El uso masivo del transporte público en Málaga demanda nuevos servicios

La afluencia masiva en estos medios demuestra que la ciudadanía, sobre todo en la capital y en la Gran Málaga, está dispuesta a dejar el coche aparcado cuando tiene alternativas competitivas. Y a la vez, contrasta con las graves carencias que sufren los que no tienen acceso a ellas, lo que exige con urgencia extender los servicios, especialmente hacia el Este y parte del área metropolitana del Guadalhorce, como zonas más pobladas que siguen dependiendo casi exclusivamente del vehículo privado.

«Lo que están diciendo todos los datos de movimiento de viajeros en tren, autobuses, etc, es que Málaga ha recuperado la actividad económica, se ha sobrepasado la etapa Covid y seguimos lanzados», analiza Vicente Jordá, ingeniero experto en movilidad y miembro de la Plataforma Infraestructuras. «Pero lo que no hay es una planificación», sentencia.

«Hay una apuesta por seguir creciendo en turismo, por atraer nómadas digitales y seguir vendiendo el sol y el microclima maravilloso», que contrasta con la falta de espacio en la mayoría de los grandes municipios para llevar las infraestructuras. En este punto, recuerda que en sólo 20 años la población se ha duplicado, mientras que los planes generales no han previsto la reserva del suelo necesario para el transporte público.

Como consecuencia, ahora es mucho más costoso construirlo. «Esto no hace más que constatar que hay mucha gente en Málaga que se mueve y estamos cerca de la saturación, con problemas serios de movilidad. Ya vamos tarde», advierte Jordá.

La Empresa Malagueña de Transportes (EMT) de la capital es la reina de los servicios de transporte público. Los 46.780.874 pasajeros que movió en 2023 es la tercera mejor cifra (después de 2018 y 2019) y supone un 18% más que el año anterior. Y todo esto, en el ejercicio en el que los autobuses municipales empezaron a convivir con el metro en el Centro.

Entre las claves de este éxito, una razón común en mayor o menor medida a todos los sistemas: la rebaja del billete gracias a las subvenciones combinadas del Gobierno y el Ayuntamiento. En este caso, el descuento es del 50%.

Los meses con mayor demanda son agosto (sobre todo, por la feria); seguido de octubre (vuelta a las clases), noviembre y marzo. En cuanto a las líneas, las de alta capacidad que unen transversalmente la ciudad sin transbordo son las más apreciadas, en especial la 1 (Parque del Sur-Centro-San Andrés); y la 3 (Puerta Blanca-Alameda-El Palo/Olías).

Los abonos gratuitos que promueve el Gobierno central en este servicio funcionan, y prueba de ello es el aumento sin precedentes que ha experimentado principalmente la línea C1 (de la Costa), pero también la C2 (Guadalhorce, que se ha ampliado hasta el Caminito del Rey).

Los más de 16 millones de viajeros (16.066.000) del año pasado son el récord histórico de este servicio en sus casi 50 años de vida. No sólo se ha producido un incremento del 43% respecto al año previo, sino que, en términos absolutos, supone la captación de casi 4,8 millones de usuarios más. Hasta ahora, el mejor ejercicio había sido 2019, con 11.848.000. Además, en lo que va del año 2024, Renfe ha emitido 88.715 billetes gratuitos en la provincia para viajar en estos trenes, según los datos de la Subdelegación del Gobierno.

El Ministerio de Transportes y Adif han asumido la nueva realidad y están trabajando en el desdoblamiento de las vías que faltan en la línea C1 de la Costa, al menos allí donde sea posible, con el objetivo de mejorar la frecuencia de paso de los 20 minutos actuales, a 15. Es un tímido avance, pero no se puede obviar que buena parte de la población de la Costa, especialmente en Marbella y la Axarquía, también necesitan poder moverse en tren, y los proyectos ni están ni se les espera.

A estas alturas, ya nadie puede dudar del efecto del metro sobre la movilidad de la capital y la Gran Málaga. La llegada al Centro ha supuesto prácticamente duplicar la afluencia de viajeros, desde los 6,9 millones en su mejor año, antes de la pandemia (2019), hasta los 13,6 millones (13.606.294) con los que se ha cerrado 2023. A la espera del balance definitivo de los 12 meses (marzo de 2023 a marzo 2024), con la media mensual de viajeros desde que llegó a la Alameda, una extrapolación daría un cómputo de entre 16 y 17 millones, muy por encima de lo previsto (14 millones).

De nuevo, estos datos están 'dopados' por los fuertes descuentos, donde el Gobierno central y la Junta subvencionan hasta el 60% del billete. En este último ejercicio se han producido claros avances: primero, con la incorporación de cuatro trenes más, hasta una flota de 18 unidades, que han permitido mejorar la frecuencia hasta dejarla en poco más de cinco minutos en las horas punta. Además, recientemente han comenzado las obras del ramal que discurrirá por Hilera, Eugenio Gross y Blas de Lezo, hasta el hospital Civil.

