Pepe Mel da indicaciones en el entrenamiento de anteayer. MARIANO POZO
Previa. Málaga-Eibar

Nuevo objetivo del Málaga: no hundirse

LALIGA SMARTBANK. JORNADA 13 ·

El conjunto blanquiazul inicia en casa ante el Eibar el tramo más duro de la primera vuelta obligado a no fallar para evitar quedarse anclado en la zona baja

Domingo, 30 de octubre 2022, 00:34

En vísperas de Halloween el panorama del Málaga asusta. Por la situación clasificatoria, por las sensaciones que transmite y hasta por el calendario. El nuevo ... objetivo, ya a nadie le cabe duda, es no hundirse, evitar que el coqueteo con el descenso vaya a más. Nada queda de las expectativas del verano, de la ilusión por el ascenso. Tras el decepcionante papel de entrenador y jugadores en Oviedo el pasado lunes sólo queda la esperanza de que la mayor motivación que implica medirse a tanto rival de empaque de aquí a final de año provoque la deseada reacción. Para abrir boca, el Eibar esta tarde en La Rosaleda (16.15 horas, LaLiga Smartbank).

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Para el malaguismo es mejor no hacer números. Porque cuanto más cara esté la permanencia, la cuesta arriba será más empinada. También probablemente sea mejor no fijarse en los rivales que esperan en el segundo tramo de esta deficiente primera vuelta blanquiazul. Pero la realidad está ahí: con nueve puntos y después de haber sido incapaz de superar a equipos modestos (los ascendidos y otros que estaban a la cuarta pregunta) encara un tramo durísimo del campeonato con la obligación de cometer muy pocos tropiezos. De lo contrario, a partir de enero el margen de error será mínimo.

Claro que la cuestión tal vez no sea que en una semana va a verse las caras con el Eibar, el Cartagena y el Sporting, sino conocer si definitivamente, más allá de una planificación sin pies ni cabeza, el equipo blanquiazul va a dar la talla de una vez por todas. Es decir, si los futbolistas asumen lo que hay en juego y muchos de ellos ofrecen un nivel mínimamente digno y también si Pepe Mel da con la tecla. En Oviedo el Málaga volvió a ser inofensivo mientras él tampoco ejecutaba variantes tácticas y sí optaba por mantener la línea de cuatro defensas frente a un rival temeroso de atacar.

Cuestión de orgullo

A estas alturas la solución del Málaga no se antoja sólo cuestión de fútbol, sino también de orgullo. Nadie cuestiona que faltan extremos, que los laterales carecen de competidores reales, que sobran centrocampistas... Pero se espera muchísimo más de determinados efectivos porque precisamente los partidos de Segunda División son casi siempre muy cerrados y se deciden por simples detalles. Y de momento, por mucho que el colectivo no termine de funcionar, aquellos futbolistas llamados a marcar diferencias tampoco se muestran tan desequilibrantes como debieran.

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El Eibar es superior en muchas facetas, pero flojea como visitante: sólo lleva cinco puntos en sus seis encuentros

Frente a un panorama que asusta queda aferrarse a una mayor motivación de los jugadores frente a los equipos más potentes

Otra esperanza a la que puede aferrarse el malaguismo se centra en que por primera vez en once meses no se alude en las horas previas al maleficio de La Rosaleda. Visto que el equipo ofrece una preocupante incapacidad a domicilio, al menos se desea que al cobijo de la afición –que apoya sin cesar y sólo censura tras el pitido final– el rendimiento sea diferente. Sobre el papel el rival de esta tarde, el Eibar, es superior en distintas facetas del juego, pero precisamente como visitante ofrece unos números que lo alejan de su candidatura a las plazas de ascenso directo (cinco puntos en seis salidas). Eso sí, para superar al cuadro de Ipurua deberá repetir muchas de las virtudes ofrecidas ante el Lugo (indiscutiblemente un adversario de menor nivel) y, por supuesto, mantener la concentración de principio a fin.

Álex Gallar, Hervías y Juande se asoman a la convocatoria (no así Chavarría) y sólo queda conocer hasta qué punto su nivel físicos les permite convertirse en efectivos reales para tener un papel relevante esta tarde en el equipo. En cualquier caso, y sin discutir que los futbolistas de más talento deben estar a la altura, el Málaga está obligado a ofrecer una mentalidad ganadora y, sobre todo, asumir que está ante un nuevo objetivo: no hundirse. Frente a ese panorama que asusta, sólo queda la esperanza de que la motivación sea mayor ahora que llega el tramo liguero contra adversarios que aspiran de verdad a pelear por el ascenso.

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