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Impotente y triste, así compareció Pepe Mel tras el empate con sabor a derrota frente al Burgos. Es un punto insuficiente y que posterga la necesaria reacción ante la amenaza de descenso. Por eso el entrenador del Málaga entendería que le destituyesen, aunque considera ... que todavía puede sacar adelante esta complicada tesitura. «Entiendo que la gente opine, pero yo confío en mi trabajo y en el de los jugadores. Punto a punto no nos salvamos, es la verdad. Mientras pueda seguir trabajando lo intentaré, pero sé que dependemos de los resultados, como bien se sabe en el mundo del fútbol. No vi jugadores indolentes ni que hayan bajado los brazos, de otra manera eso sí significaría que estamos muertos. Pero los jugadores se rebelan, solo que no nos salen las cosas», manifestó el técnico.
Sobre el partido, prefiere quedarse con lo bueno aunque lamenta haber tirado a la basura la ventaja inicial. «Hicimos un buen partido en los primeros 60 minutos, pero después nos pudo la precipitación y los nervios. Hicimos lo más difícil, que es ponernos por delante, pero es que no nos pueden marcar al contragolpe porque era algo que estudiado y debimos leer mejor el partido, tener más oficio. Ganando 1-0 en casa no debemos cometer ese error. Nos pudo la ansiedad y los nervios. Es muy doloroso de admitir», analizó el preparador blanquiazul, que también quiso hacer un apunte sobre el arbitraje del encuentr: «El penalti de N'Diaye no sé cómo explicarlo, es clamoroso», protestó.
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Pepe Mel también fue cuestionado por el ambiente generado en el tramo final del partido, cuando la grada se olía ya el mal resultado y empezó a mostrar su enfado contra los directivos. En cambio, no hubo cánticos que hicieran referencia al entrenador. «No puedo decir nada sobre esto, sólo que el público es soberano. Es como si dicen que se vaya Pedro Sánchez, ¿qué puedo decir yo? El fútbol es así, no tengo que opinar de estas cosas ni si me van a echar o no, no depende de mí», contestó el madrileño.
Sí se extendió más a la hora de arropar a sus jugadores. Cuando fue cuestionado sobre si antes de asistir a la sala de prensa se había visto con Manolo Gaspar, explicó que en esos momentos le preocupaba estar en el vestuario con los futbolistas. «Son personas y una situación como esta te gana. Lo intentamos de todas las formas posibles y este domingo, si el club no dice lo contrario, seguiremos intentándolo con más trabajo y entrenamientos. Entiendo que ahora todo sea negro y haya pesimismo, pero no podemos bajar los brazos. Quiero que la gente entienda que los jugadores son los primeros interesados en cambiar esto. No veo al equipo caído, ni indolente, que sería la primera señal de que el entrenador sobra», comentó Pepe Mel.
«Los futbolistas lo intentan y ahora están llorando. Sólo hay alguien que pueda sacar esto y son los que se ponen la camiseta», reiteró. Para completar los temas de conversación que ofreció el encuentro, el técnico habló de la actuación de los fichajes, que fueron titulares. «Lago Junior tiene esa característica de que siempre ha desbordado. Antes del gol también tuvo otra ocasión. Y Julián (Delmás) estuvo más nervioso y dubitativo, pero hay que tener en cuenta que estamos en descenso y eso se nota en las piernas y la cabeza; se hace más complicado las cosas no salen como se quiere», concluyó.
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