La llegada de Trocadero y Grupo Tercer Acto crea un nuevo polo gastronómico en el Puerto de Málaga

Están ubicados uno frente al otro y tienen capacidades similares en cuanto al número de comensales (serán dos de los establecimientos con mayores aforos para acoger eventos de la ciudad). Pero es que incluso parecen haberse puesto de acuerdo para la fecha de apertura, ya que ambos lo harán con pocos días de diferencia a lo largo del próximo mes de julio. A la nueva oferta gastronómica y de copas se añade una fuerte generación de empleo, pues entre ambos espacios se prevé la contratación de más de 150 trabajadores.

«Nuestra ubicación y la de Trocadero van a consagrar al Puerto de Málaga como una nueva milla de oro, que moverá el epicentro gastronómico de la ciudad. Desde que se inauguró el Palmeral y el Muelle Uno no ha habido aperturas tan sonadas, esta se va a convertir pronto en una zona referente en la capital», afirma Mercedes Carrión, responsable de comunicación del grupo Tercer Acto. A su juicio, la vecindad de su nuevo restaurante dentro de la sede social del Club Mediterráneo con respecto a la Casa de Botes será muy positiva para ambos negocios, por la posibilidad de aprovechar las sinergias del flujo compartido de clientes que probarán uno y otro, así como de eventos con un perfil similar.

El restaurante se va a llamar La Pérgola del Mediterráneo (mar y brasas), y el nombre forma parte de su interés por respetar al máximo lo que ya había. «La gente del Club siempre lo ha llamado la pérgola, barajamos muchos nombres pero sabíamos que lo iban a seguir llamando así...» Y por eso lo han dejado. De hecho, la rehabilitación de la famosa cubierta semicircular que ocupa buena parte de la terraza elevada, con vistas al mar, ha sido una de las claves del proyecto a nivel urbanístico; a la que se han sumado otras estructuras para dar sombra, con un diseño rompedor.

Aunque todavía no hay una fecha exacta para abrir, la previsión es que esta se produzca en los primeros días de julio. La plantilla se moverá entre 50 y 80 personas, entre fijos y refuerzos, en función de los eventos, que son una de las claves del negocio. De hecho, Mercedes Carrión asegura que ya tienen cuatro actos multitudinarios programados en la primera quincena del mes que viene, así como varios de tipo familiar y corporativo. Para facilitar el acceso a los clientes que no sean socios, se ha abierto una nueva puerta que da directamente a la terraza del restaurante, y que mira de frente a la Casa de Botes.

Eduardo Cestino, presidente del Real Club Mediterráneo de Málaga, se muestra esperanzado en que esta etapa con el nuevo restaurador será fructífera. «Es un grupo importante de la ciudad y eso es lo que nos lleva a haber confiado en ellos, esperamos que la confianza mutua dure mucho tiempo». Al tiempo, Cestino reivindica que el espacio mantenga su identidad como parte de la histórica institución social y deportiva: «Este es el restaurante del Club Mediterráneo», zanja.

De hecho, una de las grandes bazas de La Pérgola será su gran capacidad máxima, de hasta 700 comensales en total (en eventos tipo cóctel). La terraza podrá albergar hasta 500 invitados, y otros 200 en el salón. «Hasta ahora había muy pocos espacios en Málaga con esta capacidad, y menos en un enclave tan distintivo». No en vano, la directiva de Tercer Acto pone de relieve que ya tienen muchas reservas para celebrar bodas el año que viene. «Está teniendo bastante aceptación, la gente está muy expectante».

Justo enfrente, la renovada Casa de Botes superará incluso ese aforo máximo, puesto que podrá albergar hasta mil personas, aunque repartidos en sus tres niveles. Con su configuración estándar de mesas, la previsión es dar servicio a 530 comensales a la vez. En este caso, la inauguración está prevista para el día 25 de julio (salvo que ocurra algún imponderable).

El acta de final de obra se entregará la semana que viene, y desde entonces hasta que abra al público ya sólo quedarán los remates de la decoración característica de los restaurantes de la cadena, que es una de sus principales señas de identidad. Junto a ello, habrá que completar el proceso de selección del personal, ya que se va a contratar a más de 80 trabajadores.

«Que conste en acta que estoy encantado de que Antonio Banderas, que es un personaje muy mediático y al que conoce todo el mundo, sea nuestro vecino, no podíamos haber elegido a uno mejor», concluye Dionisio Hernández-Gil, propietario del grupo Trocadero, con fuerte implantación en la Costa del Sol, y que pretende hacer de esta apertura el «buque insignia» de la empresa.

El Trocadero-Casa de Botes será en realidad la unión de dos restaurantes, en otros tantos niveles: la planta alta será para el asiático, y la baja para la carta tradicional, con una terraza exterior frontal frente al mar. A ello, se sumará la zona de tarde-noche, para copas, en la cubierta superior del edificio histórico, que se ha sometido en el último año y medio a una costosa rehabilitación integral.

Como en el caso del Club Mediterráneo, la próxima apertura del que fue su primitivo almacén de embarcaciones menores está despertando mucha expectación en la ciudad. Ambos espacios están unidos además por el hecho de que el grupo de Antonio Banderas optó al concurso convocado por la Autoridad Portuaria para quedarse con la concesión, aunque finalmente retiró la oferta. Ello dio paso a que su actual titular se quedara con ella y pudiera llevar adelante su proyecto.