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Escassi, en una de las numerosas acciones por alto durante el partido. agencia lof

El Málaga al fin rompe el maleficio fuera (0-1)

Sin excesiva mejoría en su juego, aprovechó su única oportunidad para lograr el primer triunfo como visitante tras doblegar al colista Alcorcón

Lunes, 3 de enero 2022

El Málaga al fin rompió el maleficio, pero conviene no engañarse: simplemente cumplió con su obligación. No es cuestión de restar mérito al triunfo, sino la constatación de una realidad. Sin mostrar excesiva mejoría en su juego, le bastó una oportunidad –y también después una ... soberbia parada de Dani Martín– para doblegar a un Alcorcón casi desahuciado y que además sólo fue en busca del triunfo tras verse con el marcador en contra, los últimos diez minutos. Al menos, la primera victoria a domicilio supone recobrar parte de la confianza perdida.

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Y conste que el primer capítulo tras la aparición de la variante Ómicron no deparó grandes sorpresas en el once del Málaga. Sin Juande ni Jozabed (ni el deseado Sekou, una anécdota en más de media temporada), José Alberto rompió la fragilísima pareja de centrales y apostó por Ismael Casas –en el que tampoco confía– en el puesto de Lombán, repescó al dúo Ramón-Escassi a los mandos y reiteró su confianza en Paulino en la media punta, como escolta de Chavarría, este lejos aún de su mejor forma. Es decir, escasas variantes porque tampoco es que sobren las alternativas para el asturiano.

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Eso sí, una cuestión es la limitación de efectivos, y otra, esa reiterada sensación de equipo con escaso vigor a domicilio, sin ambición ni consistencia. Frente a un rival hundido, que necesita un milagro para salvarse y que renunció a cualquier iniciativa para esperar el fallo (con un 5-4-1), los jugadores malaguistas confirmaron que el ritmo alto, la presión entusiasta y el dinamismo lo reservan exclusivamente para La Rosaleda. No es sólo que en la primera parte el equipo no tirara entre los palos –todo lo más, un disparo alto de Antoñín en el último suspiro y casi sin convicción pese a las facilidades de los adversarios–, sino que una y otra vez quedó de manifiesto la incapacidad para superar líneas y, sobre todo, para ganar duelos individuales en campo contrario que permitieran mover el árbol. Al Alcorcón le bastó con cierto orden (y tampoco para tirar cohetes) para evitar apuros.

Más allá de que nuevamente Ramón se perdió en ese juego horizontal e insulso que puede estancarlo definitivamente, queda muy poco de aquel Málaga que brillaba por su iniciativa en las bandas. En la izquierda Javi Jiménez no subió y Antoñín ni entró en juego (nada nuevo en ambos casos) mientras que en la derecha Víctor Gómez ha entrado en una monotonía preocupante y Jairo sí dejó destellos pero sin la energía necesaria. Únicamente las permutas de este último y de Paulino (en funciones de medio punta) permitieron albergar alguna esperanza, aunque en la mayoría de las ocasiones el último de ellos se resbaló, presumiblemente por una errónea elección de los tacos. Es más, la ocasión más clara fue para los locales, en una absurda falta de entendimiento entre dos veteranos como Peybernes y Escassi que le permitió al centrocampista Juanma presentarse ante Dani Martín, aunque su disparo se marchó cruzado. De haber sido Pablo Valcarce o Rubén Castro...

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El sopor de la primera parte se mantuvo en la reanudación sin que Alcorcón o Málaga dieran un paso adelante en busca del triunfo. El miedo a un error fatal presidió el duelo pese a que a los locales sólo les vale sumar de tres en tres mientras que los visitantes tendrán pocas oportunidades más fáciles para acabar con su pésima hoja de servicios a domicilio. Hubo que esperar un cuarto de hora para ver un cambio de piezas, que en el caso de José Alberto buscó más profundidad con Kevin y Paulino en las alas, así como más llegada desde la segunda línea con Ismael Gutiérrez. Ni por esas.

Durante casi veinte minutos el equipo siguió atascado de ideas, sin iniciativa ni convicción. Hasta que una simple diagonal de Víctor Gómez originó el gol. La falta al lateral, ejecutada por él mismo, desembocó en un córner rematado por Paulino en el segundo palo. El Alcorcón, que había incluido a otro delantero (Marc Gual), se fue arriba con todo y lanzó un asedio del que el Málaga salió vivo gracias a una estratosférica parada de Dani Martín. Al fin llegó el primer triunfo fuera y se rompió el maleficio.

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