Las continuas ausencias y el balón parado, debilidades y fortalezas del Numancia

La corriente entre el césped y la enfermería ha sido constante desde el inicio de la temporada, lo que ha impedido a López Garai conformar un once tipo que satisfaga su idea de juego. Cada semana ha tenido que improvisar cambios y esta vez ante el Málaga no es diferente.

El malagueño Escassi, un fijo en el once esta temporada que hace las veces de mediocentro defensivo pero también puede hacerlo de zaguera, por sanción, y Dani Nieto (banda atacante), Unai Medina (central fijo) y Luis Valcarce (lateral con jerarquía), por lesión.

No consiguen marcar de jugada combinativa desde el 1 de septiembre, ante el Lugo. El resto de tantos (cinco de los diez en total en lo que va de liga) han sido en jugadas de balón parado. De saque de esquina, de falta directa, o ejecuciones con estrategia.

Sus últimos cinco goles han sido fabricados en acciones en estático, tienen un gran peligro con la estrategia en mano, barajan varias situaciones en una larga lista de jugadas 'maestras' para aprovechar las a veces soporíferas pausas de en los partidos de extrema igualdad de la categoría.

Vienen mejorando la labor defensiva. A pesar de lo que puede aparentar la abultada derrota ante Las Palmas (3-0) de la pasada jornada, y que son el quinto equipo más goleado. El balance de los últimos cinco encuentros es bueno. No tuvieron un inicio claro en defensa pero han ido evolucionando y la mayoría de sus puntos han llegado por sacarle rentabilidad máxima a sus goles con la portería a cero.

El que más sobresale es Fran Villaba, cedido por el Valencia. Un mediapunta al uso pero con oficio de centrocampista. Como buen pelotero tiene un exquisito manejo del balón, sensación de verticalidad y la tensión del último pase. Hay otros jóvenes con estrella, como Yaw Yeboah, un extremo de 21 años fichado al Manchester City (que el año pasado lo cedió al Oviedo). Es muy veloz y lo demostrará en el verde de La Rosaleda.

La posesión no es sinónimo de triunfo, que se lo digan al Málaga, pero en Numancia la entienden como una defensa, una prevención, quizás también un termostato. Quieren tener el control de la pelota y combinan mucho, lo más parecido a lo que ya se vio en Málaga con la visita del Alcorcón, al que por cierto, no le valió hacerse con la pelota; perdieron, aunque pusieron cara la derrota.