Las administraciones de Málaga se blindan tras la tragedia de Valencia
DANA. ·
El Gobierno, la Junta y los ayuntamientos redoblan las medidas preventivas y la comunicación con los ciudadanosDANA. ·
El Gobierno, la Junta y los ayuntamientos redoblan las medidas preventivas y la comunicación con los ciudadanosSi una lección han aprendido las administraciones públicas tras la tragedia del pasado 29 de octubre en Valencia es que más vale prevenir que curar. Bajo esta premisa y ante la amenaza de lluvias torrenciales previstas para hoy en Málaga, las instituciones de la provincia se han blindada con medidas preventivas.
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La Junta de Andalucía, de la que depende del servicio de Emergencias 112, el Gobierno a través de la Subdelegación en Málaga y los ayuntamientos de los municipios han redoblado las medidas preventivas y la comunicación a sus ciudadanos (especialmente a través de las redes sociales y los medios de comunicación) para prevenir las consecuencias de las lluvias previstas y que han activado la alerta roja.
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Así desde la tarde de este martes se han ido adoptando medidas como la activación de los planes de emergencia a nivel provincial y de carácter municipal; el desalojo de familias situadas en zonas de alto riesgo; la suspensión de las clases; la activación, por primera vez en la provincia, del sistema Es-Alert para alertar de situaciones de gravedad; o la publicación de una serie de recomendaciones para actuar en caso de inundaciones y el consejo de evitar desplazamientos que no sean necesarios. Avisos a los que también se ha unido el sector privado.
Esta serie de actuaciones preventivas de las administraciones, que por lógica son las que caben esperar por parte de los responsables públicos, se producen cuando está abierto el debate sobre el papel jugado por las instituciones a nivel estatal y autonómico en la tragedia de Valencia y donde se está exigiendo la asunción de responsabilidades como ocurrió en la multitudinaria manifestación celebrada en la capital del Turia el pasado sábado.
En este contexto y para evitar en primer lugar que se produzcan daños personales y minimizar los materiales y, en segundo lugar, para no dar pie a un cuestionamiento de la actuación de las administraciones públicas, estas han actuado con diligencia y una rapidez diferente a la de otros temporales y están en estado de alerta roja ante lo que pueda suceder.
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