Mejías y Pellicer, expulsados: podrían perderse los dos últimos partidos de Liga

El Málaga tuvo que jugar contra el Girona con un jugador menos y sin su entrenador en la banda desde el minuto 15 de partido. Sobre ese tiempo, el defensa central blanquiazul, Josua Mejías, vio la roja directa por golpear con el brazo al delantero del Girona, Cristhian Stuani, cuando el balón no estaba en juego y se encontraba en otra parte alejada del terreno de juego (aunque las imágenes ofrecidas no son contundentes). El colegiado, Álvaro Moreno Aragón, quién ya expulsó por un motivo parecido, aunque menos explícito, al malaguista Rahmani contra el Logroñés esta temporada, no dudó en cuanto fue informado por sus asistentes de esa acción.

El venezolano se arriesga ahora a dos partidos de sanción, lo que podrían impedirle jugar más en lo que queda de temporada, que son sólo dos partidos (el Málaga jugará contra el Leganés -un choque que Mejías no podía disputar ya de por sí por contrato- a domicilio y frente al Castellón en casa). Según se expone en el texto de la Federación que recoge el Código Disciplinario, «en aquellos casos en que la expulsión del terreno de juego se deba a situaciones en que el futbolista no hubiera tenido posibilidad de disputar el balón, la suspensión será de al menos, dos partidos». De todas formas, quedará a la espera de las posibles reclamaciones del club blanquiazul sobre el acta del colegiado.

Y lo perjuicios por esa jugada no quedaron ahí para el Málaga. A raíz de ese hecho, y con otros motivos anteriores en su lista de reproches, el entrenador, Sergio Pellicer protestó al árbitro por sus decisiones. El trencilla del Comité madrileño, aunque nació en Granada, se mostró con una actitud agresiva y prepotente hacia jugadores y técnicos durante todo el encuentro, y tampoco titubeó a la hora de mandar al todavía preparador del Málaga a la grada. En su caso, Pellicer también podría haber estado ante su último partido desde la banda malaguista porque esta amonestación puede significarle dos encuentros de suspensión.

Esta fue la segunda expulsión de la temporada de Pellicer, que ya tuvo que cumplir un partido el pasado noviembre tras ver la roja al final del encuentro en El Toralín, contra la Ponferradina. En esa ocasión lograron restar un encuentro de sanción a través de un recurso, que es lo mismo que buscarán conseguir ahora. También fue por protestar, aunque esa vez ocurrió al final de aquel partido. Nada que ver con el arbitraje visto en el Málaga-Girona. Moreno Aragón, unos apellidos que ya temen en La Rosaleda por sus antecedentes (el curso anterior también expulsó a Lombán de forma errónea y luego el Comité corrigió su error retirándole la sanción al defensa asturiano).

El colegiado desquició a los malaguistas, que vieron una gran ristra de tarjetas amarillas, la mayoría de ellas evitables. Fue llamativa la que vio también el segundo entrenador del Málaga, Manolo Sánchez, quien fue amonestado por pedir a sus jugadores, segundos después de que Matos viera amarilla también, que no se dirigieran más al colegiado porque, textualmente, «no se le puede hablar» (se le pudieron leer los labios en la retransmisión televisiva). También vio amarilla el extremo Joaquín cuando aún se encontraba en el banquillo. Por supuesto, otra de las más dolorosas para el equipo es la quinta amarilla de Cristian, que por acumulación no podrá jugar ante el Leganés el lunes, lo que hace peligrar la conformación de la convocatoria. El plan B es que un portero se ponga como jugador.