La grada de La Rosaleda ovaciona a Guede y transmite ilusiones renovadas

Aún así, el ruido fue el mismo en el campo malaguista, que llegó a uno de sus puntos más altos cuando sonó el nombre de Pablo Guede por la megafonía. Una ovación surgió entre los aficionados, que aplaudieron para mostrar su apoyo unánime al cambio de técnico y el fichaje del argentino, héroe del ascenso del Málaga a Segunda en 1998. Se volvió a repetir poco después el nombre del técnico coreado poco después de conseguir el 2-0.

El ambiente terminó de completarse con el gol tempranero de Brandon. A partir de ahí la afición se entregó al partido y se prestó para reaccionar a cada jugada. La garra que demostró el equipo contagió a los aficionados, también cuando tocó presionar al colegiado. Y no renunció al buen momento después de ver como el equipo encajó el empate en apenas cinco minutos. El entrenador, Pablo Guede, se mostró muy agradecido por la acogida y brindó la gran parte del mérito a sus jugadores.

«Lo que hemos vivido es una cosa de dentro hacia afuera, porque si el equipo no hubiera corrido y jugado como hoy no tendríamos enchufada a la grada», analizó el técnico argentino. Al final del encuentro, la grada agradeció la imagen ofrecida por el Málaga, que dista radicalmente con el anterior choque en Martiricos frent al Huesca. El resultado del nuevo jefe del vestuario se quedó a medias en cuanto a puntos, pero en general el malaguismo valoró positivamente en partido contra el Valladolid, uno de los claros aspirantes al ascenso.