125 niños en la provincia a la espera de una familia

«Hay críos para los que, directamente, no hay ofrecimientos de posibles padres adoptivos: son menores con más de siete años, que cuentan con necesidades especiales o forman parte de un grupo de hermanos que, a priori, no queremos separar», detalla Sarabia. 

Estos pequeños suman cerca del 40% de los que buscan una familia en Málaga y, a pesar de su especial vulnerabilidad, ven disminuidas sus posibilidades de encontrar unos progenitores. Los datos, tristemente, hablan por sí solos. «No tenemos ahora mismo a ninguna familia adoptante que quiera a este perfil de niño y nos da muchísima pena porque, en algunos casos, están en centros de menores y, en otros, están en casas de acogida pero saben que es algo temporal, y van cambiando de una casa a otra hasta terminar en un centro», explica.

De ahí que la Junta de Andalucía intente facilitar lo máximo posible la adopción de estos menores. Por eso, mientras que en los procedimientos de adopciones nacionales la espera suele rondar ente los dos y los tres años hasta que se resuelven de forma favorable, los casos de estos niños suelen tramitarse mediante «otra vía de urgencia para las que no hay listas de espera», siempre que los padres consigan el certificado de idoneidad y superen las correspondientes valoraciones psicosociales.

Por lo general, las familias que actualmente se ofrecen para adoptar tienen entre 35 y 45 años, franja en la que corresponde la asignación de menores de ente cero y tres años (a menos que las familias se inscriban de forma expresa en el cupo para adoptar a niños con mayores dificultades para encontrar un hogar). A partir de los 45, las solicitudes caen en picado al subir también la edad de los menores que pueden ser adoptados.