El Málaga, obligado a espabilar

Ahora sumar se ha convertido en una tarea mucho más dura y exigente a nivel físico y mental. Los rivales han subido el nivel y el Málaga tiene que estar a la altura para no perder la ventaja que cosechó en su tiempo de cara a los puestos del descenso. Es algo que ya comentan en el vestuario los propios jugadores, conscientes de que la zona baja de la clasificación se está empezando a comprimir y no deberían dejarse caer a la zona baja si pretenden no sufrir como la temporada anterior para conseguir el reto de supervivencia de esta temporada. Así las cosas, en el Málaga están obligados a espabilar porque la mala racha ya se hace notar en la tabla.

Aunque la situación no es urgente por el momento, porque el equipo aún se mantiene con seis puntos sobre el descenso a estas alturas de la temporada, debe servir como un gran aviso que hayan vuelto a situarse con menos de siete puntos por encima de la zona roja después de tres meses y medio. Desde la jornada 10, cuando el Málaga perdió contra el Espanyol en La Rosaleda y quedó a una distancia de cinco puntos con la quema, el conjunto que dirige Pellicer no estuvo tan cerca del descenso de nuevo (obviando los primeros compases de la competición, donde la situación fue virtual con muchos partidos reprogramados en el calendario). Después de la derrota contra los 'pericos', los malaguistas ganaron en Sabadell y volvieron a recomponerse en mitad de la tabla.

Desde ese momento, a principios del mes de noviembre pasado, el Málaga mantuvo siempre una regularidad positiva, siendo la mayor distancia con el descenso de hasta once puntos. Aquello fue en la jornada 16, justo tras vencer a domicilio en Fuenlabrada. Una renta que le permitió llegar a resistir a pesar de la mala dinámica con muchos empates y derrotas. Pero, con la nueva jornada en blanco contra el Sporting el pasado domingo, el agua empieza a subir y su posición en la tabla pierde fuelle. Ante esta mala racha, es inevitable volver a coger la calculadora para hacerse una idea de lo que aún queda para alcanzar el objetivo de la permanencia.

La ansiada cifra de los 50 o 51 puntos para la salvación. En este punto restan 17 partidos para el final, lo que da un total de medio centenar de puntos aún en juego cuando el Málaga ya ha conseguido 31 en 25 jornadas. Esto es a lo que se aferran en el club blanquiazul para mantener la tranquilidad y la confianza para enderezar el actual rumbo sin demasiadas complicaciones. Piensan que un resultado positivo próximamente podría cambiar la situación de forma radical otra vez. Una nueva racha de viento a favor que devuelva la confianza y autoestima del grupo, castigado en exceso en el último partido.

Ante todo esto, hay algunos de los malaguistas que prefieren no mirar a la clasificación, al menos por el momento, y piden calma para volver a enganchar varios resultados positivos. «Por lo menos no perder», exclaman desde el vestuario blanquiazul. Y en este sentido, el foco se centra en mejorar la eficacia defensiva. Aunque el Málaga hizo una buena primera parte en este aspecto, un único desbarajuste le puso el partido cuesta arriba. La nueva oportunidad para resarcirse de todo esto será el próximo domingo en La Rosaleda contra el Rayo Vallecano, una cita para la cual el equipo empezará a preparar el próximo miércoles tras la jornada de descanso de hoy. Ayer, los que tuvieron más minutos en El Molinón hicieron ejercicios de recuperación para evitar lesiones.