Las organizaciones agrarias anuncian una gran tractorada en Málaga para el 21 de febrero

No será el primer acto, pero sí está llamado a ser el más notable. Para el próximo 14 de febrero, las asociaciones han acordado sucesivos cortes en diferentes carreteras de la provincia a partir de las diez de la mañana (A-45 Km 86 a la altura de San Benito, A-92 Km 149 a la altura de El Faro, A-92M Km 7 a la altura de Paneque y A-384 Km en el cruce de Almargen). Hay una gran diferencia: estas protestas estarán comunicadas en hora y forma a la Subdelegación del Gobierno y contarán, por tanto, con amparo legal. Hasta el momento, las movilizaciones se están realizando al margen de las asociaciones agrarias. En diferentes canalas de Whatsapp, los agricultores se intercambian y se citan para las protestas casi al minuto.

El gerente de Cooperativas Agro-Alimentarias, Carlos Cinta, expuso que todas estas movilizaciones se realizan con el afán de «hacer el mínimo daño posible» a los ciudadanos. Pero añadió que las protestas son inevitables para que «se nos escuche de una vez por todas». «La situación del campo es malísima. Cada vez tenemos más burocracia. Nos obligan a ser gestor, fiscal y contable», lamentó.

La extensa comparecencia no fue solo un acto para reivindicar la utilidad de las asociaciones agrarias tradicionales. Fue también una enmienda a las actuales políticas agrarias de la Unión Europea. Se expusieron diez puntos. Desde la simplificación de la PAC a la exigencia de cláusulas para controlar la entrada de productos de fuera de la Unión Europea.

El secretario general de Coag, Antonio Rodríguez, apeló a los políticos y a la población. «Esto no es solo un problema de los agricultores, es un problema de toda la población. Quién come si nosotros no producimos alimentos», advirtió. El ejemplo de los productores de limones en el Valle del Guadalhorce salió a relucir. «¿Qué sentido tiene que estemos comiendo limones que vienen de Sudáfrica y los de aquí se están pudriendo en el suelo?», se preguntó.

El presidente de Asaja, Baldomero Bellido, señaló que las políticas agrarias que se diseñen en Bruselas se han convertido en «una gran traba». Directamente, aseguró que suponen «un peligro a nuestra forma de vivir y producir alimento en los pueblos» y que no podrían estar más alejadas de las necesidades reales que plantea el mundo rural. En la misma línea se mostró también el secretario general de UPA en Málaga, Francisco Moscoso, También pidió a los consumidores que «miren muy bien de dónde viene el producto cuando lo compran».

Por parte de la llamada Plafatorma6F, que quiere atribuirse protagonismo en las protestas del campo, también se quiere sumar ahora al sector de los transportistas a la movilización. Este sábado, en Madrid, fue aprobada una huelga de los transportistas. Este domingo, hubo incidencias en la entrada a Mercamálaga, pero, al menos de momento, estas movilizaciones son minoritarias y no están siendo secundadas por la mayoría de los transportistas.

Las asociaciones agrarias, en todo caso, quisieron desmarcarse de este intento de aunar ambas causas. Antonio Rodríguez de COAG fue claro al respecto: «Respeto cualquier movilización o malestar que pueda tener el sector del transporte. Pero creo que los agricultores tenemos problemas suficientes como para tratar lo nuestro por separado. Al meterlo todo en el mismo saco corremos el riesgo de que nuestras exigencias se diluyan en una posible negociación. El sector agrario tiene que ir a lo suyo».

Por ahora, así se aseguró, no existe ninguna comunicación entre asociaciones y el Gobierno central. Los representantes de las mismas entienden que, en algún momento, el ministro de Agricultura, Luis Planas, tendrá que mover ficha para buscar un encuentro que se traduzca en medidas concretas. Hasta que esto no ocurra, se insistió, no pararán las movilizaciones.