El reto del Málaga de mantener el equilibrio económico y ambiental en la plantilla tras la inyección económica

Con el paso de las semanas, esa partida se ha visto aumentada considerablemente tras la inyección conseguida a través del acuerdo LaLiga-CVC, lo que permite ahora a la dirección deportiva trabajar con un margen de hasta seis millones. Es una situación totalmente nueva para Manolo Gaspar, forjado en una economía de guerra. Coincide también que estos nuevos recursos llegan en un momento en que la planificación está casi completada a falta de pólvora para el ataque, precisamente lo más cotizado en el mercado.

Pero, sin duda, ha sido clave para que el Málaga aspirase a las cesiones de Víctor Gómez y Antoñín, conseguidas frente a otros rivales por asumir gran parte de sus fichas, algo más elevadas que el salario medio de la plantilla actual. Es evidente que para traer a jugadores que eleven el nivel hay que hacer un esfuerzo económico, pero el Málaga también es consciente de que debe cuidarse de generar demasiadas desigualdades salariales en el vestuario. Un reto, por tanto, el de mantener el equilibrio económico y ambiental de la plantilla. Algo que ya analizan en el club. «No vamos a tirar la casa por la ventana por nadie. Necesitamos un equilibrio en el vestuario y creo que se está consiguiendo desde la temporada pasada», apuntó ayer el director deportivo malaguista.