La pandemia reduce un 44% el volumen de juego de los recreativos en la provincia

También ha notado la caída en el juego la Asociación de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer), cuyo presidente, Francisco Abad, pronostica que los casos de ludopatía volverán a repuntar. «Ya nos pasó en la anterior crisis, en cuanto pase todo esto y la gente tenga más capacidad económica volverá a subir», afirma Abad. Amalajer atiende de media a unas cuatrocientas personas entre adictos al juego y familiares que buscan ayuda en esta entidad que arrancó su trayectoria en 1989. Sus responsables han visto con preocupación cómo en los últimos años ha cambiado el perfil de quienes llaman a la puerta para pedir auxilio. «Ha descendido la edad de las personas que atendemos, y cada vez vienen más jóvenes solos, sin compañía, a pedirnos que les gestionemos la inclusión en los registros que les impiden la entrada en los locales de juego; pero eso solo lo hacemos si aceptan entrar a formar parte de los tratamientos que ofrecemos, y en muchos casos no quieren», comentó el presidente de la asociación. En el registro de prohibidos están inscritos más de 11.000 malagueños.

Abad valora positivamente que la Junta de Andalucía haya establecido una distancia mínima de 150 metros entre los negocios de recreativos y los centros escolares, pero comparte con el Ayuntamiento de Málaga la necesidad de poder llegar a los 500 metros. «150 metros es poco, deberían ser 500 como sucede en otras regiones», señaló. Asimismo, Amalajer confía en que se aplique cuanto antes la reducción de la publicidad en la fachada de estos locales, y demanda mayor ayuda económica de las administraciones.