La ampliación de la autovía del Guadalhorce, 14 años parada y sin fecha para arrancar

Las trabajadoras de la gasolinera BP que hay justo donde se acaba el actual desdoblamiento, en Casapalma, poco antes de cruzar el Río Grande, han visto de todo. Todavía está muy vivo el recuerdo del último accidente, en el que tres personas perdieron la vida en una grave colisión a la altura del cruce de Casarabonela, que la Guardia Civil sigue investigando. Apenas se menciona la situación de esta vía, que tiene un sólo carril por sentido en buena parte de su extensión a pesar del volumen de tráfico que soporta, surge el debate.

«Demasiadas pocas cosas pasan aquí», comenta uno de los presentes. Las imprudencias son habituales, pero la situación del carril único tampoco ayuda a la seguridad vial, especialmente cuando este eje es utilizado cada vez por más camiones. «Llevamos tantos años esperando al desdoblamiento que ya no nos lo creemos... Aquí hay gente que lleva más de diez años con la tierra expropiada, esperando a las obras».

La situación es sangrante y se remonta a finales de la década pasada, sin que los sucesivos gobiernos del PSOE y el último del PP le hayan dado la prioridad que merece. Ya no sólo porque la A-357 sea la que tiene una mayor siniestralidad en la provincia, sino también porque estrangula el desarrollo económico de los pueblos del entorno, que contiene potentes atractivos turísticos, como el Caminito del Rey y el Parque Nacional de la Sierra de las Nieves; además de ser uno de los principales accesos a Ronda.

La carretera mide 70 kilómetros, de los que 30 son de autovía, con una Intensidad Media Diaria (IMD) de 25.000 vehículos, medida por la DGT en el acceso al Parque Tecnológico, que es el punto donde se concentra la mayor afluencia. La población de influencia suma más de 150.000 habitantes en los municipios del Guadalhorce y de la Sierra.

El último anuncio de unas obras en este eje se remonta a diciembre de 2009. Entonces, la Junta de Andalucía informó de una inversión de casi 28 millones para la construcción del tramo Casapalma-Cerralba, tras adjudicar las obras a una Ute formada por Dragados y Otero, con un plazo de ejecución de 30 meses. Los trabajos consistían en la ejecución de cuatro kilómetros de autovía, en paralelo a la actual carretera A-357, con capacidad para atender un tráfico diario de 40.000 vehículos.

El recorrido se debía iniciar en el enlace de Casapalma, ya construido dentro del tramo anterior. Desde este punto, la autovía discurriría en paralelo al río Guadalhorce por su margen derecha, hasta llegar a la altura del enlace de Cerralba, por donde podrán acceder los habitantes de esta pedanía, pero también los de Pizarra.

Este enlace se completaría con el siguiente tramo (el último proyectado actualmente), de Cerralba a Zalea. Las obras sobre el terreno nunca empezaron, y así continúan 14 años después.

Ya entonces, el desdoblamiento se justificaba por la necesidad de mejorar la conexión del Valle del Guadalhorce con la capital y la Costa. También, como alternativa para unir Málaga con la A-92 a través de Campillos. Para su financiación se contaba con fondos del programa Feder de la UE. Desde entonces, no sólo se ha producido un fuerte crecimiento del área metropolitana en este entorno; sino que además se han creado empresas del sector agroalimentario y se han incorporado polos de atracción turística como los ya citados, que han contribuido a multiplicar el tráfico.

En lo que respecta a la seguridad vial, la A-357 es un claro punto negro en la red viaria provincial. Al margen del accidente ocurrido el 25 de diciembre a la altura del cruce de Casarabonela, con tres fallecidos y tres heridos, y cuyas causas se siguen investigando todavía, durante la presentación del balance de siniestralidad del año pasado se puso de relieve que esta carretera es la más peligrosa de Málaga.

El año pasado, la mayoría de los casos más graves ocurrieron en las vías convencionales (de un carril por sentido), esto es, 24 de los 32; mientras que sólo 8 en autovías y autopistas. En concreto, en la carretera del Guadalhorce se han producido a lo largo del año un total de tres siniestros, sólo superada por la A-7 (que es mucho más extensa), con cuatro. La A-357 es, por tanto, la carretera con mayor accidentalidad, en relación con su tamaño. De ahí, la necesidad urgente de llevar a cabo las mejoras previstas.

La jefa provincial de Tráfico, Aída Vilaret, puso de relieve que la mayoría de los accidentes suceden en vías convencionales, y el porcentaje en el caso de Málaga es bastante alto. «Por las características de la vía hay que adaptar muy bien la velocidad y tener una mayor atención, pero el hecho de que haya menos carriles por sentido hace que aumenten los accidentes mortales y también los que no lo son; los conductores deben tener precaución máxima cuando circulen por este tipo de vías».

Pedro Fernández Miguel, empresario de Carratraca, es un histórico en la lucha en pro de esta infraestructura. Fue el fundador de la Coordinadora Proautovía del Guadalhorce en 1987, que llegó a aglutinar a los vecinos de 27 municipios. «Hace 14 años, en la época socialista, se llegó a adjudicar el tramo desde Río Grande a Zalea, pero nunca se empezó», recordó. «Llegó la crisis de 2008 y se paralizo, y el nuevo gobierno del PP lo paró porque la UE pide nuevos parámetros de seguridad».

