«A ver si acaba ya este 2019». Fueron las esclarecedoras palabras de Munir, el portero del Málaga, después de la enésima decepción de este año negro, que no vierte mucho mimbres para la esperanza. Ante el Lugo, el equipo de Víctor perdió una ocasión propicia para despegarse de la zona de descenso. Cuando ya iban a cerrar su casillero en 24 puntos, una cantidad hasta un punto ilusionante para soñar en una mejora en 2020, se dieron de nuevo de bruces con sus carencias. Ahora se quedan en la decimosexta posición son sólo 22 puntos que hace que se quede como cabeza de un grupo de equipos que pelean por el descenso. Estando un punto por encima de esa zona roja.
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«Totalmente, es culpa nuestra. Son situaciones que intentamos mejorar pero tenemos muchas carencias. Hay que ser conscientes de esto para mejorar. Es claramente culpa nuestra», volió a repetir Munir, al que se le pudo ver muy decepcionado después de encajar el gol de Pita en el minuto 102. «Hay que ser realistas. Si estamos donde estamos es culpa nuestra. Planificación o cosas que nosotros no podemos controlar son cuestiones en las que no debemos perder energía. Somos los que somos y ya está. Tenemos que mejorar muchas cosas. Un partido como hoy no se nos puede ir», siguió igual de contundente el portero melillense.
Y en la misma línea se expresó el albanés Keidi: «La culpa ha sido nuestra. Nosotros tuvimos que cerrar el partido en el primer tiempo y al final ellos también juegan y nos han metido esa falta. Al final no hemos conseguido los puntos que queríamos», dijo el centrocampista. Reaacionan que sirve para comprobar el grado de fastidio de los jugadores malaguistas tras no acertar una vez más, y en una cita tan relevante como ante el Lugo, un rival directo.
Con este pesar se va el equipo de vacaciones navideñas. «Nos debemos ir fastidiados y jodidos a casa. Después de ser descalificados de Copa teníamos ganas de estos tres puntos y al final son cosas que tendremos que ir mejorando», se despidió el malaguista Munir deseando felices fiestas entre dientes.
Él y sus compañeros tendrán hasta el próximo 30 de diciembre para despejarse, reunirse con sus familias y reordenar sus ideas. Luego ya habrá tiempo para pensar en el próximo partido. Será en el Carlos Tartiere del Real Oviedo, otro rival que lucha por no caer en el descenso, el próximo 5 de enero. Para ese partido no estarán Luis y Juan Carlos. Los dos vieron su quinta tarjeta amarilla de la temporada ante el Lugo y tendrán que cumplir un partido de sanción.
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