Arturo Bernal: «Todas las viviendas turísticas tendrán un año para adaptarse a las nuevas exigencias»

Un decreto ley que, según Bernal, vería la luz antes de que finalice el año y que define las reglas de juego para la vivienda turística. Entonces, para obtener una licencia, se tendrían que cumplir una serie de exigencias marcadas por la Junta que persiguen elevar la calidad en este tipo de alojamiento. Entre las que ya se han deslizado, la de tener aire acondicionado, un medidor de ruidos, un detector de humos o incluir la figura del gestor como persona como responsable de la vivienda. En el caso de no cumplir con algunas de las exigencias, los propietarios de los pisos turísticos no tienen que temer a una revocación de la licencia. Tendrán un plazo de doce meses para ajustar la vivienda. «Los dueños tienen un año para adaptar la vivienda», aseguró Bernal. Preguntado por qué sistema se empleará para controlar con el cumplimiento, el consejero abogó por incrementar las inspecciones. «Tenemos una dotación en torno a 15 o 16 inspectores en Málaga. Hay que aumentar la dotación», dijo.

El futuro de las viviendas turísticas quedará más claro con el nuevo decreto ley. Al margen de las propias exigencias que marca la Junta, también otorga seguridad jurídica a los ayuntamientos que decidan limitar este tipo de viviendas si consideran que sería necesario. Hasta ahora, recordó Bernal, la mayoría de iniciativas municipales que iban en este sentido se habrían recurrido judicialmente.

En todo caso, Bernal confía en que el decreto ley sirva para que el sector de la vivienda turística se autorregule. «El decreto lo que propone es regular la calidad del alojamiento turístico, no tenemos pretensión de prohibir nada. Yo soy partidario de regular. La vivienda turística está contribuyendo a que haya un mejor negocio turístico. Además, es una actividad económica. Tenemos que ligar el anhelo de una comunidad a rentabilizar una actividad económica con el anhelo del interés general», dijo el consejero.

Con la concreción del decreto ley, los ayuntamientos obtienen una herramienta para diseñar una regulación municipal de las viviendas turísticas. En el caso de Málaga, el alcalde, Francisco de la Torre, ha deslizado en algunas ocasiones que ciertas zonas de la ciudad estarían saturadas y que habría que reflexionar muy bien sobre si se siguen dando más licencias. En todo caso, Bernal también recordó que para frenar la concesión de nuevas licencias. Este veto debe tener una justificación respaldada por el «interés general».

El consejero también se distanció de cualquier hipótesis que relaciona a los pisos turísticos con las dificultades para acceder a una vivienda. «No hay ningún estudio serio que avale esto. De hecho, la gran causante de la escasez está en la última ley de vivienda del Gobierno, que ha provocado el efecto contrario al deseado, al sobreproteger al inquilino», argumentó Bernal. En su opinión, las viviendas turísticas habrían contribuido a revitalizar zonas de las ciudades que antaño se consideraban deprimidas e inhóspitas.

Al margen del mencionado decreto ley para regular las viviendas turísticas, inminente, Bernal también aseguró que para el 2024 se prevé la entrada en vigor de una nueva ley del turismo, que sustituirá a la de 2011. Para el consejero, una ley ya «desfasada» que no responde a las necesidades de un sector que ha cambiado mucho y que ha experimentado una verdadera revolución después de la pandemia.

En este sentido, la nueva ley abordará la digitalización del turismo y la simplificación normativa. «Ahora mismo, tenemos un maremágnum de normativas. Tenemos que actualizar la ley a la realidad de hoy. Ahora tenemos una temporada alta que va de marzo a diciembre y que tenemos que gestionar de otra manera», aseguró. Enfatizó, además, la apuesta decidida por atraer a un turista de alto poder adquisitivo y por pujar en el mercado norteamericano, donde se estarían cosechando unos resultados muy buenos.

Para ello, defendió, la Junta seguirá apostando por la celebración de grandes eventos deportivos o culturales como, por ejemplo, la Copa Davis en Málaga o los Grammy Latinos, que abandonaron por primera vez en su historia a Estados Unidos, y viajaron hasta Sevilla. «Los eventos que traemos a Andalucía son rentables. Tenemos un comité de valoración de patrocinios muy escrupuloso. Si invertimos 100 euros, tienen que venir 400 euros de vuelta de manera directa», aseguró.

Bernal también dejó claro que no se cierra en redondo a la implantación de una tasa turística, pero que, por ahora, es reticente a ello. «Queremos consensuar todo. Si se produce este movimiento, que se produzca porque todos los quieren», dijo y añadió, acto seguido, que «los empresarios han dicho que no están de acuerdo».