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«Trabajan con herramientas tecnológicas sofisticadas de última generación. Los sicarios tienen más y mejores medios que nosotros». Llevan coches más rápidos, armas más potentes ... y se mueven en redes internacionales que dificultan su captura. Los principales sindicatos policiales aseguran que la lucha contra el crimen organizado debe suponer una transformación en las plantillas policiales para equilibrar las fuerzas y prevenir los enfrentamientos.
Tres sindicatos de la Policía Nacional (JUPOL, SUP y UFP) coinciden en varios puntos. El primero y más inmediato:un refuerzo de las plantillas, medida que consideran a todas luces «urgente». El portavoz de JUPOL, Miguel Millán, indica que, además de la «importante labor de investigación», es necesario un refuerzo de la presencia policial. «Generalmente los sicarios transportan las armas en los vehículos, algo que de por sí es un delito, y si tenemos en cuenta que son gente extremadamente cauta y que en muchos casos tienen antecedentes, si empieza a haber un mayor número de controles, probablemente se lo piensen dos veces».
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Millán recuerda que en Málaga hay una merma en las plantillas, como en el resto del país, ya que no se cubre la tasa de reposición. «Cuando salen los nuevos compañeros de la academia acaban en Madrid y Barcelona, aquí llegan muy pocos». Considera que deben llevar más agentes a la Costa del Sol, ya que por más que los grupos de investigación estén trabajando al cien por cien, la presencia de agentes uniformados en los Dispositivos Estáticos de Control (DEC) es lo que refuerza la «sensación de seguridad del ciudadano».
La secretaria general de SUPen Andalucía, Mariló Valencia, coincide con la necesidad de aumentar las plantillas y va más allá:«Llevamos años avisando de que hace falta cambiar el modelo policial desde que empezó a asentarse el crimen organizado en la Costa». Valencia asegura que las mafias están trabajando a lo largo del litoral andaluz de forma interconectada con núcleos internacionales, y para combatir eso hace falta mejorar la coordinación entre Policía Nacional y Guardia Civil. «La ley de colaboración está obsoleta, es de 1986», añade.
En cuanto a los medios, Mariló Valencia pone sobre la mesa que el 30% de la plantilla no tiene chaleco antibalas «pese a los tiroteos» y asegura que algunos compañeros compran de su bolsillo discos duros y teleobjetivos para la investigación. Coincide con ella Susana Corrales, del UFP, que añade el problema de los vehículos. «Tenemos coches en un estado lamentable para perseguir a sicarios que escapan a toda velocidad».
Desde la Asociación Unificada de Guardias Civiles recalcan la necesidad de ampliar la plantilla de Mijas, localidad en la que solo hay dos patrullas simultáneas pese a que está siendo el foco de muchos de los ajustes de cuentas. De hecho, esta agrupación envió recientemente un escrito al Ministerio del Interior pidiendo la presencia del Grupo de Reserva y Seguridad (GRS), con base en Sevilla, para aplacar de forma inmediata la «creciente» tensión en el municipio.
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