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El instante del gol del partido, que marca con su chepa Jorge Pulido, en propia meta, en presencia de DIoni. ÑITO SALAS

Coraje y corazón en un triunfo dedicado a Puche (1-0)

El Málaga superó por garra y ambición al Huesca en el primer tiempo y mantuvo el tipo en el segundo en un triunfo en honor al expresidente fallecido hace unas horas

Sábado, 14 de septiembre 2024, 20:49

La noticia consternó al malaguismo en las horas previas al partido ante el Huesca. La muerte de Fernando Puche, del para muchos mejor presidente de la historia (aunque reinara en un periodo), generó un clamor en el estadio, un estallido de aplausos para detener pronto ... lo que iba a ser un minuto de silencio. Emocionante respuesta la malagueña y la malaguista, porque el equipo se merendó al Huesca por coraje y corazón en el primer tiempo y mantuvo el tipo con oficio en el segundo, en el que hubo menos sufrimiendo de lo esperable. Un triunfo dedicado a Puche y, de forma muy meritoria, han transcurrido cinco jornadas en Segunda y el equipo continúa invicto.

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El partido

  • Málaga: Alfonso Herrero; Puga, Nelson, Galilea, Dani Sánchez; Luismi, Manu Molina (Izan Merino, minuto 88); Rahmani (Haitam, minuto 74; Castel,minuto 88), Ochoa (Juanpe, minuto 74), Antoñito, y Dioni (Baturina, minuto 62).

  • Huesca: Dani Jiménez; Gerard Valentín (Toni Abad,minuto 46), Rubén Pulido (Javi Pérez, minuto 46), Jorge Pulido, Diego González, Jordi Martín; Sielva, Javi Mier (Kortajerena, minuto 75); Joaquín, Soko (Unzueta, minuto 75), y Hugo (Sergi Enrich, minuto 46).

  • Gol: 1-0, minuto 43: Jorge Pulido, en propia meta al tratar de impedir que Dioni cabeceara un centro de Antoñito Carmona desde la derecha.

  • Árbitro: Ais Reig (Comité Valenciano), asistido en la sala VOR por Gálvez Rascón (Comité Madrileño). Vieron la tarjeta amarilla Alfonso Herrero, Nelson y Castel, y los visitantes Jordi Martín, Toni Abad y Unzueta.

  • Campo: 26.669 espectadores (dato récrod de la temporada) en La Rosaleda. Emocionante minuto de silencio por el expresidente malaguista Fernando Puche, en realidad convertido en un clamor de aplausos en su honor.

Aunque Pellicer jugó algo al despiste en la previa prometiendo nuevos ensayos en el once «en busca de la excelencia», en realidad la única novedad respecto a los de Córdoba fue Aarón Ochoa, en lugar del lesionado Dani Lorenzo, pero esta vez Manu Molina y Luismi se hicieron mejor con el mando en el centro del campo. Con una sobreexcitación positiva, el Málaga sometió al Huesca con sus recursos, a su estilo. Muchas veces con demasiada fogosidad, trompicado, con imprecisiones, pero tuvo el mando del partido los primeros 45 minutos y tanto llegó el cántaro a la fuente que al final el equipo visitante se mojó.

El equipo partió con Antoñito Cordero desde la izquierda y Rahmani desde la derecha, pero fue poco después de que se intercambiaran bandas cuando el jerezano ganó el espacio libre y puso un centro combado que se introdujo con la chepa en su propia portería el veterano Jorge Pulido, en su afán desesperado por impedir el remate de Dioni. Se puede decir que era gol o autogol. No cabía mucho más en la quinta acción decisiva del curso del chaval de 17 años: tres asistencias y dos goles. Casi nada.

En realidad el partido era poco menos que un monólogo. Lo intentaba el Málaga y sólo el Málaga ante el 5-4-1 con el que trabaja el Huesca. Primero la tuvo Dioni, de tiro cruzado, después un buen pase de primeras de Ochoa a Antoñito no lo aprovechó bien el gaditano chutando al lateral de la red, y tampoco Puga y Rahmani afinaron con el punto de mira. La más clara fue otro zapatazo del francoargelino para poner fin a una acción con numerosos rebotes y que avanzó a trompicones, pero Dani Jiménez salvo con los pies por bajo.

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Es el Huesca un equipo que explota muy bien los errores del rival, por eso fue un milagro que no sacara partido del gran fallo malaguista, un pase horizontal (prohibido en el catecismo del fútbol) de Nelson hacia Alfonso Herrero, tan impreciso que pasó entre este y un Joaquín que no llegó a tiempo de interceptar y marcar. Más allá de eso, y de colocar a seis jugadores en el área de meta rival en un saque de esquina (sobrecargando la zona, algo que le ha dado ya muy buenos réditios este curso), no se vio al equipo visitante, que llegaba segundo en una tabla clasificatoria a estas alturas lejos de consolidarse.

El Huesca reaccionó con un cambio de sistema tras el descanso. Prescindió de un central (Rubén Pulido) para dejar línea de cuatro atrás, y metió otro medio centro, Javi Pérez. También entró un 'nueve' puro, Sergi Enrich, por Hugo. Más allá de otra pizarra, el equipo adelantó líneas y buscó la reacción, pero el Málaga seguía manteniendo una presión intensa sobre la salida del balón del rival, con un Ochoa infatigable.

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Lo intentó sobre todo a balón parado el Huesca,aprovechando opciones desde cualquier distancia al área, y forzó una amarilla de Alfonso Herrero, con una salida un poco atolondrada a la esquina ante Soko.

Jorge Pulido marcó en propia meta el único gol del partido, cerca del descanso, en un centro de Antoñito que iba a cabecear Dioni

No era una ventaja nada suculenta la que tenía el Málaga, pero supo manejar el partido. Baturina dio descanso a Dioni y hubo ocasión de ver de nuevo a Juanpe y, sobre todo, a Haitam, pero el jugador de ascendencia marroquí se volvió a lesionar al poco de entrar al campo sembrando preocupación entre sus compañeros, ante su reciente historial.

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El acoso visitante, sin ser un agobio persistente, se acentuó en los minutos finales. La tuvo Unzueta, en una buena combinación, con taconazo de Joaquín a Toni Abad, pero la mejor oportunidad la tuvo Castel nada más pisar el campo, en un remate de cabeza muy violento al larguero, en un centro de Puga. Fue un triunfo merecido, firmado a base de entrega en el inicio y de temple para conservar la ventaja.

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