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Al Málaga no le salieron los planes. Un penalti relativamente pronto cambió el partido en una noche en la que volvieron algunos ausentes y debutaron ... los dos recién llegados: Febas y Vadillo. En un choque extraño, el cuadro blanquiazuil volvió a recibir goles poco previsibles y estuvo contra las cuerdas hasta los minutos finales, en los que reaccionó ante un Sporting que pretendía guardar su botín y dejó todo en manos del contraataque para resolver el choque. Cuando el final se aproximaba, sin embargo, Ramón desatascó a su equipo con un espectacular disparo desde fuera del área que entró por una escuadra y permitió que el partido se igualara otra vez.
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Los nuevos ofrecieron buenas sensaciones, lo que abre la puerta a la esperanza de una afición que no podía soportar una nueva derrota. Los dos goles de penalti, uno para cada equipo (Brandon fue el autor del tanto malaguista), equilibraron otra vez el partido, pero el segundo del cuadro asturiano, marcado por Kravets en una especie de centro que se 'envenenó' para entrar en la portería de Dani Martín, hizo mucho daño a los blanquiazules al borde del descanso. Y la reacción final le costó más de lo previsto ante un rival que se defendió bien y pensó que se llevaría el triunfo.
El punto sumado, pese a todo, aleja un poco más al Málaga de las plazas altas de la clasificación, que son a las que aspira cara a la segunda vuelta del campeonato. Con una plantilla ya casi completa y reforzada, el equipo de Martiricos deberá elevar su nivel de exigencia para recuperar anteriores rachas y escalar posiciones. Ante el Sporting se vieron todavía algunas lagunas que deberán solucionarse de inmediato, tras el parón.
Antes del debut de los dos nuevos fichajes, José Alberto apostó por un once con menos ausencias, más parecido a hace algunos meses. Las recuperaciones comienzan a llegar y el entrenador pudo contar de entrada con Juande, Roberto, Kevin o Ramón (estos dos últimos participaron ya en el choque de Alcorcón). Y el arranque del encuentro era prometedor para el Málaga, disfrutando del control del juego, pero sin gran profundidad. Paulino y Kevin ensayaron sendos disparos desde lejos que apenas inquietaron a Mariño.
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El Sporting no podía superar el centro del campo, dominado en todo momento por su rival, hasta que en la primera acción de ataque, Kevin derribó a Puma Rodríguez en el área y el árbitro acabó señalando el penalti tras avisarle desde la sala VOR y después de observar él mismo las imágenes. Parecía increíble, pero la incontrolada entrada del joven en un lugar poco propicio para él acabó con esa ventaja visitante después del tanto marcado por Djurdjevic al transformar la pena máxima.
Adiós a los planes de José Alberto con un gol tan temprano e inesperado. Aunque acusó el golpe, el equipo blanquiazul se recuperó y pasó a dominar e insistió en su control, aunque el Sporting, crecido por el tanto, apretaba al contragolpe. Pero diez minutos después ocurrió algo parecido en el área sportinguista: Escassi se va al suelo tras la entrada por detrás de Granjera. Sagués Oscoz no señaló nada, pero lo advirtieron de nuevo y se marchó al monitor para finalmente pitar el penalti. Brandon no perdonó para igualar las fuerzas ante un público, como siempre, entregado.
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De nuevo a la casilla de salida. El Málaga recuperó la alegría para afrontar la hora que quedaba de partido. Un bloque fuerte y dominador ofrecía cierta esperanza al público blanquiazul. Aunque, tras un corto periodo con escasas novedades, los fantasmas volvieron a aparecer y en una subida por la izquierda, el lateral Kravets centró y el balón sorprendió a Dani Martín, que fue superado de forma irremediable, y entró en la portería ante el asombro de todos, incluido el propio autor del disparo. Otra losa, esta más consistente, sobre los malaguistas a pocos minutos para el descanso.
Con el debut de Febas de entrada por Juande (Escassi pasó a la defensa), el Málaga quiso buscar la meta contraria con la mente puesta en la remontada. El dominio era claro, pero el Sporting se cerraba bien. Lo intentaron Víctor Gómez y Brandon, pero fue este último el que tuvo la ocasión más clara: Berrocal se deja atrás el balón y el delantero se queda solo ante Mariño, sin que pudiera resolver tras un quiebro que le salió mal. José Alberto sacó entonces a Sekou y Jozabed, y más adelante al otro debutante: Vadillo.
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El equipo de José Alberto estableció un monólogo claro ante un Sporting que sólo quería mantener la renta. Con el empuje malaguista llegó una oportunidad para Febas en un disparo lejano y otra más de Sekou. Con el Málaga volcado y ofreciendo una buena imagen los debutantes, apareció el deseado empate: disparo de Paulino que obligó a lucirse a Mariño, pero el rechace lo cogió Ramón, que lo mandó a la escuadra. Un golazo para un justo y merecido empate. A partir de ahí el asedio fue constante de un Málaga que no pudo pasar de esta igualada.
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