Pero no es suficiente. La llegada al Centro ha hecho que desde todas partes, especialmente desde la zona Este y Rincón de la Victoria, así como Ciudad Jardín y Campanillas, se demanden ya los proyectos para convertirse en la siguiente estación. La Junta debe ser sensible a esta demanda ciudadana de más y mejor transporte público.

El autobús interurbano pide a gritos una mejora en la Gran Málaga. Es un clamor constante de alcaldes y usuarios y los datos certifican que la demanda está disparada. Pese a las concesiones caducadas y la carencia de un mapa actualizado de servicios, los autobuses del Consorcio de Transportes del Área Metropolitana cerraron el ejercicio por encima de los 10,2 millones de usuarios, un récord histórico.

La Junta de Andalucía quiere abordar un nuevo mapa de servicios mediante un estudio en profundidad de las demandas y necesidades. Tardará más de tres años. Antes, a lo largo de este, quiere tener resuelto el asunto de las concesiones, que están caducadas.

También hace falta abordar el intercambiador de Renfe, dado lo obsoleto de la estación de Los Tilos y la subestación del Muelle Heredia, y seguir avanzando en carriles bus-VAO.

«Ha sido un año histórico, hemos batido récord y hemos transportado a más viajeros que nunca». Es la reflexión de Antonio Vázquez Olmedo, presidente de las patronales Apetam (en Málaga) y Fedintra (en Andalucía). El punto clave es la llegada de turistas por el aeropuerto. «Una gran parte de lo que entra, lo movemos nosotros con nuestros autobuses», sobre todo con destino a la Costa del Sol, aunque puntualiza: «Málaga capital se ha puesto de tal forma que ya le echa la pata; cada vez llevamos más viajeros, y también para la costa de la Axarquía».

No en vano, el transporte discrecional por carretera sumó en 2023 unos 8,6 millones de usuarios en la provincia, según los datos facilitados por la patronal, que suma 150 empresas, emplea a un millar de personas y tienen una facturación conjunta de 60 millones anuales. Además, la flota malagueña asciende a 1.159 autobuses y está muy modernizada, con un incremento de matriculaciones en casi un 57%.

El sector no está exento de problemas, empezando por los plazos de entrega de los vehículos nuevos, que se demora más de un año. A lo que se añade la subida: un autocar cuesta ya 300.000 euros. «Son unas inversiones brutales y están expulsando a empresas del mercado». Y se lamenta: «Se da la paradoja triste de que nunca ha habido tanto trabajo... Ni tantas empresas que cierren».

Tras unos años muy duros, por la eclosión de la competencia de las VTC (que tienen en Málaga y la Costa uno de sus mayores filones nacionales) y el pirateo, la tendencia se ha invertido por completo. Este último ejercicio ha sido el mejor de su historia, con más de dos millones de servicios prestados en la capital malagueña, según los datos del sector.

El aumento de la llegada de turistas, los congresos y otros eventos (Festival de cine, Copa del Rey, etc) han sido claves, con el aeropuerto y el Palacio de Ferias como puntos donde se prestan más servicios. Pero hay otros factores que ayudan, como son los controles de alcoholemia y el auge de las aplicaciones digitales, que también están arrastrando a muchos usuarios a este medio de transporte público. En 2023 se hicieron un 25% más de servicios que en 2019, que era el mejor año hasta ahora.

A pesar de los buenos números, el taxi sigue haciendo frente al constante aumento de la flota de vehículos de VTC que operan en la provincia; la lucha contra el intrusismo y los conductores piratas.

Lo mismo ocurre con los vehículos de alquiler con conductor (VTC), de los que Málaga es una de las provincias con mayor competencia. El mercado se reparte entre las aplicaciones Uber, Cabify y Bolt, y los servicios tradicionales, vinculados al sector turístico.

«La demanda de Uber en Málaga sigue una tendencia al alza, con un crecimiento significativo en la solicitud de viajes del 40%», admite Lola Vilas, directora de Uber en España. Coincide con lo expuesto por un portavoz de Cabify: un 40% más de media durante el año, y hasta el 60% de aumento en julio y agosto. La directiva de Uber destaca que los destinos más solicitados son el aeropuerto, la estación María Zambrano y la portada de la feria, en Málaga. Así como Puerto Banús y la cantera de Nagüeles para el festival Starlite, en Marbella.

Aunque los operadores no aportan datos totales sobre el número de viajes realizados, cabe recordar que taxis y VTC empatan a vehículos en la provincia: 2.693 de los primeros frente a 2.585 de los segundos, según los datos del Ministerio de Transportes. Por lo tanto, el número de viajes también debe serlo (en torno a dos millones en la capital). Con todo, es previsible que sea superior en este caso, puesto que la capacidad operativa de las 'apps' está optimizada para que se pierda el mínimo tiempo posible entre carreras.