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La huella que deja Fernando Puche en el malaguismo es imborrable. La prueba irrefutable es que el minuto de silencio con motivo de su fallecimiento ha sido interrumpido a los diez segundos por los cánticos de la afición blanquiazul, que lo aclamaron apasionadamente durante el transcurso del homenaje, improvisado por parte del club y sin uno protocolario debido a la muerte repentina de la figura. El que fuera presidente del Málaga durante 1997 hasta 2001, devolviendo al club a la Primera División desde Segunda B, y uno de los grandes artífices de la confección de una de las plantillas más memorables de la historia del cuadro de Martiricos, ha fallecido a los 78 años, y la hinchada malacitana ha querido hacer muestra de su afecto y estima por el mandatario y empresario malagueño.
La afición malaguista guarda con cariño todo lo que hizo Fernando Puche en su periplo al frente del Málaga, al llegar en una tumultuosa situación a la entidad y lograr estabilizar y mejorar la situación del club. Se va un malaguista de verdad, y la parroquia blanquiazul lo sabe y se despide de él con su apoyo incondicional.
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