Guía para saber qué hará el nuevo centro de microelectrónica en Málaga

Pero, ¿qué hará exactamente este centro de microelectrónica en Málaga, a qué se dedicará, con qué financiación contará y por qué ha sido esta ciudad la escogida para su ubicación? Y, sobre todo, ¿por qué es tan importante que la ciudad se convierta en un nodo de los chips y los semiconductores, artilugios ahora imprescindibles para fabricar cualquier cosa?

El centro de I+D (investigación y desarrollo) se ubicará en el Málaga TechPark, donde tiene reservada una parcela de 46.000 metros cuadrados, localizada en la primera fase de ampliación del Parque Tecnológico, zona SUP-CA.10.Este. Ahí se tiene la idea de levantar un edificio de 32.000 metros cuadrados. Se prevé que el IMEC ocupe en Málaga a 450 trabajadores altamente cualificados.

El IMEC es un centro independiente líder mundial en microelectrónica fundado hace 40 años en Lovaina (Bélgica) por investigadores salidos de su universidad y que contó con un fuerte apoyo económico del Estado belga. En su página web el organismo explica que cuenta con una «infraestructura única que incluye una línea piloto de semiconductores de 300 milímetros valorada en 2.500 millones de euros». Además, cuenta con una red de más de 5.500 científicos especializados de 96 países y un ecosistema formado por más de 600 socios industriales, entre los están las grandes multinacionales del sector tecnológico.

El IMEC tiene oficinas comerciales en muchos países, pero hasta el momento su actividad de investigación, diseño y prototipado de semiconductores se concentra en sus instalaciones de Lovaina. Por lo tanto, el de Málaga es el primer laboratorio que se abre fuera de Bélgica.

De acuerdo con el Memorándum de Entendimiento suscrito entre el IMEC y las Administraciones central y autónomica la pasada primavera, en Málaga se establecerá una línea especializada de tecnología de chips que complementará la que ya tiene el organismo en Lovaina con el empleo de nuevos procesos, la introducción de nuevos materiales más allá del ahora más habitual, el silicio, que son difíciles de combinar con los procesos con que ahora mismo se trabajan los semiconductores. El objetivo final es que esta tecnología de vanguardia que se desarrollará en Málaga impulse nuevas aplicaciones en la atención médica, en la detección de precisión, en las ciencias biológicas, la fotónica o la realidad aumentada y virtual, además de en la industria del automóvil, para alimentar de chips al coche eléctrico. Por ello, el IMEC planea que los dos centros de investigación de que dispondrá, el de Lovaina y el de Málaga, estén «estrechamente vinculados».

El IMEC es un centro especializado en microelectrónica, y ésta se define como el conocimiento especializado en la fabricación de chips con semiconductores -materiales muy eficientes en la fabricación de dispositivos electrónicos, como el silicio-. Los chips ahora son indispensables para fabricar todo tipo de productos, no sólo móviles y ordenadores, sino también coches o electrodomésticos, además de para desarrollar la inteligencia artificial.

Precisamente porque ahora mismo los chips son indispensables para fabricar de todo, la demanda de semiconductores se ha multiplicado. Eso, sumado a la ruptura de las cadenas de suministros como consecuencia de la pandemia, ha provocado problemas de abastecimiento de semiconductores. Así que tanto la Unión Europea como Estados Unidos están tratando de impulsar su industria de microelectrónica. Y en España, dentro del Plan de Recuperación ligado a los fondos europeos Next Generation, se ha puesto en marcha el PERTE Chip (proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica, ahora canalizado a través de una nueva sociedad pública creada ayer por el Consejo de Ministros) que movilizará 12.250 millones de euros públicos hasta 2027.

La financiación responderá a un modelo de cooperación público-privada entre el IMEC, el Gobierno central, el de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. Los dos ejecutivos y el municipio han formulado su intención de apoyar financieramente la instalación del IMEC en Málaga y su desarrollo de manera sostenible y a largo plazo en beneficio de su creciente ecosistema de semiconductores. A su vez, el IMEC muestra su intención de proporcionar el conocimiento y la tecnología necesarios para el avance del centro y también garantiza el acceso a su red global de socios académicos e industriales.

La colaboración entre el líder mundial en microelectrónica y los gobiernos español y andaluz busca contribuir al desarrollo del ecosistema de semiconductores del país. En el memorándum firmado entre el IMEC y las instituciones españolas se explica que el acuerdo «se basa en las fortalezas locales, pero aprovecha la experiencia y las capacidades transfronterizas para abordar los desafíos sociales globales, al tiempo que apoya las ambiciones económicas regionales», y añade: «El objetivo es aprovechar al máximo el potencial de innovación de España y Andalucía».