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Regalar o intercambiar sus camisetas de juego por la del rival es una práctica habitual entre los futbolistas. Es una escena que se produce en casi todos los finales de los partidos y se ha interiorizado como una parte más del decorado, sin que el gran público se pare a pensar en los entresijo y sobre quién costea esas prendas. Pero la insólita escena del futbolista del Málaga Dani Lorenzo explicándole primero a un aficionado que el club ya le cobra las prendas que se queda o regala, y vendiéndole después su camiseta por 50 euros, ha despertado el interés por conocer más detalles del asunto.
¿Cuántas camisetas gratis tienen los futbolistas del Málaga para poder regalarlas o quedárselas de recuerdo? ¿Cuánto pagan los jugadores por las unidades extra? Pues bien, según ha podido saber este medio, los jugadores del Málaga esta temporada 23-24 tienen un total de hasta seis equipaciones completas (de la formación local y las visitantes), con su talla particular, la serigrafía con su nombre y dorsal en la camiseta y el pantalón, además de las calcetas. Cada miembro de la plantilla tiene este fondo de armario y puede ir gestionándose como lo desee.
Evidentemente, el club repone de su parte las equipaciones que se rompen por un tirón durante el partido u otros desperfectos de este estilo, pero si no es el caso los jugadores son responsables de reutilizarlas o no de un encuentro a otro. Las mismas fuentes valoran que estas son unas condiciones muy similares a las implantadas en los equipos de élite, y que no se trata de una cuestión moderna porque históricamente los clubes siempre han sido muy exhaustivos con el material. Así que se puede decir que el Málaga tiene cierta manga ancha con sus futbolistas. De hecho, suelen regalarle a los jugadores las camisetas de sus presentaciones oficiales o de momentos especiales como la equipación del 120 aniversario utilizada frente al Ceuta este curso.
Lo que ahora le ocurre a Dani Lorenzo, y así está también la gran mayoría de sus compañeros, es que ya ha agotado este cupo de seis equipaciones y todo el material nuevo que le pida al utillero se le descuenta de la nómina. En el caso de las camisetas, los jugadores del Málaga la tienen que pagar al precio normal, aunque con un descuento de empleado, que es del 25% y también tiene un tope. Es decir, el coste es de 53 euros aproximadamente, por lo que algún compañero le ha bromeado a Dani Lorenzo porque la vendió más barata y le perdió al negocio.
Aunque que precisamente lo que menos pretendía hacer Dani Lorenzo era negocio con su camiseta, todo lo contrario. Sólo quiso quedar bien con el aficionado, que le sorprendió sacándose un billete del bolsillo como si lo llevase preparado. El joven malaguista, de 21 años, que acababa de cuajar otro gran partido dando la asistencia del gol decisivo para ganar al Atlético B, se vio de pronto en una encerrona por su sinceridad y salió del paso satisfaciendo el deseo del seguidor blanquiazul.
Sin embargo, el vídeo del momento se hizo viral al instante en las redes sociales y se vio obligado a pedir disculpas públicas ante la polémica generada. «Ha sido muy rápido. Para que la gente lo entienda, estamos en Primera RFEF, no soy millonario, ya me gustaría. A nosotros nos dan un número de camisetas para repartir y yo ya lo he pasado. A partir de ahí el club nos las cobra. Se lo comenté al hombre que estaba en la grada y él me sacó 50 euros. Me pilló tan de sorpresa que me lo ofreciera que reaccioné de la forma más natural de cogerlo y cambiarla, pero ahora pensándolo bien no debería haberlo cogido. Lo he hecho con toda la buena fe del mundo, espero que la gente lo entienda», expresó arrepentido Dani Lorenzo.
El tema ha centrado el debate en el malaguismo, que en general ha comprendido la postura del jugado, aunque lamenta que la imagen proyectada deje en mal lugar al equipo de La Rosaleda. Igualmente, se espera que este episodio quede en anécdota y sirva para que la afición entienda que cuando un jugador regala su camiseta también está haciendo un esfuerzo por su parte. Lo normal es que los futbolistas tengan muchos compromisos familiares y de amistad, además de querer formar su colección particular con camisetas propias y de otros compañeros.
A raíz de esta última anécdota, en el Málaga también se recuerda cuando Catanha se fue traspasado al Celta de Vigo y el presidente blanquiazul de aquella época, Fernando Puche, se reunió con el delantero hispanobrasileño para ajustar cuentas de todas las camisetas que había regalado esa temporada. Y claro, Catanha protestó porque entendía que ya dejaba suficiente dinero en el club con su traspaso por 2.000 millones de pesetas aproximadamente. En cambio, Puche entendió que no podía dejarlo pasar porque «el tema de las camisetas es sagrado y es igual para todos los jugadores». En aquellos tiempos los jugadores estaban más limitados incluso que ahora en este sentido.
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