Dolorosa derrota de un atrevido y ofensivo Málaga en un partido trepidante (2-1)

Los goles llegaron en el primer tiempo, pero en el segundo hizo más méritos el Málaga, que dispuso de varias oportunidades muy claras para igualar el encuentro, algo que hubiera sido crucial para el cuadro de Martiricos en el campo del líder de la categoría. Sergio Pellicer planteó el partido de una manera muy similar a su rival, con alternativas, intensidad y, sobre todo, mucho ritmo. De ahí que el choque se disputara casi siempre en ataque, en las dos bandas.

Pese a todo, la derrota no tiene importantes consecuencias en la clasificación para el Málaga, pues se mantiene la distancia de siete puntos con el descenso. Sigue ofreciendo buenas sensaciones, si bien ha cambiado la dinámica de los marcadores. La falta de acierto y los errores en el marcaje a Arana, autor de los dos goles locales, decidieron un partido muy atractivo para los espectadores. Un choque arbitrado por Eder Mallo, que dirigió el encuentro del ascenso del cuadro blanquiazul.

Pellicer sorprendió de entrada con la utilización de Ramón junto a Manu Molina en el centro del campo, intentando apostar por el control del balón. Y también cambió a los dos laterales, ofreciéndoles una nueva oportunidad a Gabilondo y Víctor García, mientras que el resto del equipo fue el previsible, el mismo que perdió en La Rosaleda. Y el arranque del partido fue trepidante, con intensidad, ritmo y espectáculo.

El Málaga estaba bien plantado y era atrevido, intentando neutralizar a un rival lanzado desde el primer instante. Y en la primera aproximación del cuadro de Martiricos llegó el deseado gol. Un gran disparo de Lobete desde fuera del área sirvió para abrir el marcador y también su cuenta goleadora. Enmudeció El Sardinero, que no se esperaba este arranque de partido. A partir de ahí el Racing fue a más, intentando hacer el empate rápido. Y lo consiguió diez minutos después con un córner y un remate de Arana en el primer palo. Un desajuste defensivo.

Le anularon un gol a Lobete, que estaba en fuera de juego. El Málaga intentaba reaccionar, pero su rival no lo dejaba con una fuerte presión y ataques rápidos. El partido parecía ya un correcalles, estaba completamente loco. Y el Racing insistía por las dos bandas sin gran éxito, pero poco después del ecuador del primer tiempo, Arana completó la remontada local con otro gol exactamente igual que el primero: saque de esquina desde la derecha del ataque y cabezazo en el primer palo. Increíble.

Pero el espectáculo siguió sin ninguna pausa. El Racing estaba completamente desatado, aunque el Málaga le plantó cara desde el primer instante. Y antes descanso el cuadro de Pellicer se rehizo y buscó el empate, y lo pudo conseguir en sendas ocasiones de Larrubia y Antoñito. Todo se mantenía invariable, con acciones de ida y vuelta sin parar, con un gran derroche físico de ambos equipos.

Y el ritmo no decayó ni un ápice en la reanudación. El Málaga salió dispuesto a buscar la igualada a toda costa ante un Racing que tenía dificultades ante un rival que le estaba planteando el partido de tú a tú. En la noche de Lobete, el atacante falló un 'mano a mano', aunque le señalaron fuera de juego. Pero él mismo marcó después otro gran tanto, pero el VAR lo anuló de nuevo por estar adelantado, pero por pocos centímetros. Una lástima para los pupilos de Pellicer, que merecían el empate. Incluso Manu Molina pudo marcar.