mucho más que destacar del Gimnástic de Tarragona que Alan Godoy. Se trata de un equipo bien armado, sin un juego excesivamente vistoso, pero con un 4-4-2 en el que los laterales tienen recorrido en ataque, hay profundidad de los extremos y tiene a dos puntas como referencias en el área contraria. De ahí el Málaga pueda plantearse cambiar el sistema de juego.

Sin tener un goleador destacado, Pablo Fernández y Jaume Jardí (con una trayectoria polémica, al pasar del juvenil del Barcelona al Castilla) son sus máximos artilleros con siete goles cada uno. Luego, su portero, Alberto Varo, es el segundo guardameta que mejor coeficiente de imbatibilidad tiene: 19 porteías a cero de 34 partidos (un 55,9%). El primero es Manu García, ex del Gimnástic y ahora en el Murcia (60%) y el tercero es el malaguista Alfonso (con un 47% al lograr 18 porterías a cero en 38 partidos). Alfonso comparte estos datos con el exmalaguista Andrés Prieto, ahora en la Ponferradina.

El equipo está dirigido con acierto por un técnico muy joven, Daniel Vidal, de 31 años. Que por cierto no se sentará en el banquillo de La Rosaleda al haber sido expulsado ante el Ceuta. Es el cuarto más joven de las tres primeras categorías nacionales, por detrás solamente de Jesús Arribas, con 27 años (Majadahonda), Ferrán Costa (29 años, Andorra) y Javier Medina, del Antequera (30 años). De Tarragona y del Gimnástic desde pequeño, fue canterano y técnico del club (de las categorías inferiores y como segundo del primer equipo) hasta que en marzo de 2023 le dieron las riendas.

Sobre su estilo de juego, le gustan los ataques rápidos y un equipo intenso y agresivo desde el primer minuto. Aunque su equipo actúa con un 4-4-2, no se siente esclavo de los sistemas, sino más de una identidad de juego, y otra de sus obsesiones es que su equipo domine las áreas. «Quiero un equipo trabajador, sólido, solidario, vertical. Si tienes un equipo ordenado, sacrificado y con capacidad de repetir esfuerzos a altas intensidades, serás un equipo muy difícil de ganar, te conviertes en un equipo pesado. El objetivo es marcar goles y si puedo hacerlo con tres pases no voy a dar cinco», ha llegado a explicar.

A nivel institucional, el Gimnástic de Tarragona es un club histórico, uno de los más importantes de Cataluña. En el siglo XXI ha estado un total de doce temporadas en Segunda Divisiín y una en Primera (temporada 2006-07). Su última vez en el fútbol profesional fue en la campaña 18-19 y no ha logrado retornar cinco años después. La presente es la segunda promoción para volver a Segunda que juega desde el descenso de la división de plata (la última fue en la 21-22, cuando fue eliminado por el Villarreal B), así que la ilusión es máxima.

Su proyecto es humilde, pero ambicioso. El presidente es Josep Maria Andreu, pero años atrás ingresó en el consejo de administración un inversor extranjero, el sueco Fredrik Wester, directivo de Paradox Interactive, una empresa líder en el sector de los videojuegos. Actualmente tiene el 20% de las acciones y entre inversión y créditos ya ha puesto en el club cerca de ocho millones de euros. Aún así el Gimnástic no es uno de los mayores presupuestos de la tercera categoría y su éxito se basa en la rentabilidad de los recursos.

En este sentido destacan los encargados de la dirección deportiva. Estos son Sergi Pagés, ex director deportivo del Reus, Javier Sanz, con reputada experiencia en Real Madrid, Granada o Levante entre otros. De ellos fue la idea de tarragonizar el equipo, con nombres como Varo, Parra, Pol Domingo, Oriol, Montalvo, Oscar Sanz, Marc Álvarez o Jaume Jardí. Y de momento es una fórmula que le está dando resultados y que le ha reconectado con su afición.