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Los ánimos en el Málaga son buenos. Pellicer salió sonriente a la sala de prensa de La Rosaleda para encarar, en forma de palabras, la primera de las dos finales que tiene su equipo cara al ascenso. «Creo que para todos es un momento muy ... importante y tenemos que afrontarlo como la pasada eliminatoria. La primera final es ésta, delante de nuestra tribu. Queda el último suspiro y el último esfuerzo», comenzó.
Del Gimnástic, al que se refirió como un equipo completamente diferente al Celta B, ofreció muchas claves: «Ataca de forma más directa que el Celta y maneja muy bien el balón parado. Están muy bien organizados. Va a ser una batalla completamente diferente. Espero un partido con poco ritmo, aunque nosotros queremos que ocurran más cosas, porque entonces tendremos más opciones de ganar». Su estrategia se basará en buscarle las cosquillas. En encontrar sus fragilidades: «El Ceuta tuvo momentos en los que encontró esa fragilidad y nosotros tenemos que buscarla y aprovecharla. Estuve en Ceuta y Tarragona y tenemos los análisis en vídeo más el ojo y el olfato de verlo en directo».
Para él, el éxito pasa por La Rosaleda. Ahí está su clave: «En La Rosaleda tenemos siempre un incremento en el ritmo de juego y tenemos que aprovecharlo. Son arreones y ahí va a estar la clave». Además, habló de la precisión y de los estados emocionales como agentes clave en el devenir de la eliminatoria. Él asegura que su equipo tiene perfectamente controlado este último aspecto y se apoyó, para ejemplificarlo, en los partidos ante el Celta B: «Cuando encajamos el gol en Balaídos, el equipo supo mantener la calma. Esos momentos después de los goles son muy importantes. El fútbol y los jugadores son momentos. Sabemos que cada jugada es la más importante, pero cuando pase, nos olvidamos y vamos a la siguiente. Llegamos muy bien, y también a nivel físico», redondeó.
Más allá, no se lamentó por no poder jugar la vuelta en La Rosaleda y afirmó estar centrado, por encima de todo lo demás, en este primer partido: «Tenemos que estar focalizados, sabiendo que en nuestro estadio tenemos que ser fuertes. Importa muchísimo como vayan ocurriendo las ocasiones de partido, las pérdidas y el balón parado. Estas eliminatorias se suelen decidir a partir del minuto 70 y tenemos que ser fuertes».
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No se guardará a Roberto y a Nelson, ambos con tarjeta amarilla y a una de perderse el partido de vuelta: «En las finales no hay sitio para guardar absolutamente nada. Tienen que jugar al límite y evitar las tarjetas por protestar». Eso sí, no dio pistas sobre si se guardará o no a Genaro. Al filo de la navaja. Preguntado por los cambios, aseguró que van a ser determinantes en la eliminatoria: «No quiero llamarlos suplentes, son soluciones. Quiero jugadores atrevidos y sinvergüenzas».
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