Desde entonces, los vecinos están esperando a que sigan las obras del desdoblamiento, y lo peor, a su juicio, es el saldo de vidas humanas que se han perdido por el camino. «Este es el tramo que tiene más accidentes de Andalucía, ha habido más de 40 muertos en el tramo desde Zalea hasta Ardales», denunció. De ahí que, con urgencia, reclame que se haga un carril lento provisional para mejorar la seguridad, ya que cada vez más vehículos pesados circulan por este eje.

Cuando por fin se consiga, los beneficios económicos serán muy importantes. «El Puerto Seco de Antequera está más cerca de Málaga por Campillos y Carratraca, donde ya tenemos mucho lío de camiones; y si se consigue la Expo del 27 será básico que haya un tercer carril en la autovía del Guadalhorce, que es una de las vías con mayor crecimiento de tráfico de Andalucía». Además, a futuro, Pedro Fernández reclamó que la vía rápida se prolongue al menos hasta la entrada norte de Álora, que serían apenas cinco kilómetros más de donde está previsto acabar ahora.

El empresario de origen sueco Pelle Lundborg es propietario de dos fincas en Carratraca, a donde acude a diario, y sufre en primera persona los problemas de saturación de la A-357. «Hay muchísimo tráfico y las obras llevan mucho tiempo paradas», se lamentó, y añadió: «Es una carretera peligrosa, y la gente no respeta las distancias ni las señales; hay muchos accidentes graves, todos los años hay varios muertos, esta situación es insoportable».

El empresario propuso, de entrada, mejorar la señalización y poner un radar para rebajar la velocidad general; pero a renglón seguido reclamó con urgencia el desdoblamiento de la calzada: «Mucha gente vive en los pueblos de la zona y trabaja en Málaga», aseguró. Además, Lundborg recordó que esta obra también será importante para aliviar el trayecto hasta Ronda, y para el creciente número de empresas que hay en la comarca. «Cada vez se ven más camiones».

Antonio Martín, gerente de Triángulo Activo y de la Hacienda Los Conejitos, en Álora, recalcó la importancia de esta autovía para la comarca y para el turismo de interior. «Acercaría todos los negocios de la zona a la capital y potenciaríamos las virtudes de todo el Guadalhorce», declaró. En este sentido, destacó también la necesidad de llevar a cabo este proyecto «a la mayor brevedad posible». «Es un proyecto bueno para toda la provincia».

Para los alcaldes de los pueblos de la zona, la autovía es la infraestructura donde están depositadas buena parte de sus esperanzas para hacer frente a la despoblación, en la medida en que podrían convertirse en parte del área metropolitana y una alternativa para vivir más económica, frente al saturado mercado inmobiliario en la capital y su entorno próximo.

El pueblo más beneficiado por el siguiente tramo previsto, hasta Zalea, será Pizarra. El alcalde, Félix Lozano, explicó a SUR que se trata de una infraestructura «muy importante» y que marcará el desarrollo del municipio, por el que ya se están interesando diferentes inversores y constructoras. «Estamos cerca de Málaga, de la Sierra de las Nieves y del interior. Las empresas se están interesando por esta zona y con la autovía esa demanda aumentará». A ello, se le suma la cercanía a Málaga, para convertirse en un municipio más del área metropolitana, como ya ocurre con Alhaurín de la Torre y Cártama.

Este eje también es clave para el desarrollo económico, laboral y social de los municipios. En el caso de Pizarra, se está proyectando un área de oportunidad que contempla la creación de un macro polígono industrial, cerca de Zalea. Este tendrá dos millones de metros cuadrados «que van a permitir generar muchos puestos de empleo». El alcalde mantuvo el mes pasado una reunión con Mario Muñoz-Atanet, viceconsejero de Fomento de la Junta de Andalucía, para conocer la situación del desdoblamiento de la A-357 a su paso por su municipio.

Los vecinos de Álora también ven que el tramo hasta Zalea les permitiría reducir el tiempo de trayecto hasta Málaga, como apuntó su regidor, Francisco Martínez. «Es un proyecto de gran relevancia ya que supondría un acercamiento considerable, realmente estamos a 20 minutos», aseguró, y puso de relieve que este proyecto es una reivindicación de todos los municipios del Guadalhorce y de la Sierra de las Nieves. «Se ha reclamado en muchas ocasiones y se seguirá haciendo, ya que no tenemos constancia de que se vaya a desarrollar pronto», lamentó.

Otro de los pueblos que se verían directamente beneficiados por la mejora de las comunicaciones por carretera sería Ardales, y que, aunque se encuentra más lejos de esta ampliación, la mejora de la autovía le permitiría acortar distancias con la ciudad. «Para nosotros sería lo mejor, ya que nos acercaría muchísimo a la capital, y además supondría un aliciente más para los turistas que nos visitan», puso de relieve el regidor, Juan Alberto Naranjo.

Pero sus efectos no se quedarán ahí. La ampliación de la carretera también beneficiará directamente a los pueblos de la Sierra de las Nieves, tales como Alozaina, Tolox, Casarabonela y Yunquera, puerta de entrada al Parque Nacional homónimo. A este entorno también se accede por la A-357, por lo que la mejora en los tiempos de trayecto será una oportunidad para aumentar la afluencia de visitantes.

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