Demasiado castigo para un Málaga equilibrado y trabajador (0-1)

Antonio Góngora

Domingo, 8 de marzo 2020 | Actualizado 09/03/2020 00:26h.

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Una triste jornada para el Málaga. La suerte le dio la espalda. En un partido equilibrado y con pocas oportunidades sufrió una derrota injusta ante su público, en La Rosaleda, frente a un Zaragoza que lucha por la zona más alta de la tabla. El gol encajado en los últimos minutos fue demasiado castigo para un equipo blanquiazul ordenado, trabajador y que dispuso de más opciones para marcar que su rival.

Un desajuste importante en defensa por la pérdida del balón de Ismael, unido a una salida precipitada de Munir llevó al cuadro aragonés a marcar y a llevarse tres puntos cuando todo hacía indicar que el choque tenía muchas posibilidades de acabar en empate. Fue un duro golpe para los aficionados, que en el Día de la Mujer volvieron a ofrecer su apoyo incondicional al equipo para mantener una racha muy positiva que llega a su fin. El Málaga sigue situado en la zona media de la clasificación, aunque los equipos del descenso se aproximan un poco tras la derrota.

Pellicer apenas hizo modificaciones en su once, salvo la entrada de Adrián tras cumplir un partido de sanción. El 'sacrificado' fue Keidi, que deberá alcanzar de nuevo el ritmo de juego que tenía antes de la lesión para volver a convertirse en un fijo en el equipo (salió en la segunda parte). Apostó por Luis Muñoz y Adrián en el centro. El Málaga ejerció una fuerte presión desde el arranque para frenar el fútbol de dominio y control de un Zaragoza que esta campaña está a su mejor nivel de los últimos años. El comienzo, pese a todo, estuvo rodeado de imprecisiones y pérdidas por los dos equipos, lo que alejó el balón de las áreas e impidió que llegaran ocasiones.

En un partido muy táctico, aunque sin renunciar ninguno al juego combinativo y de ataque, se extremaron las medidas para reducir al mínimo los riegos. El Málaga ejercía de local, quería llevar el peso del encuentro, pero no le importaba que el rival dispusiera de más posesión, sobre todo en su propio campo. Con el paso de los minutos, sin embargo, la insistencia de los malaguistas era mayor, con más profundidad y con la aparición de las primeras opciones para marcar.

Tras una primera aproximación de peligro de Puado, Sadiku y después Pacheco lo intentaron en sendos lanzamientos que se marcharon fuera por muy poco. Luego lo intentó de nuevo Puado en una acción a la que finalmente respondió Munir, que se le echó encima en un remate difícil dentro del área. En la fase final del primer periodo sí debió adelantarse el Málaga, pero la suerte no lo acompañó en dos ocasiones de Juanpi, una de ellas clara (se le marchó el disparo en una gran jugada individual) y una más Adrián, en un espectacular remate de cabeza que se le marchó fuera por centímetros (esta fue la mejor de los blanquiazules antes del descanso).

Igual que en Las Palmas, el Málaga cedió el control al rival en el arranque del segundo tiempo, lo que le costó que el Zaragoza dispusiera de dos ocasiones para marcar por medio de Soro y Puado, aunque antes le anularon un gol de Sadiku por fuera de juego de Tete, que fue el que centró el balón. Con Keidi en el campo, el cuadro blanquiazul fue equilibrando poco a poco el encuentro y comenzó, incluso, a ponerle cerco a la meta contraria a medida que se acercaba el final del choque.

Y dispuso de alguna aproximación de peligro, con una oportunidad, incluso, de Adrián, pero el Zaragoza no renunciaba al gol, y lo consiguió en una acción aislada en la que se dieron varios desajustes seguidos, de la defensa en el flanco derecho (una pérdida de balón) y del portero (antes había salvado a su equipo), que salió a por el balón y dejó la puerta desguarnecida para que Luis Suárez marcara desde lejos. Ya casi sin tiempo lo intentó el Málaga de todos los modos posibles, pero no pudo ser y el equipo de Pellicer sufrió una derrota en casa. Un duro castigo.

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