¿Tiene el Málaga problemas con el gol o es una mala racha?

Pero la conclusión es que en sus últimos cinco partidos el equipo que entrena Pellicer va ya a menos de un gol a favor de media por encuentro. Entonces, llegados a este punto, conviene preguntarse si se trata de un atasco provisional en la producción goleadora o si verdaderamente existe un problema ofensivo en la plantilla. El debate no es nuevo porque ya surgió en el albor de la temporada cuando en las últimas horas para el cierre del mercado de fichajes se esperaba un delantero más que no llegó.

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El club explicó que su apuesta era decidida por Dioni, Roberto y Loren como goleadores, además de la nómina de extremos y otros perfiles ofensivos menos exigidos con el tema del gol. Y las dudas se disiparon tras el paso de las primeras jornadas porque la pareja de Dioni y Roberto empezó a responder casi desde el principio llevando el peso anotador del Málaga. Juntos suman más de la mitad de los goles del equipo: siete tantos (tres de Roberto y cuatro de Dioni) de los doce conseguidos pasadas las primeras nueve jornadas de competición.

Sin embargo, las sospechas sobre la capacidad ofensiva de la plantilla vuelven a resurgir y hay quien marca ya el mercado de fichajes de invierno como un momento clave para incorporar a otros jugadores contrastados en esta parcela porque se necesita mucha pólvora para seguirle el ritmo a los rivales directos por el ascenso, que es el objetivo primordial de los blanquiazules, o al menos la exigencia de su afición. Aunque llegados a este punto es importante no ser demasiado simplistas. La falta de gol no es culpa exclusiva de los delanteros. También de la falta de creatividad de la segunda línea.

Quedó patente ante el Castilla cuando en los últimos minutos coincidieron en el campo los tres delanteros de la plantilla malaguista. El entrenador, Pellicer, se justificó en rueda de prensa y dijo que había ido con todo, pero lo que ocurrió durante el tiempo que jugaron los tres arietes juntos es que se rompió el equipo en dos y no había nadie con la visión de trazar jugadas y dirigir las transiciones con la velocidad suficiente. El Málaga apenas filtró pases ni colgó centro laterales, cuando el guion parecía claro. Los últimos recursos fueron disparos desde la frontal, especialmente de Kevin, con más sensación de peligro que otra cosa. Para el mercado queda aún dos meses, pero la falta de gol se necesita resolver cuanto antes.