Sindicatos cargan contra la posibilidad de que los buses interurbanos puedan coger viajeros en Málaga capital

La posibilidad de que los autobuses metropolitanos de Málaga puedan coger viajeros dentro de la ciudad para optimizar recursos entre aquellas rutas en las que los vehículos del Consorcio de Transporte comparten trazado con los de la EMT ha levantado una enorme polvareda entre la plantilla de la empresa municipal de autobuses. Tanto CC OO como UGT entienden que puede conducir a una pérdida de puestos de trabajo e incluso a una privatización del servicio dado que el servicio metropolitano lo prestan mercantiles en régimen de concesión.

Tal y como informó este periódico, el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Málaga que está a punto de aprobar la Junta de Andalucía plantea la opción de sacarle un mayor partido a las líneas de autobuses aunando esfuerzos mediante levantamientos de prohibición de tráfico, que es la fórmula legal para que las concesiones de transporte interurbano de ámbito metropolitano puedan realizar trayectos urbanos en aquellos municipios que ya cuentan con servicio público propio.

Sin esta herramienta, los viajeros de los autobuses metropolitanos sólo pueden usar las paradas intermedias en la ciudad para bajarse, nunca para subirse. A modo de ejemplo, un usuario no puede coger el autobús procedente de Rincón de la Victoria en la parada de la M-160 (sí apearse) de El Candado para ir al Centro, pero en cambio sí que tiene la opción de subir para salir de Málaga en dirección al municipio vecino.

En base a este planteamiento, el propio Consorcio ha hecho un estudio según el cual la combinación de ambos servicios para realizar rutas similares conllevaría la consecuente reducción del número de vehículos operativos de la EMT, lo que se traduciría en un ahorro de costes de explotación de 4,3 millones de euros cada año para la entidad dependiente del Ayuntamiento de Málaga.

Un escenario que rechazan de plano los dos sindicatos más representativos, CC OO y UGT. A través de un comunicado, ambas formaciones aseguran que esta propuesta no supondría un ahorro ni una mejora en el transporte sostenible, ya que «los servicios urbanos se vería reducidos o, por el contrario, se necesitarían más vehículos inteurbanos para cubrir la demanda». Además, añaden, «se perjudicaría al usuario del transporte interurbano» porque el aumento de paradas de subida y bajada de viajeros conllevaría un mayor tiempo de viaje.

Pero lo «más importante» a juicio de las federaciones de servicios tanto de CC OO como de UGT es «el desmantelamiento y privatización del transporte público malagueño». «Defendemos un servicio de transporte público y de calidad, que atienda las necesidades de los malagueños, donde la ciudadanía no pierda derechos y la plantilla de la EMT no se vea amenazada por recortes en los servicios», destacan.

Ante este revuelo, en el Consorcio de Transporte ya han trasladado a la EMT que el Plan Metropolitano «no plantea la posibilidad de reducir la oferta de transporte urbano» ni la eliminación de puestos de trabajo, pero sí la optimización de las líneas para mejorar y ampliar la oferta ampliando los levantamientos de tráfico.

Además, remarcan que los ingresos generados por esos viajeros que cogieran los buses interurbanos en paradas de la ciudad serían para la EMT. A modo de conclusión, exponen que la principal ventaja de esta fórmula para las líneas metropolitanas es que serían más rápidas que las urbanas por tener menos paradas. Pero, por ese mismo motivo, también tendrían el inconveniente de ser menos permeables porque sus paradas estarían a más distancia entre sí. Otra desventaja es que la tarificación sería diferente.

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