75 años del irrepetible récord de Bazán

Cuando el pasado jueves se conoció el fallecimiento de Pelé (el mejor jugador de la historia hasta que la aparición de Maradona y Messi alimentó el debate sobre tal honor) no faltó el recuerdo a su mejor tarde goleadora. 'O Rei', que en su carrera acumuló cerca de 1.300 dianas, firmó ocho tantos con el Santos frente al Botafogo en noviembre de 1964. Pero ni siquiera el futbolista con más Mundiales conseguidos (tres) pudo superar el irrepetible récord de un jugador del Málaga, los nueve tantos materializados por Pedro Bazán hace hoy 75 años en La Rosaleda frente al Hércules en partido de Segunda División. Y con el añadido de que el delantero fichado el Día de los Inocentes de 1946 firmó aquella tarde todos los goles del equipo blanquiazul.

Tres cuartos de siglo después, el récord de Bazán en un partido de competición profesional sigue vigente. 'Bazán, 9; Hércules, 2' fue el titular de 'Hoja del Lunes' al día siguiente. Los aficionados malaguistas que acudieron aquella tarde del 4 de enero de 1948 a La Rosaleda para ver el encuentro que iba a dirigir el vasco Mazagatos Vicario ya conocían de la voracidad realizadora del atacante nacido en La Algaba (Sevilla) porque esa misma temporada, en la tercera jornada, marcó cinco de los ocho goles en el triunfo en casa por 8-3 frente al Badalona.

Muy atrás ya habían quedado las dudas iniciales tras una discreta segunda vuelta después de que el sábado 28 de noviembre de 1946 los propios seguidores vieran como una inocentada aquella información publicada en la página 2 de SUR con el titular 'El domingo, nueva delantera en el Málaga' y que incluía los nombres de Clemente, Bazán, Roldán, Ubis y Emilio en uno de los dos subtítulos. Los cuatro goles del refuerzo para la posición de interior derecha en el segundo tramo del campeonato no despertaron excesivas esperanzas en él por parte de la afición. Nadie podía imaginar que el algabeño iba a convertirse en el mejor goleador de la historia del Málaga (sin ser delantero centro, un detalle a tener en cuenta) y también para muchos en el mejor jugador que ha vestido la camiseta blanquiazul.

Pedro Bazán Romero había nacido el 26 de marzo de 1922, estaba destinado a ser torero por su pertenencia a una conocida dinastía y recaló en el Málaga desde la Olímpica Jiennense con 24 años tras las gestiones de la directiva encabezada por Manuel Navarro Nogueroles. En sus ocho temporadas como blanquiazul marcó 140 goles en 206 partidos oficiales (incluso en algunos casos las crónicas de la época otorgaron un puñado de tantos a futbolistas rivales en jugadas casi finalizadas por él) e incluso en dos de esas campañas consiguió, en otro registro sin parangón en el equipo de La Rosaleda, concluirlas con un promedio superior a un gol por partido.

En la 1947-48, a la que pertenece el Málaga-Hércules del que hoy se cumplen 75 años, logró 33 en 28 encuentros (28 en 26 de Liga), y en la siguiente, 28 en 26 (26 en 25 de Liga). Fue el principal artífice del primer ascenso a Primera División, en 1949, uno de los tres vividos por aquel malagueño de adopción (después lo hizo en 1952 y 1954). Asimismo, fue la primera aportación del Málaga a la selección; en concreto, en marzo de 1949, con el equipo B en La Coruña frente a Portugal (y, cómo no, marcó uno de los tantos en el triunfo por 5-2).Pero Bazán tiene un hueco en la historia por aquella memorable tarde para los ocho mil aficionados que llenaron La Rosaleda tal día como hoy hace 75 años.

El Málaga comenzaba la segunda vuelta como segundo clasificado después de la victoria por 2-0 contra el Córdoba (con goles de Emilio y Lezama). Paradójicamente, el delantero de La Algaba sólo había marcado en uno de los seis encuentros anteriores (dos tantos contra el Levante), pero aquella tarde contra el Hércules estuvo pletórico de acierto. Los seguidores aún recuerdan la alineación, compuesta por Comas; Jimeno, Maciá; Laborda, Sagrado, Lezama; Azcue, Bazán, Roldán, Teo y Emilio. Y también si no todos, sí varios de los nueve goles de Bazán. Paradójicamente los dos primeros se produjeron muy pronto, en los minutos 9 y 13 (el 1-0 en un remate con la izquierda a centro de Emilio y el 2-0 en un córner también lanzado por el extremo izquierda en el que se coló entre una barrera de jugadores herculanos), pero ya hubo que esperar más hasta la segunda parte.

En la reanudación firmó el 3-0 en el minuto 48 (en otro córner lanzado por Emilio), el 4-0 en el 51 (al coronar una gran internada de Azcue por la derecha), el 5-1 en el 65 (al exhibir una de sus grandes armas, su fuerte disparo, en un libre directo), el 6-1 en el 69 (tras un pase de Teo), el 7-1 en el 75 de penalti (después de que un defensor repeliera el chut de Azcue), el 8-1 en el 78 (en un nuevo servicio de Emilio desde la izquierda) y, finalmente, el 9-2 en el 83, en una imagen inolvidable para los presentes, porque Bazán culminó con un disparo sobre la marcha una internada en la mejor jugada del encuentro. Como se puede comprobar, las últimas cinco dianas llegaron en un periodo de 18 minutos. Como anécdota cabe reseñar que los tantos del Hércules también tuvieron autoría malaguista porque fueron marcados en propia meta por el portero Comas y por el centrocampista Lezama.

Aquella tarde la víctima de Bazán fue el guardameta Cosme, quien no podìa imaginar que iba a vivir otro aciago partido en La Rosaleda cinco años y dos meses después. Fue como integrante del Real Madrid y frente a un Málaga que peleaba por mantenerse en Primera y que ya iba por su tercer entrenador, Helenio Herrera (tras las etapas de Gabriel Andonegui y Chales). El cancerbero alicantino tuvo que suplir al lesionado Juanito Alonso en el minuto 40, ya con 3-0, y sufrió en sus carnes otra mágica tarde blanquiazul. En aquel 6-0 Bazán marcó tres tantos y se sumaron a la fiesta Galacho, Estruch y Sergio Rodríguez. Desde finales de 2016 la puerta 9 de La Rosaleda luce el nombre del goleador más importante de la historia del Málaga. Pero el número no se corresponde con su dorsal, porque nunca lo llevó, sino con aquella cifra mágica de goles que le permitió a Pedro Bazán protagonizar un récord irrepetible del que hoy se cumplen 75 años.

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