Miembro de Analistas Económicos de Andalucía (sociedad de estudios del grupo Unicaja Banco)

Felisa Becerra: «Málaga muestra un crecimiento sin par, pero tiene retos pendientes»

–Málaga será la sede del centro de referencia mundial de semiconductores. ¿Síntoma de armonía entre lo público y lo privado?

–La consejería ha publicado un vídeo haciendo mención a la colaboración que ha habido entre administraciones para traer el centro aquí. Que empresas grandes y tecnológicas se instalen en la ciudad o en la provincia, a nivel regional incluso, no deja de ser una buena noticia, por la capacidad de generación que se les intuye en términos de valor añadido o empleo. Siempre tiende a haber esa colaboración entre administraciones, o debería haberla. En algunos casos, la facilidad es mayor. Y este se enmarca en los esfuerzos del PERTE de semiconductores:hay trabajo detrás ligado a las estrategias del Plan de Recuperación.

–Otra novedad reciente es el control de los apartamentos turísticos. ¿Cómo lo valora?

–Todavía es aventurado valorarlo, porque el Real Decreto se acaba de aprobar. Es verdad que se observan, no sólo en la provincia, también a nivel nacional, zonas tensionadas y desde las administraciones locales se demandaba un marco que les permitiera trabajar con más seguridad.

–En Málaga hay consenso respecto al problema que representa el acceso a la vivienda.

–Los precios en la provincia crecen más que la media nacional. En Málaga, junto con las islas, es en donde más ha subido la vivienda. Pero ligar este problema de accesibilidad sólo a un hecho quizá no sea justo. Creo que son diversos los factores que influyen. Un dato a tener en cuenta es que el stock de viviendas nuevas por vender en Málaga apenas es de 2.500. Es menos del 0,5% del parque, uno de los porcentajes más bajos de España. La oferta es insuficiente para absorber la demanda.

–¿Cómo resolverlo?

–Las medidas pueden venir de distintos frentes y no tienen por qué ser excluyentes unas de otras: incremento del parque de vivienda en alquiler, ayudas a la adquisición para los jóvenes...

–¿El desarrollo de Málaga llega a todos, es inclusivo?

–Ése es uno de los objetivos que debe tener el crecimiento. Sí que se ha visto en los últimos años, no sólo en la provincia, sino a nivel nacional, un dinamismo económico que quizás no se está reflejando tanto en la reducción de las desigualdades. El crecimiento, para que sea sostenible a medio y largo plazo, debe ser integrador e intentar reducir esas brechas.

–¿En Málaga se están poniendo esos mimbres para que el crecimiento sea sostenido?

–Málaga está mostrando un dinamismo económico sin par. Es obvio. Pero uno de los principales elementos, al margen de la tasa de riesgo de exclusión, es la de paro, un indicador que nos debe hacer no perder de vista los retos que tenemos. El crecimiento es muy significativo, se intenta que sea diversificado y sostenible, pero los retos están ahí y hay que insistir en esa disminución de brechas.

–¿Málaga puede morir de éxito?

–Para que eso no ocurra, todo crecimiento debe ser sostenible a medio y largo plazo. Se deben hacer mejoras en productividad, se debe seguir impulsando la industrialización, la digitalización y la internacionalización de las empresas;se debe continuar apostando por la innovación y por actividades generadoras de valor añadido.

–¿Qué explica el desarrollo malagueño hasta ahora?

–La provincia de Málaga siempre ha tenido un dinamismo económico significativo. En los últimos años, la ciudad de Málaga quizás haya destacado más por su apuesta por la innovación. En la provincia, el sector servicios realiza la principal aportación al crecimiento: representa más de un 80% del valor añadido bruto. El turismo también da un apoyo importante. En los últimos años, además de actividades más tradicionales como éstas o el agroalimentario, las nuevas tecnologías, la innovación o el conocimiento están dando un mayor empuje. Y ello coloca al territorio en una posición ventajosa de cara al futuro. Otro hecho significativo ha sido la internacionalización de las empresas: la provincia tiene más de 4.000 empresas exportadoras, cuatro veces más que en el año 2000. La provincia cuenta con una cuarta parte de las empresas andaluzas y en 2023, de las sociedades mercantiles creadas, más de un tercio nacieron aquí. Es la provincia andaluza con más empresas por cada mil habitantes.

–¿Málaga crecerá en 2024?

