Despropósito de un Málaga ineficaz y cargado de carencias que pierde con uno más (2-0)

Los primeros minutos del encuentro fueron preocupantes, sin ritmo ni tampoco la atención necesaria. Fue un caos, un desastre que permitió al Albacete arrasar al Málaga, con dos goles y algunas oportunidades. El cuadro local se mostró como una apisonadora ante un rival débil y vulnerable en todas las líneas. Sólo la llegada de las dos primeras expulsiones permitieron que se estableciera algo más de equilibrio, pero sin que se observara la más mínima opción para una reacción seria. El bajón del equipo de Pellicer está más claro que nunca, quedando muchos de sus jugadores señalados en este momento clave del campeonato.

Hasta ahora los marcadores negativos parecían accidentes, pero lo visto en el Carlos Belmonte, en un partido caótico, llegó más lejos. El Málaga jugó seis minutos con dos jugadores más, mientras que después lo hizo hasta el final, más de una hora, con uno más (nueve contra diez). Pero la impotencia quedó patente. Los cambios introducidos no funcionaron al comienzo y tampoco lo hicieron los posteriores, con la titularidad de un Rahmani en baja forma y la utilización de Antoñito por la derecha. Un desastre completo que coloca al Málaga en una posición delicada, a expensas de sus rivales directos.

Pellicer hizo nuevamente muchos cambios tras la derrota de la semana anterior en La Rosaleda. Dio entrada a Luismi y Nelson tras cumplir la sanción y también apostó por tres variaciones más: utilizó nuevamente a Lobete y a Dioni, mientras que la sorpresa estuvo en la presencia de Rahmani, quedándose fuera Larrubia después de su mal partido contra el Cádiz. La fórmula de juego fue la habitual del técnico blanquiazul, aunque en esta ocasión sin un hombre creativo en el centro.

Y la pesadilla continuó para el Málaga en los primeros instantes del partido. La pasividad y falta de concentración en el arranque del choque le costó un error, un contragolpe, el desajuste de la defensa y el gol de Kofane. Un desastre de arriba a abajo. El equipo se asemejaba al del final del choque contra el Cádiz. Las intentonas visitantes en ataque quedaban anuladas por la debilidad, la vulnerabilidad en el trabajo defensivo.

Las imprecisiones siguieron, y no había lluvia. La pereza se mantenía con el paso de los minutos, lo que daba alas al Albacete, que pudo marcar de inmediato el segundo por medio del mismo jugador y tras un despeje en semifallo de Herrero. El remate final lo sacó Nelson desde la línea de meta. El Málaga no estaba en el partido, necesitaba un cambio profundo para recuperar el rigor en todas las líneas tras un arranque calamitoso.

El caos del Málaga se prolongaba mucho más. No era su día. El equipo no funcionaba. Los extremos apenas aparecían y el centro del campo no existía ante un rival que se jugaba también mucho. El Albacete estaba superando de una forma contundente a los blanquiazules, que recibieron el segundo en otro contragolpe llevado por Morcillo para batir a Herrero en una acción individual.

La película era ya de terror para el Málaga, que no esperaba un doble regalo de su rival cuando estaba completamente hundido: dos expulsiones consecutivas de jugadores locales. Un codazo de Kofane a Pastor le costó la primera roja al Albacete tras mediar el VAR. Y mientras se marchaba el autor del primer gol le llegaba la segunda, en este caso para Pacheco por unos gestos inapropiados. Cambiaba el partido, pero no del todo porque el colegiado intentó 'compensar' muy rápido al mostrarle también la roja a Izan Merino en una acción fortuita en la que dejó la pierna levantada.

El partido no podía estar más loco y extraño, condicionado por estas expulsiones, nada menos que tres. Con más espacios, nueve contra diez, todo seguía igual. Era imprescindible reestructurar al equipo malagueño para buscar una reacción que no llegaba de ninguna manera. El árbitro, además, estaba teniendo muchos problemas para controlar el encuentro. Pero el Málaga no reaccionaba y era el Albacete el que mandaba hasta los instantes finales, donde despertaron tímidamente los blanquiazules con dos opciones para Antoñito. Y el descanso llegó con 10 minutos de prolongación en un partido accidentado y polémico.

Pellicer hizo tres cambios para reactivar al equipo (entraron Larrubia, Baturina y Ochoa), pero muy pocos minutos después también se incorporaron Chupete y Kevin. Y como era previsible, los blanquiazules se volcaron sobre la meta contraria. Baturina y Kevin pudieron marcar. Este último tuvo una nueva ocasión como en el anterior encuentro, pero volvió a fallar. Se trataba de atacar para superar el muro local, aunque sin olvidar sus peligrosos contraataques.

El Málaga, de todas formas, mantenía un escaso criterio y muchas carencias a la hora de atacar. De ahí que sus opciones no fuesen suficientes. El Albacete se defendía como podía y amenazaba de vez en cuando… Pero todo se mantuvo igual ante la incapacidad de los visitantes para aprovechar la superioridad. Otro pésimo partido de los hombres de Pellicer, que miran ya hacia abajo.