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Parece claro que Luis de la Fuente se ha adaptado muy bien al cargo de seleccionador y que tiene las ideas muy claras, según intentó ... demostrar este lunes. Su misión es complicada, pues, además de conseguir triunfos, debe elegir a los que considera los mejores jugadores, con las discrepancias que esto siempre conlleva. Pero algunas veces llaman la atención determinadas decisiones, entendiendo que se hacen en todo momento sin ninguna intencionalidad. Es el caso del malagueño Brahim, uno de los futbolistas españoles más en forma. Jugará con Marruecos, quizás porque se ha cansado de esperar a De la Fuente y a la Federación, algo que, probablemente, ha herido la sensibilidad del seleccionador. Dice que no ha hablado con el jugador, pero le lanzó una grave insinuación o acusación, impropia del responsable del equipo nacional: «Lo más importante es querer, sin exigencias y sin condiciones, en igualdad de derechos y obligaciones con el resto». Entonces sabe lo que piensa el jugador. ¿Quién se lo ha dicho? ¿A qué juega?
¿Qué quiere decir De la Fuentes con sus palabras de este lunes? ¿Brahim le ha exigido algo o ha puesto condiciones para acudir a la selección? Pues que hable claro y diga en qué se basa o que guarde silencio y no ponga al jugador a los pies de los caballos. Porque se considera que, con sus palabras, se refiere al malagueño y asegura que desde la Federación o él mismo nunca hablan con los jugadores estos temas, con ninguno. Es evidente que esta salida, vista desde fuera, improcedente y escasamente respetuosa responde al malestar del seleccionador por los acontecimientos que rodean este asunto.
Si bien es necesario conocer que De la Fuente nunca convocó a Brahim desde que llegó a la primera selección española allá por el final de 2022, seguramente porque no lo consideraría a la altura de otros que sí acudieron a su llamada. Ni siquiera lo hizo cuando España jugó en La Rosaleda. Pero el jugador había despuntado en el Milan, cedido por el Madrid, mientras que otros suplentes de equipos importantes vestían La Roja paralelamente. Aunque la historia arranca desde los Juegos, donde el malagueño, siendo de los destacados de la sub-21, no estuvo. Ahora parecía que sí, pues ya figuraba en una prelista. Pero quizá haya llegado tarde, pero, como se ve, él dispone de muchas alternativas…
¿Cuántos jugadores de los que va a convocar están en mejor forma que Brahim o cuántos son capaces de utilizar las dos piernas a su nivel? De la Fuente y desde la Federación quizás deberían haber prestado una mayor atención a un jugador como Brahim, aunque no sea tan importante como otros.
Sobre la decisión del malagueño, el seleccionador también comentó esto: «Respeto total, absolutamente, a su postura. Cada uno debe tomar sus decisiones. Pero también he dicho siempre que hay tres máximas a la hora de ser seleccionado: una, en este caso, que pueda jugar la selección; dos, que quiera hacerlo, y tres, que el seleccionador lo convoque».
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