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Aquel 4 de enero de 1948 yo estuve allí. Málaga, 9; Hércules, 2. La Rosaleda era todavía, en Martiricos, un recinto aspirante a estadio. Y mantengo como recuerdo imborrable verme y allí, sentado detrás de la portería, fila 4 de las seis existentes (todas de ... cemento) en la que hoy es la Grada Sur. El mismo sitio en el que otro día, un año después, tuve la fortuna de ver el primer partido del Málaga en Primera. Los jugadores, entonces, no llevaban número en la espalda pero, por su situación en el terreno de juego, Bazán llevaría hoy el 8. Pero con una capacidad goleadora que no se lleva hoy día. No había calentamiento sobre el césped, no había cambios, se jugaban sólo 90 minutos… Normalmente se practicaba un fútbol vertical, agresivo. Y Pedro Bazán era el arquetipo capaz de marcar nueve goles en menos de 90 minutos (para desesperacion del aturdido portero herculano Cosme), sólo uno de ellos de penalti. Inolvidable alineación que, entonces, se leía y se situaba así: Comas; Jimeno, Maciá; Laborda, Sagrado, Lezama; Azcue, Bazán, Roldán, Teo y Emilio. ¡Qué equipazo!
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Hoy día no sé de lo que sería capaz. Porque en realidad sobresalía el de La Algaba pero la delantera al completo fabricaba todo el fútbol que Bazán traducía en goles. Referirse a este mito del fútbol malagueño (y mucho más) me obliga a recordar otros partidos relevantes en la que, sin duda, fue la época dorada del C. D. Málaga. Resultado histórico en la ya más presentable Rosaleda (marzo del 53): 6-0 al Real Madrid y tres de esos goles, Bazán; los otros tres fueron de Estruch, Sergio Rodríguez y Galacho, otro malagueño en el recuerdo. Y al frente del equipo nada menos que Helenio Herrera, don Helenio. Pasados los años se registraría otro seis al Madrid (6-2) en el que sería el vasco Martin el trigoleador de turno.
Trasladados estos recuerdos a hoy, es indudable que Bazán podría competir con los 'venerados' Mbappé, Ronaldo, Messi y compañía, al menos en popularidad. Por eso, pasados tres cuartos de siglo, creo que sería justo perpetuar su gesta, sea como sea, porque marcar nueve goles en un mismo partido, todos los de su equipo además, seguro que no lo va a superar nadie. Que sucediera en un partido de Segunda no puede ni debe ser un eximente para su reconocimiento. Ya en Primera Bazán siguió marcando goles en el Deportivo, al que fue traspasado y en cuyo trasiego fue llamado a la selección. Bazán fue para los viejos aficionados toda una leyenda, como lo ha sido, una generación posterior, ese Viberti que tanto se recuerda. Es importante e insólito que el récord goleador de Bazán no ha habido ni habrá quien lo iguale. Ahí queda.
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