La pandemia también impacta en los principales polos de atracción de la provincia de Málaga

En el caso del Sitio de los Dólmenes de Antequera, que es el único espacio Patrimonio de la Humanidad de la provincia, ha pasado de las 210.021 visitas de 2019 a las 68.388 de 2020, siendo recinto de acceso gratuito. El eje reconocido por la Unesco tiene además el paraje natural de El Torcal de Antequera y la Peña de los Enamorados. En el paisaje kárstico, pasó de las 192.536 a las 65.118 del pasado año, a las que hay que sumar quienes entran directamente para adentrarse en sus laberintos de piedra, que ningún año se pueden contabilizar. Ser uno de los referentes mundiales y estar cerrado o no recibir visita alguna, evidencia la crisis monumental.

El año 2020 empezó con buenas cifras en la zona prehistórica: 10.888 visitas en enero y 18.044 en febrero, pero desde marzo a junio, con el inicio de las restricciones y el cierre por el confinamiento, bajaron los números. Ya en el verano se contó con 4.787 personas en julio, 7.843 en agosto y con 9.067 en octubre, pero el cierre perimetral de Antequera llevó a las 798 de noviembre. En lo que va de año, enero ha tenido 1.937 y hasta el 26 de febrero, 1.479 visitantes, nada que ver con las cifras de ejercicios anteriores.

«Aunque se haya cerrado al público durante el confinamiento, siempre ha estado vigilado y custodiados los dólmenes las 24 horas», destaca su director, Bartolomé Ruiz. A las visitas individuales se ha notado la falta de excursiones. «Desde que comenzó la pandemia, no recibimos visita de autobuses, lo que merma la estadística; sólo vienen personas a pie o en coche, que con los cierres perimetrales se ha reducido con creces a los vecinos de la ». Spropia Antequerae ha señalizado una ruta de entrada y salida, bordeando los túmulos para evitar que coincidan quienes entran y salen, así como se limita el acceso al interior de los monumentos por ser pequeños recintos con la misma zona de entrada y salida.

A pesar de la bajada de los números, Ruiz destaca como aspecto positivo la conclusión del edificio museístico que se recepciona definitivamente por parte de la Junta de Andalucía este 28 de febrero y con «el esfuerzo titánico por mantener el festival Mengastones, que conmemora el aniversario de ser Patrimonio Mundial. El evento tuvo una acogida espectacular durante todo el verano, con un programa cultural de bastante nivel», como los conciertos de la pianista Paula Coronas, que propició un acuerdo con Canal Sur para transmitirlos desde la cadena autonómica. El respaldo del presupuesto público no ha dejado de abrirlo y se aprovechan estos meses atípicos para la puesta en valor del museo y su apertura entre finales de 2021 y principios de 2022.

La última semana de febrero abrió de nuevo las puertas la Cueva de Nerja, tras perder más de la mitad de sus visitantes en 2020, cuando apenas se contabilizaron 140.000 entradas vendidas, frente a las 410.000 de 2019. Aunque empezaron de nuevo con un centenar de visitas diarias, se ha lanzado la oferta de entrada gratis para los niños menores de 12 años, lo que lleva a una previsión de un millar de visitas diarias desde este fin de semana y esperan remontar el tiempo y las visitas perdidas.

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«Estamos contentos, dentro de la situación de limitaciones que hay», expresa el gerente de la Fundación, Chema Domínguez. Para mantenerla abierta han tenido que pedir tres préstamos de las líneas del ICO, por un importe aproximado de 1,3 millones de euros, para hacer frente al pago de las nóminas de sus treinta empleados fijos. «Estamos a la expectativa, llevamos ya casi un año con esta pesadilla y no sabemos cuándo podrá reconducirse la situación, quiero ser optimista y pensar que para abril o mayo podamos empezar a recibir de nuevo flujos importantes de visitantes».

Mientras que en la Cueva del Tesoro de Rincón de la Victoria perdió la mitad de sus visitantes por la pandemia, de 60.000 a 30.000 personas. En enero pasado recibió 826 visitas, frente a las 3.273 del mismo mes de 2020. El consistorio rinconero va a tratar de alcanzar un acuerdo con los dueños para ampliar su gestión. Sin embargo, de momento, las posturas están todavía distantes. El concejal responsable de la gruta, Antonio José Martín, se limita a asegurar que el asunto «está en manos del secretario municipal, que lo está estudiando detenidamente».

Es uno de los últimos grandes reclamos del interior de la provincia donde en abril de 2019 alcanzó su récord mensual: 26.832 personas. Un año después, el mismo mes, no tuvo ninguna al tener que cerrarse. De esperar un 2020 histórico, a tener que cerrar sus puertas. Se pasó de las 299.347 de 2019 a las tan solo 164.178 usuarios de 2020. «No hemos llegado ni al 40 por ciento de 2019, algo que afecta a todas las empresas de la zona, ya que el Caminito mueve diariamente a 1.100 personas», expone Fernando García, presidente de Guadalhorce Turismo y gerente del Hotel 'La Garganta'.

Como dato esperanzador, cada vez que se abre la movilidad de municipios y provincias, suben las cifras. En el año pasado, septiembre contó con 27.157 visitantes, superando los mejores meses del 2019. «Hemos perdido más dinero que estando cerrados por el coste de la implantación de las medidas sanitarias, pero no hemos querido perder esa ilusión y hemos abierto. Seguimos luchando para no perder los puestos de trabajo, pero no se nos reconoce esa labor», explica García.

Tras un buen verano, la Navidad no alcanzó a las cifras esperadas. Las restricciones bajaron la media mensual a 4.258 visitantes en noviembre y 5.367 en diciembre, frente a las más de 22.500 visitas registradas en los mismos meses de 2019. «Estoy convencido de que el Caminito volverá a ser un equipamiento turístico de primer nivel, que seguirá dinamizando la actividad de la zona, siendo motor económico y de empleo en los municipios de su área de influencia», subraya Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga. Todos los deseos en el sector turístico y cultural del interior están supeditados a la salud, la apertura de fronteras y la visita inicial de las provincias andaluzas, mientras que se reabra el paso normal por el país y la llegada de los turistas. Mientras, bajada de estadísticas, cierres y problemas económicos para las empresas privadas.