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Autoridad, jerarquía y regularidad. También determinación y concentración. Cualquiera de estos sustantivos describe el momento del Málaga en la temporada, y ayer hubo que añadirle ... también una buena dosis de fortuna en momentos clave. Tras algunos tumbos y tropiezos inesperados (sin ir más lejos la derrota en La Rosaleda ante el mismísimo Alcoyano), ahora es un equipo mucho más fiable, que comienza enchufado y que por tercera ocasión en cuatro jornadas dejó medio resuelto su compromiso en menos de veinte minutos. Ya lo hizo ante el Atlético Baleares y, más valor si cabe tuvo repetirlo ante el Recreativo y ayer en El Collao, en esos escenarios normalmente incómodos y que exigen oficio.
Muchas veces el favorito comienza poco tensionado y lo acaba pagando. No fue el caso del Málaga en Alcoy, que contra pronóstico partió con tres centrales. En el minuto 4, un saque de banda de Gabilondo aparentememnte sin trascendencia causó estragos. Tras un bote Genaro estuvo más vivo que cualquiera y se adelantó a Armental para marcar por bajo ante la pasividad del resto de protagonistas. Y eso arrastró todo lo demás.
La reacción del Alcoyano fue inmediata, con tres oportunidades en apenas otros tantos minutos, pero sin acierto. José Lara estrelló un trallazo en el larguero, con Alfonso Herrero superado, y Armental pudo centrar para que Pablo Ganet ganara la posición y cabeceara desviado por muy poco. Incluso Armental no tuvo fortuna cuando se le permitió probar el tiro desde la frontal, en un intento desviado, pero que casi toca en la pierna de Nelson, y eso ya se sabe que suele ser peligro... o gol.
No estuvo atinado el Alcoyano, quizás se le agotara el acierto en Martiricos hace unos meses, y sí el Málaga. No se había cumplido el cuarto de hora y Víctor García, el hombre de los pases decisivos, filtró uno hacia Dani Lorenzo, que se fue de Álvaro Vega y enfiló el área sin oposición para acabar definiendo de tiro raso.
De nuevo el Málaga ofreciendo un golpe de autoridad y dejando a más de un aficionado descolocado y pensando qué gallo hubiera cantado si el equipo hubiese mostrado esa jerarquía todo el curso, más allá de algún tropiezo esporádico siempre comprensible en un campeonato largo. La realidad es que hoy seguirá implorando sendos tropiezos del Ibiza y el Castellón (ante rivales de la zona baja, Mérida y Baleares) para no seguir a nueve puntos (más 'goal everage' perdido con el líder) del sueño del ascenso directo.
El 0-2 fue un golpe ya muy duro para el Alcoyano que se quedó inicialmente noqueado. El Málaga pasó a manejar bien el partido, ante un cuadro local al que le llegaban los golpes desde todos los frentes. Primero, su lateral izquierdo Sergio Nieto se fue del partido con una lesión muscular, y hubo que cambiar de banda a Antón para hacer sitio a Sergi López. Después, el cruce de cables de José Lara, uno de los que marcó en La Rosaleda en la primera vuelta. Vio dos amarillas en un lapso de pocos minutos, la segunda inteligentemente forzada por Genaro, que tras una falta agresiva no tuvo reparos a participar en el rifirrafe con el jugador local, que salió perdiendo tras la decisión salomónica de Martínez Montalbán de resolver el lance con tarjeta para ambos.
Luego llegó el punto de cautela de Pellicer sacrificando al intermedio a sus dos hombres amonestados, Nelson y Genaro (que tuvo en sus botas el 0-3 poco antes de irse a la caseta, en un remate con bote cercano al portero), para introducir a Juande e Izan Merino, una medida que se sustenta mejor con la nueva norma de los cinco cambios.
El Málaga incurrió en cierto relajo que le pido costar caro. Se puede decir también que al Alcoyano se le cruzó un gato negro. Ganet tuvo el segundo poste (por fuera) del partido, llegó a jugar con nueve al quedar unos minutos fuera del campo Sergi López, e Izan Merino cometió un penalti inocente (de VAR, pero sin VAR) que Selma mandó a las nubes. Todo se le volvió en contra al rival, y llegó el 0-3, para no dar más cancha a la especulación. Dani Lorenzo ganó la línea de fondo y vio el desmarque de Ferreiro, que utilizó potencia y colocación en su primer gol de malaguista.
Cuarta victoria en cinco jornadas, todas con la puerta a cero, algunas ante rivales menores, pero el Málaga aprieta, reacciona a un mal inicio de 2024 y presiona al Córdoba y a los dos primeros en vísperas de su crucial duelo del próximo domingo ante el Ibiza en La Rosaleda. ¿Y si ganara y pinchan estos hoy ante el Mérida o son las cuentas de la lechera?
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