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Cuando alcanzó su máximo nivel de servicio, después de las primeras semanas de rodaje (a principios del año 2008), era habitual que muchos de los ... trenes directos entre Málaga y Madrid tuvieran un tiempo de recorrido de dos horas y 15 minutos, lo que significaba hasta un cuarto de hora menos sobre lo programado inicialmente.
Cuando se han cumplido más de 16 años desde el hito histórico que supuso la llegada de la alta velocidad a Málaga, la realidad es bien distinta. Actualmente, la conexión ferroviaria ofrece ventajas, pero también claros inconvenientes. Entre las primeras está que los dos operadores que compiten ahora en el corredor han supuesto una oferta récord de frecuencias, que a partir de junio alcanzarán las 21 salidas en cada sentido casi a diario, según viene informando SUR.
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Unido a lo anterior, el viaje es ahora notablemente más barato que hace pocos años. La consecuencia directa de la competencia ha sido una bajada de los precios. A pocos días de empezar junio, todavía es posible encontrar asientos para la semana que viene en el AVE y el Avlo de Renfe desde 34 euros y con una media de 42,40.
En el caso de la primera competidora privada, Iryo, las tarifas medias son todavía en general más económicas de media, ya que para las mismas fechas los billetes van desde 38 hasta 48 euros. Es una rebaja sustancial con respecto a lo que ocurría antes de la liberalización, cuando la tarifa más económica superaba los 60 euros.
En el otro lado, la cruz la ponen dos aspectos clave, también unidos entre sí: la fiabilidad y el tiempo de viaje. Sobre el primero, el año pasado hubo retrasos reiterados por averías, tanto en la infraestructura como en los trenes, aunque es cierto que en lo que va de este 2024 las quejas han bajado mucho.
Pero lo que no se ha conseguido todavía es volver a los competitivos tiempos de viaje que el tren de alta velocidad ofrecía en sus inicios. De las dos horas y cuarto se ha pasado a más de tres horas de viaje, en algunas frecuencias. En los mejores casos, el trayecto ya tarda como mínimo dos horas y 45 minutos. Y no depende de que los AVE 112 de Renfe o los Frecciarossa de Iryo sean más o menos rápidos, porque ambas compañías tardan prácticamente lo mismo (en función de las paradas).
Entonces, ¿a qué se debe esta demora? La razón está en el hecho de que la Línea de Alta Velocidad (LAV) de Málaga a Córdoba comparte recorrido hasta la capital española por la LAV de Sevilla, que fue la primera que se inauguró en España (1992), y por tanto, está obsoleta.
El Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) lleva varios años, y cientos de millones de euros invertidos, para renovar las plataformas, los viaductos, las vías y los sistemas eléctricos y de señalización. Y todavía tiene tareas en marcha, que además se tienen que acometer en la época de verano para garantizar que no llueve.
Estos trabajos, muchos de ellos complejos, se hacen sin cortar la circulación ningún día, con las vías no sólo operativas, sino además con más del doble de frecuencias que antes (a las de Málaga se suman las de Sevilla y Granada). Para ello, se emplean las bandas nocturnas de mantenimiento, aunque se imponen límites de velocidad a su paso por estos tramos. Pero a veces ocurren incidencias durante los trabajos que afectan a la reapertura a la mañana siguiente.
Actualmente, están en curso (o lo harán durante el verano) obras en siete tramos, y los horarios y las marchas comerciales se han adaptado a estas, para que sea compatible la renovación con la explotación, según explican fuentes de Adif. La nota positiva es que este año habrá menos limitaciones que el pasado, cuando había 32 kilómetros en vía única. El grueso de la renovación ya se ha hecho, y varios tramos están próximos a terminar.
Así ocurre, por ejemplo, con las actuaciones que afectan a las estructuras a lo largo de 200 kilómetros entre Yeles y Conquista (provincias de Toledo y Córdoba), que deben terminar el 7 de junio. Y las de Mora a Malagón, con una limitación de velocidad máxima a 160 km/h (con finalización prevista en la misma fecha).
Otras se extenderán más, como las de Calatrava a Conquista, para la renovación de 70 kilómetros de catenarias (hasta el 12 de julio); de Villanueva de Córdoba a Almodóvar del Río, con el mismo objetivo (hasta el 9 agosto), y Conquista-Hornachuelos, para el tendido de fibra óptica, hasta el 27 de septiembre.
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