Energía renovable: los números salen en Málaga y Andalucía

En este sentido, el responsable autonómico ha explicado que hay 12 GW impulsándose por la Junta; 4 por el Estado, y 7 que han pedido prorrogarse (de los que 5 estarán activos antes de 2026).

«Málaga es la cuarta en potencial renovable de Andalucía pero Málaga tiene el componente orográfico. Es la provincia más montañosa, por encima de Granada. La cuestión turística también es importante, hay que hacer un balance, un equilibrio», ha manifestado, al tiempo que ha querido tranquilizar a los municipios con respecto a la ocupación de suelos.

El responsable autonómico ha explicado que en municipios pequeños las tramitaciones de grandes proyectos bloquean su funcionamiento administrativo por falta de medios y por promotores que no explican bien su trabajo. «Hemos hecho un esfuerzo de tramitación grande en la Junta de Andalucía. La tramitación ambiental sigue la Ley GIGA, que ahora está en revisión porque tiene aspectos de protección muy grandes, pero que quizás se pase porque es muy restrictiva. Hay que establecer un equilibrio entre el desarrollo económico y la naturaleza», ha dicho. «No tenemos el objetivo de crear energía, sino de combatir el cambio climático, descarbonizar... Mejoramos más de un 80% las condiciones ambientales, aunque está claro que siempre hay un impacto visual», ha subrayado.

Cada 50 MW son unas 100 hectáreas de terreno. En un año normal, la rentabilidad de secano es 150 hectárea y año. Pero un promotor lo puede alquilar por 10 veces más. «A lo mejor unos 25 millones de inversión en una planta no crean los 300 puestos de trabajo de otra inversión industrial, eso es cierto. Pero no lo es menos que se puede multiplicar por 25 el trabajo generado por ese espacio con respecto al régimen agrario», ha ejemplificado. Otros números que ha hecho revelan que por cada 50 MW el municipio recibe 150.000 euros en impuestos. Y, es más, hay que añadir un único pago de ICIO, el impuesto al inicio de obras, que puede superar el millón y medio de euros.

En este sentido, ha explicado que el impacto es más paisajístico que ambiental y ha subrayado que las plantas fotovoltaicas han multiplicado la avifauna. «Sirven de refugio, no hay pesticidas ni insecticidas, hay más mosquitos... Hasta el lince se está refugiando ya en las plantas fotovoltaicas. Incluso están apareciendo nuevas especies que se daban por extinguidas», ha asegurado.

De media, se aprueban el 70% de los proyectos que se tramitan. En Sevilla es más por motivos orográficos. Málaga es el que menos, con un 60%, por proyectos con poco sentido, en pendientes muy altas por ejemplo.

Sobre las líneas de evacuación, que presentan varios problemas, ha explicado que es lo más «desagradable de ver» y que tienen un impacto en las aves. «No es lo mismo que te toque la línea eléctrica que la planta. La energía es un concepto estratégico de país», ha dicho, al tiempo que ha explicado que el 86% de las personas en territorios pequeños, según encuestas de la Junta, están a favor de los proyectos. La contestación, es más baja a su juicio de lo que parece, reducida a grupos de presión.

En España la inversión es de un 9% superior a la media europea con la misma inversión. «Somos los más competitivos de Europa. Gracias a la energía renovable está llegando industria como el hidrógeno verde. Sirve para reindustrializar Andalucía de manera sostenible», ha incidido.

Ha salido a relucir el ejemplo del Puerto Seco y Larrasa ha elogiado la visión del Ayuntamiento de Antequera: «Una planta fotovoltaica es compatible con el desarrollo agrícola. Hasta se mantiene más la humedad del suelo por dar sombra. A Antequera están llegando promotores de primer nivel. Tiene mucho potencial para el desarrollo del siguiente nivel al que nos dirigimos, el hidrógeno»