–La economía andaluza cerró 2023 con un crecimiento del 2,5% y estimamos que en Málaga la cifra será de un 3% o incluso algo superior. Lo que esperamos para 2024 es que la economía siga creciendo y también el empleo, pero a menor ritmo. No sólo para la provincia de Málaga, en general para las distintas áreas económicas se espera un crecimiento algo menor en 2024. También se prevé una disminución gradual de la inflación. Pero la incertidumbre no nos abandona desde hace años. Y ahora nos enfrentamos al conflicto bélico y a muchas tensiones. Ya en el Mar Rojo hay navieras que desvían sus barcos. Si eso afecta a las cadenas de suministro de nuevo o a los intercambios comerciales y a los precios de las materias primas, eso puede influir en la desescalada de la inflación y estaríamos en otro escenario. En el caso de Málaga no hay que perder de vista que 2021 y 2022 han sido años con crecimientos superiores al 7%, porque veníamos de un 2020 afectado por una pandemia que le pasó más factura por el peso del turismo. Es lógico que los crecimientos tiendan a ser más moderados.

–La economía parece más resistente: ha soportado bien la inflación, la subida de tipos...

–Es cierto que para 2023 el crecimiento ha sido a nivel global, para la economía andaluza y malagueña, superior a lo que se estimaba. Se esperaba que el endurecimiento de la política monetaria o las tensiones geopolíticas pasasen más factura al crecimiento. Pero también si 2023 cerró mejor de lo que se esperaba fue por el mejor comportamiento de la primera mitad del año. En la segunda mitad sí se vio una moderación de la actividad. Es cierto que la economía resiste, pero un factor que hay que tener en cuenta de cara al futuro también puede ser éste:hasta qué punto el endurecimiento de la política monetaria puede pasar factura en los próximos trimestres al consumo o a la inversión.

–¿Volveremos a ver en Málaga esos 700.000 afiliados a la Seguridad Social que hubo a mediados del año pasado?

–No se puede descartar. Se espera que el empleo siga creciendo a un ritmo algo menor. La afiliación a la Seguridad Social acabó el año con un crecimiento de algo más del 3%, que en 2024 será más moderado. Esos 700.000 afiliados que se alcanzaron a mediados de año y que después han bajado obedecen a que en la provincia hay una notable estacionalidad: generalmente, las cifras bajan algo a finales de año respecto al verano.

–¿Qué pasa con la tasa de paro? Le cuesta más mejorar que a la creación de empleo.

–Si ya es difícil anticipar cómo se comportará el empleo, en la tasa de paro tenemos el añadido de que hay que ver cómo se comportará la población activa. En la provincia, en 2023, la población activa creció más del 4%, una de las tasas más altas del conjunto regional, dentro de que en Andalucía subió más de un 2%. Por eso el descenso de la tasa de paro se ve como más lento que la imagen que da la creación de empleo. Todo apunta a que la tasa de paro también se reducirá en 2024, pero dependerá mucho del comportamiento de la población activa para ver con qué intensidad.

–¿Por qué esa mayor subida de la población activa en Málaga?

–Málaga y Almería son dos provincias que atraen a más población extranjera. Pero contextualicemos: de las contrataciones de 2023 en Málaga, un 17% se realizó a extranjeros, un porcentaje inferior a la media española. En todo caso, cuando hablamos de dinamismo económico, hablamos también de dinamismo poblacional, porque se convierte en polo de atracción de población, ya sea de otras provincias o del exterior.

–¿Les es más fácil encontrar empleo a quienes vienen de otras provincias o de otros países que a los malagueños?

–Con estadísticas oficiales es muy complicado extraer ese tipo de conclusiones. En determinadas áreas o actividades más relacionadas con las nuevas tecnologías, innovación, conocimiento, etc., el empleo tiene que ser más cualificado y a veces, quizás, tenemos ese gap. En otro tipo de actividades es difícil extraer conclusiones.

–Sectores como la hostelería se quejan de que no encuentran personal. ¿Los datos lo respaldan?

–No hay estadísticas que publiquen ese tipo de información. Pero es algo que puede producirse en momentos puntuales en actividades concretas. Una de la que se dice que no consigue trabajadores es la construcción:la caída brusca que sufrió en la crisis anterior hizo que muchos se desplazaran a otras actividades.

–Además de las hídricas, ¿qué infraestructuras son necesarias?

–En el caso de Málaga y de la región, y de cara al futuro, en el marco de la Unión Europea y de la apuesta por la sostenibilidad, sobre todo las ligadas a la movilidad sostenible y a la comunicación entre territorios. Andalucía tiene ocho provincias, para una comunidad como ésta las comunicaciones interiores son muy importantes.

–¿Es Andalucía una comunidad a varias velocidades?

–Andalucía es extensa y muy diversa. La estructura económica condiciona el crecimiento de los territorios. En los últimos datos vemos que las provincias con un mayor peso del sector servicios, como Málaga, Cádiz o Granada, han registrado un mayor avance tras sufrir con más intensidad la pandemia. Sin embargo, Córdoba o Jaén, con mayor peso agrario, no han mostrado tal dinamismo, aunque fueron las que menos cayeron con la Covid. Por eso muchas veces se habla de lo importante que es la diversificación de las actividades productivas, es decir, de seguir impulsando aquellas en las que se es competitivo, pero también otras más ligadas a la tecnología, que generan más valor añadido y mejoran la productividad.