Las relaciones entre el PP y Ciudadanos se tensan por el 'caso Cassá'

La cuerda de las relaciones entre el PP y Ciudadanos, socios de gobierno en la Diputación y el Ayuntamiento de Málaga, se vuelve a tensionar a cuenta de la inclusión de Juan Cassá –abandonó la formación naranja a principios de mayo– en el equipo de gobierno de la institución provincial. Ciudadanos endureció este martes el tono acusando a Cassá de «tránsfuga» y exigiendo al PP que rectifique y retire a Cassá sus competencias como portavoz del equipo de gobierno y delegado de Relaciones Institucionales en el ente supramunicipal y su sueldo de 73.422 euros brutos anuales. Los populares niegan que este sea un caso de transfuguismo.

Noelia Losada y Juan Carlos Maldonado, portavoces de Ciudadanos en el Ayuntamiento y en la Diputación respectivamente, comparecieron ayer de forma conjunta en la sede del partido para mostrar una imagen de unidad de acción y exigir al PP «una rectificación». Para ello, el partido naranja presentó una moción urgente que se debatirá hoy en el pleno de la institución provincial donde exige que se cumpla lo recogido en el pacto antitransfuguismo de 2006 y se saque a Cassá del equipo de gobierno.

Ciudadanos, en una posición avalada por la dirección nacional del partido que ha tomado cartas en el asunto y de la que dependerán los futuros movimientos que puedan producirse, defiende que la actitud de Cassá encaja «perfectamente» en la definición de tránsfuga del pacto de 2006, donde se recoge que se entiende por tal a quienes «pactan con otras fuerzas para cambiar o mantener la mayoría gobernante en una entidad local, o bien dificultan o hacen imposible a dicha mayoría el gobierno de la entidad».

Una interpretación de la que difieren los populares. Tanto el portavoz en la Diputación, Francisco Oblaré, como el presidente provincial del PP, Elías Bendodo, insistieron ayer en que no hay transfuguismo por lo que la moción de Ciudadanos «carece de sentido».

Bendodo defendió que Cassá no tienen ninguna responsabilidad ejecutiva ni está en la junta de gobierno de la institución, mientras que Oblaré sostuvo que el paso de Cassá a diputado no adscrito «no se puede calificar de transfuguismo» porque no ha supuesto ningún cambio respecto a la postura que venía manteniendo desde el inicio de mandato, cuando estaba en Ciudadanos, y apoyaba al actual equipo de gobierno.

Oblaré, quien recordó que tránsfuga es Lucía Cuín, que salió elegida concejala por Vox en Torremolinos y abandonó su partido para apoyar la votación como alcalde de esta localidad del socialista José Ortiz, pidió a Maldonado «que deje de entrar en el juego del PSOE, y sea fiel» al acuerdo alcanzado en su día con el PP.

El portavoz popular instó a Ciudadanos a «dejar de perder el tiempo en divagaciones» y subrayó que la prioridad es la puesta en marcha del Plan Málaga para la recuperación social y económica de la provincia. Mientras que Elías Bendodo apeló a la estabilidad «por el bien de Málaga».

Maldonado y Losada insistieron en que su partido vino a la política para regenerarla y no pueden compartir prácticas que «fomentan el transfuguismo» y «denigran» a la política y subrayaron que Ciudadanos es un partido «leal» que contribuye a garantizar la estabilidad en las instituciones donde gobierna.

Preguntados sobre si dejarán el gobierno y pasarán a la oposición en el Ayuntamiento y la Diputación si el PP no atiende sus demandas, Juan Carlos Maldonado y Noelia Losada manifestaron que no barajan ahora mismo otro escenario que la rectificación del PP y la vuelta a la anterior situación. «El PP aún está a tiempo de rectificar», dijo Losada.

Asimismo, Juan Carlos Maldonado negó haber participado en las negociaciones del PP para integrar a Juan Cassá en el equipo de gobierno y que cuando el presidente de la Diputación, Francisco Salado, se lo comunicó le dijo que no era una decisión que él pudiera tomar y debía hablar con la dirección nacional de Ciudadanos.

Por su parte, desde el PSOE el diputado y secretario de Organización, Javier Jerez, anunció que apoyarán la moción de Ciudadanos y acusó a Salado de provocar «la mayor crisis institucional» en el ente supramunicipal desde que gobierna el PP y de convertirse en «la marioneta» de Bendodo.

«El PP y Salado en lugar de estar preocupados por la gestión de la crisis de la pandemia, en lugar de preocuparse por salvar el empleo de los malagueños, están preocupados por sus propios intereses», criticó Jerez.

Mientras que Teresa Sánchez, portavoz de Adelante, recordó que su formación ya mostró su «descontento y estupor» con el nombramiento de Cassá porque «no es de recibo que con el dinero de los malagueños se premie» la actitud del político asturiano.