Aficionados, durante la bronca a los jugadores tras la derrota ante el Burgos. mariano pozo

La afición del Málaga dicta sentencia: urge una reestructuración completa de la plantilla

El bajísimo nivel de los jugadores, las numerosas carencias y la falta de intensidad, causas de la exigencia de medidas dráticas para el futuro

Domingo, 22 de mayo 2022, 20:06

Mucha afición para tan poco equipo. Esa fue la conclusión más evidente de la última actuación del Málaga esta temporada en La Rosaleda, donde el equipo se ha mostrado incapaz de ganar en los doce últimos partidos (durante más de seis meses). La monumental bronca ... a los futbolistas desde que se produjo el 3-2 del Huesca ante el filial de la Real Sociedad B –que garantizaba la permanencia– se vio acentuada tras el pitido final del árbitro y puso de relieve el hartazgo ante el bajísimo nivel ofrecido, las numerosas carencias y también en ocasiones la falta de intensidad. Los seguidores dictaron sentencia: urge una reestructuración total de la plantilla.

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Esta vez no hubo comunión final. Ni siquiera una ansiada celebración, que por otra parte tampoco habría sido muy lógica a tenor del paupérrimo rendimiento del equipo desde finales de noviembre, declive reflejado en una estadística propia de cualquiera de los cuatro descendidos a la Primera RFEF: cuatro victorias en 24 partidos y sólo 19 puntos. Obviamente al Málaga le ha salvado que la permanencia no ha podido ser más barata. La Real B y el Amorebieta no han superado los 40 puntos y se han sumado al Fuenlabrada y al Alcorcón en la penúltima jornada.

Y aunque no se produjo una sola crítica contra el responsable de la planificación (el director deportivo, Manolo Gaspar), ese cántico de «el año que viene no estaréis aquí» fue un mensaje directo y contundente al paleño para que ni a él ni al actual responsable del club (el administrador judicial, José María Muñoz) les tiemble el pulso a la hora de ejecutar medidas drásticas y de calado.

Quinta campaña en Segunda

Porque el Málaga empezará la quinta temporada consecutiva en Segunda División y, una vez más, sin claros visos de aspirar a algo más que una holgada permanencia. Es cierto que no ayudan la maraña judicial en la que está inmerso el club (sin opción de momento a la entrada de inversores) y las limitaciones económicas derivadas de la nefasta gestión de los últimos años con Al-Thani como presidente, pero también la planificación de esta temporada ha hecho aguas por todos lados.

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Los doce partidos seguidos sin ganar en La Rosaleda han provocado un hartazgo que puede provocar el alejamiento de muchos seguidores

Sólo una vez tuvo el equipo blanquiazul un periodo de tanta duración alejado de la élite (entre septiembre de 1955 y junio de 1962, incluida la campaña 1959-60 en Tercera), pero además conviene incidir en que los aficionados menores de 30 años –en la actualidad un porcentaje muy importante de los asiduos a La Rosaleda– han visto mucho más al Málaga en la máxima categoría, incluso con dos experiencias europeas.

Esa 'limpia' que exige la afición no entiende de nombres ni de capitanes ni de futbolistas procedentes o no de la cantera. Incluso de que tengan o no contrato en vigor. La afición no pudo ser más clara en el desenlace final de otra humillante derrota en La Rosaleda. Muy pocos jugadores se salvan de una temporada nefasta, sin más méritos que un puñado de triunfos en casa en el tramo inicial del campeonato... y siempre con el agobio por la exigua ventaja de un gol.

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Es innegable que Manolo sale muy tocado y, aunque internamente no se le cuestiona –tampoco es que el administrador tenga un conocimiento amplio del mercado para elegir hipotéticamente a un sustituto–, el director deportivo debe tener las ideas muy claras. El coqueteo con el descenso suele acabar en descalabro y además el riesgo actual pasa por el alejamiento de no pocos aficionados, sensación acentuada en los últimos encuentros en La Rosaleda.

Guede y Manolo Gaspar, en un entrenamiento. MARIANO POZO

Manolo y Guede irán de la mano en la planificación del equipo

Como ya apuntó este periódico horas después del aterrizaje de Pablo Guede en el banquillo del Málaga, la estrecha relación del hispanoargentino con Manolo va a deparar que ambos vayan de la mano en la planificación. También, como se explicó entonces, los ocho partidos con el tercer entrenador de la temporada (al final siete, porque el fijado en Lugo no va a contar) iban a marcar el devenir de los futbolistas en función de su rendimiento.

«Manolo Gaspar y Guede coinciden sobre quiénes deben continuar en la plantilla la temporada que viene». Ese fue el titular de SUR el 26 de abril, lo que refleja hasta qué punto la sintonía entre director deportivo y entrenador es total. Ahora bien, en las cuatro últimas semanas también se han vivido actuaciones y situaciones que probablemente lleven a un cambio de actitud (para mal, por supuesto) en algún caso.

Pese a algunos planteamientos erróneos (el comienzo de la segunda parte ante el Valladolid, la primera mitad en Las Palmas o el partido del sábado ante el Burgos), Guede tiene a día de hoy mucho más crédito que Manolo. Ambos parecen haber detectado los principales males del equipo, pero no bastará con subsanarlos. También será necesario acertar en la elección de los futbolistas que lleguen. Y no deben ser pocos...

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