El Málaga sigue imparable fuera de La Rosaleda y suma otro triunfo crucial (1-2)

El compromiso contra el cuadro de Manel Ruano tuvo dos partes muy diferenciadas: una primera muy abierta y dinámica, con ocasiones y goles, y una segunda más controlada tras la decisiones tomadas por Pellicer para cerrar un poco el encuentro con el objetivo de mantener la mínima ventaja del descanso, si bien nunca descartó la posibilidad de sentenciar en algunas de las aproximaciones a la meta contraria. El Málaga sufrió en los minutos finales, pero sin que el rival tuviera grandes opciones como consecuencia de su dominio.

El triunfo, que tiene más mérito en las circunstancias en las que se está moviendo el equipo (con medio once de hace algunas semanas en la enfermería), es nuevamente vital para el Málaga debido a que, aunque se mantiene en la misma plaza, recorta distancias con los dos primeros, que no lograron ganar. De ahí que, a falta de un partido para cerrar el año y de que llegue el mercado invernal, el cuadro blanquiazul ha cumplido sobradamente pese a estar diezmado ya dos meses con una clasificación que le permite mantener la esperanza de conseguir el objetivo del ascenso al final de temporada.

Pellicer apostó casi por el único once posible, pues quiso darle descanso a Juanpe tras la Copa (el goleador y uno de los destacados de ese partido ante el Eldense). El resto de los reservas no solían ser habituales o directamente eran canteranos. El equipo acumula cada día más bajas y continúa completamente en cuadro, con los justos para afrontar un encuentro tras otro. Y sufrió mucho en el arranque, muy frío en esos primeros instantes. El cuadro de Ruano ocasionó muchos problemas al Málaga, disfrutando de varias ocasiones (sobre todo la de Ben Hamed tras otro error en la defensa), aunque Genaro también dispuso de una opción de gol en un remate de cabeza.

Pero sólo habría que esperar un poco para observar una acción muy especial, un penalti para el Málaga. El ingenio de Dioni permitió que el colegiado no tuviera más opción que señalar esta falta: paró el balón dentro del área mientras que le atacaban dos defensas, hasta que en una de sus maniobras uno de ellos le golpeó la pierna y el delantero cayó al suelo. Una exhibición de oficio que sirvió para que Roberto, de un gran golpeo, transformara la pena máxima y pusiera por delante a los visitantes.

Parecía que el Málaga iba a controlar ya el encuentro, que ese tanto lo iba a consolidar defensivamente, pero no fue así. El Mérida volvió a desnudar a la defensa visitante, por su izquierda, lo que permitió que primero pasara el balón Dani Sandoval y después rematara Chuma para hacer el empate al no llegar al balón Gabilondo y Galilea. Menos de cuatro minutos estuvo por delante en el marcador el cuadro de Martiricos, que se presentaba más vulnerable que otros días atrás.

Aunque era muy pronto, el partido estaba demasiado abierto, con ataques constantes, lo que permitía que llegara el peligro a ambas áreas. Si bien, en una de ellas, Kevin dio una gran asistencia para que Larrubia, viniendo de atrás, batiera a sus excompañeros (militó la campaña anterior en el cuadro extremeño y no celebró el tanto). Era otro golpe sobre la mesa, y hasta pudo sentenciar el Málaga cuatro minutos después en un disparo de Genaro que sacó Llácer bajo palos. De ahí que se mantuviera la ventaja mínima para los blanquiazules.

Pero Pellicer no veía muy claro el partido. Las constantes entradas por la izquierda del Mérida llevaron al técnico a reforzar esa zona del campo con la sustitución de Dani Sánchez por Kevin en el descanso (también salió Juanpe). Este movimiento cumplió con ese objetivo, pero provocó que el conjunto blanquiazul retrasara un poco sus líneas, lo que aprovechó el Mérida para adueñarse del juego y, sin grandes ocasiones en los primeros minutos de la reanudación, llevar cierta inquietud a las inmediaciones de la meta de Herrero. Poco a poco, pese a todo, se equilibró de nuevo el choque, que ya no estaba tan abierto, tan expuesto. Las oportunidades se redujeron y el choque se volvió más táctico, menos brillante, pero seguramente más controlado para Pellicer. Con algo de sufrimiento, pero sin oportunidades, se llegó al final para cerrar otro triunfo crucial de un Málaga en cuadro.