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De proyectar (y ejecutar) obras de emergencia para traer agua en barcos, a tener que abrir las compuertas de La Concepción y el Conde de ... Guadalhorce para desaguar. Tal es el cambio radical del escenario hídrico en Málaga, motivado, primero, por dos danas seguidas, y posteriormente por un tren de borrascas que han regado de extremo a extremo.
Hasta la fecha, las reservas ya alcanzan los 300 hectómetros cúbicos, que es la mitad de la capacidad que tienen los cinco embalses de almacenamiento y los dos de laminación de avenidas que se distribuyen por el territorio.
Por si fuera poco, las lluvias han estado bastante repartidas, para variar. De manera que el caudal disponible en La Viñuela, más de 67 hectómetros cúbicos (al 41% de su capacidad) permitirá que la Axarquía salga de la situación de escasez grave. Hay agua para casi tres años de suministro urbano, pero el riego está todavía a expensas de lo que dicte la próxima Comisión de Sequía, prevista para final de mes.
20
hectómetros cúbicos podrá producir a partir del mes que viene la desaladora de Marbella, donde Junta y Acosol han invertido más de 7 millones.
La Concepción, que abastece a la Costa del Sol, está aliviando grandes cantidades, tanto por las intensas lluvias como por su escasa capacidad y la falta de la tan anunciada «autovía del agua», esto es, la interconexión entre cuencas que podría aprovechar parte de esos caudales desechados. En cualquier caso, tan pronto como sea seguro se quedará al 100% para afrontar el verano y el tramo final del año. En cambio, tendrá que seguir usando la desaladora, ya que esta zona consume 90 Hm3 al año.
La capital ha salido especialmente beneficiada, sobre todo tras las borrascas Jana y Konrad. Los tres pantanos del Guadalhorce, que abastecen directamente a la urbe junto con Casasola y El Limonero, suman más de 183 hectómetros cúbicos. Es agua más que suficiente para garantizar el suministro los próximos tres ejercicios.
900
litros por segundo esperan poder extraer los técnicos de Emasa de los pozos del Bajo Guadalhorce, cuya obra acomete la Junta por 15 millones y que está a pocas semanas de terminar.
No hay duda de que la situación del agua es mucho mejor que en años anteriores. Actualmente, hay casi el triple que el año pasado por estas fechas. Pero no se puede bajar la guardia, porque la situación todavía dista de ser óptima. Primero, porque en realidad el nivel de recursos disponibles, si bien permite una tregua, no es ni siquiera la más elevada en lo que va de esta década: la referencia histórica, que no es probable que se pueda alcanzar este 2025, es de marzo de 2021, cuando los embalses contenían 366 Hm3.
Pero, sobre todo, porque siguen pendientes las infraestructuras necesarias para garantizar el suministro en los próximos ciclos de sequía que vendrán. En esta categoría entran las dos desaladoras: una nueva para la Costa occidental y, la más urgente, la de la Axarquía, que debe acometer Acuamed y que será la salvaguarda para los subtropicales y el consumo humano en la zona oriental.
366
hectómetros cúbicos tenían los embalses de la provincia hace no tanto, concretamente en marzo de 2021.
Pero también hay que seguir mejorando el aprovechamiento del agua reciclada en las depuradoras para riegos y baldeos. Avanzar en el embalse de Gibralmedina, en el río Guadiaro, y retomar la presa de Cerro Blanco para aprovechar las crecidas del Grande. «Andalucía no tiene suficientes embalses, no podemos renunciar a los nuevos pantanos» en Málaga y Cádiz, afirmó el consejero de Agricultura de la Junta, Ramón Fernández-Pacheco.
El refuerzo de las buenas perspectivas llega de la mano de dos obras casi terminadas. La primera es la recuperación de la capacidad de producción de la desaladora de Marbella. Los trabajos está previsto que terminen a final de mes e implicarán tener capacidad para producir 20 Hm3 al año de agua de mar desalada. La Junta de Andalucía y Acosol han invertido más de 7 millones en las dos fases.
También toca a su fin la recuperación de los pozos del Bajo Guadalhorce, que llegarían a aportar hasta 900 litros por segundo a la capital. Son dos tercios del consumo de la ciudad. Junta y Emasa han invertido más de 15 millones de euros en recuperar los sondeos y conectarlos con las instalaciones de El Atabal. A su vez, también están disponibles ya todos los pozos del sistema Aljaima-Fahala.
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