¿Una licencia básica en mes y medio para empezar a construir? El modelo de éxito de Madrid

Tras la apertura del foro sobre Simplificación Administración, a cargo del alcalde, Francisco de la Torre, y del consejero de Presidencia, Antonio Sanz, ha sido turno para empezar a bajar al detalle. ¿Qué se puede hacer para agilizar las licencias urbanísticas, uno de los caballos de batalla en el sector y una de las claves para aumentar el parque de viviendas? La primera mesa, moderada por el periodista de SUR Jesús Hinojosa se ha enfocado en el ejemplo de Madrid, que implantó un nuevo sistema de tramitaciones hace dos años. Los participantes han calificado el modelo como un éxito porque permite empezar a construir con una licencia básica y eso abre la puerta a los créditos o al Registro de la Propiedad. Un mes y medio para una licencia básica. Y menos de seis, para la completa. Datos inimaginables a partir de un modelo que Málaga quiere importar.

El panel ha contado con Miriam Peón, directora del Plan General de Madrid; Federico López de la Riva, secretario del ayuntamiento de la capital, y Rosa Roca, de la empresa Addient, una de las dos que se encuentran activas actualmente en Andalucía como entidades urbanísticas certificadoras y colaboradoras con los ayuntamientos para la tramitación de expedientes.

López de la Riva ha lamentado que en Madrid haya una ordenanza de vanguardia pero una Ley del Suelo con 25 años y un PGOU de 1997. «Málaga tiene una magnífica ley la LISTA, pero falta la tramitación municipal y me parece maravilloso que pueda tener esta ordenanza.

«Tenemos la necesidad de un nuevo urbanismo, no ser herederos del siglo XX. Tenemos que responder a retos que yo no sé ni imaginar, con grandes necesidades de energía, inteligencia artificial... Del mismo modo que el derecho administrativo está dando un salto inimaginable. Tenemos que hablar de plazos de días y no de años», ha aseverado.

Mirian Peón ha mostrado su ilusión por compartir la experiencia de Madrid. «Es posible agilizar la tramitación administrativa, pero simplificar es muy difícil», ha empezado y ha detallado todo tipo de autorizaciones y normas que hay que cumplir. «Lo que hay que adaptar e los procedimientos a los tiempos de construcción. No puede ser que empecemos a construir hasta que no está la licencia», ha ejemplificado.

Peón ha subrayado la importancia de las entidades de colaboración. Dirige la Agencia de Actividades y ha apuntado la importancia de centralizar un trabajo. El tercer eje es que la Administración debe ser el gran asesor e inspector, no el tramitador. «El ciudadano tiene que entender que ya es mayor. Se tiene que acabar el engaño de 'si araño por aquí metros cuadrados más'. El 'igual cuela' tiene que acabar. Las cosas se agilizan cuando se comparte información. Y la Administración tiene que entender que el ciudadano es su cliente», ha aseverado.

«¿Quién es el cliente de una entidad colaboradora? La Administración. Eso lo tenemos que tener claro», ha proseguido. Es muy importante, a su juicio, que las entidades sean controladas por la Administración.

Rosa Roca, de Addient, ha dado la visión de las entidades certificadoras. «La colaboración público-privada en la tramitación de las licencias está siendo una revolución. Addient trabajaa en Madrid ciudad y toda la comunidad de Madrid; Andalucía; Galicia; Comunidad Valenciana; Barcelona y Cataluña, y Baleares, allí donde están externalizados procedimientos, bien de actividades, bien de obras o de ambos», ha explicado.

Para esta especialista, las unidades tienen que ser una extensión de la Administración, bajo su amparo y control. Y es una forma de acelerar las tramitaciones. Roca ha puesto como ejemplo el Ayuntamiento de Madrid. Ha enumerado algunos factores de éxito como el de la formación de la mano de los funcionarios y un buen sistema informático para registro e intercambio de información.

Roca ha ejemplificado el contacto directo con los órganos competentes de la Administración para hacer más livianos los procedimientos. Incluso se encarga de recaudar todas las tasas que se devengan de cada licencia.

«Los ciudadanos se dirigen a nosotros en el primer momento de tramitación de un proyecto», ha detallado y ha destacado la imparcialidad en materia inspectora y la confidencialidad de todas las actuaciones.

«El excesivo control de los técnicos de la Administración y la falta de voluntad de externalización puede hacer que el procedimiento fracase. A Andalucía le falta la externalización de la parte de actividades. En la parte de obras se ha hecho un esfuerzo», ha proseguido.

Miriam Peón, que lleva catorce años de experiencia en este tipo tipo de tramitaciones. «La formación municipal y la protocolarización de las entidades urbanísticas es clave para Málaga», ha continuado, y ha reconocido que en Madrid al principio no había confianza y se supervisaba todo. «No entendíamos que un privado verificara las cuestiones urbanísticas. Y eso que estaba la ITV por ejemplo. Lo mismo era la entidad, pero nosotros teníamos que verificar que 'eran buenos mecánicos'. Fuimos formándonos todos. Fuimos por fases. Hay que empezar por edificación y obras y pasar a actividades. Sí, al principio doblas esfuerzos, pero luego nos hacemos mayores de edad», ha rememorado.

«Diez días de tramitación desde el registro. Mejoramos tiempos. Pudimos tener más tiempo para otros trabajos. En 14 años no ha habido ningún problema. Esa inversión de tiempo en formación, en inspección... ha merecido la pena», ha explicado. En este punto, ha avanzado que en Madrid se van a incorporar nuevos procedimientos a las entidades.

Hubo también ciertos recelos con los registradores de la propiedad. Se superaron. «Esas entidades son tus equipos. Si eso falla, no sirve el sistema. Hubo un tiempo que se veían como el enemigo, ni formación ni comunicación... Eso no funcionó. Empezaron a aumentar los plazos», ha indicado.

Han sido 1.800 licencias, 11.000 declaraciones responsables en el último año respecto a su departamento. En licencias el 65% corresponde a entidades de colaboración y, en declaración responsable, el 60. «Y no ha habido grandes quejas. El proceso funciona», ha resumido.

López de la Riva ha recordado que con el «cambio de paradigma los funcionarios se pusieron de uñas. Y aquello resultaba sospechoso. Eso está descrito. Lo vais a tener en Málaga. Tendréis funcionarios que se remanguen, pero tendréis funcionarios reactivos que pondrán palos en las ruedas. Hay que hacer una función de explicar».

En Madrid una vivienda plurifamiliar desde que entra en la entidad colaboradora hasta que tiene licencia tiene cinco o seis meses, ha apostillado Roca. «Si sólo es la licencia básica, un mes y medio», ha aclarado.

La licencia básica adaptar el procedimiento. ¿Qué es lo mínimo, lo fundamental para empezar a construir? Altura, alineación, retranqueo... Ya con eso podemos iniciar, el derecho a construir. «Está funcionando muy bien. Los registradores acabaron entendiendo que estaban certificado un cuerpo cierto. Agiliza los préstamos en los bancos. Está siendo una revolución», ha explicado Peón. En este punto De la Riva ha intervenido que es «totalmente aconsejable». «La licencia básica se basa en el principio de confianza. Si lo básico lo has hecho bien, empresario, yo Administración confío en ti. Te permito acceder a los créditos, empezar rápidamente, acceder al Registro de la Propiedad...»

Desde la licencia básica hasta la final no está habiendo grandes problemas, han coincidido todos los intervinientes. Ahora la Administración va a contratar en Madrid a las entidades para supervisar a las cuestiones a las que lo público no llega. Es un modelo que ha llegado para quedarse.

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