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El bus del Consorcio Málaga-Cártama pasa por Maqueda y el PTA, como la L-25 de la EMT. Ñito Salas
Dos autobuses, un mismo recorrido en Málaga y 4 millones de sobrecoste. ¿Se podría ahorrar?

Dos autobuses, un mismo recorrido en Málaga y 4 millones de sobrecoste. ¿Se podría ahorrar?

El Plan de Transporte Metropolitano de Málaga plantea que las líneas interurbanas puedan coger viajeros dentro de las ciudades para optimizar recursos entre el Consorcio y la EMT en sus trayectos comunes

Lunes, 17 de abril 2023, 00:16

La línea M-160 del Consorcio de Transporte Metropolitano que conecta Rincón de la Victoria con Málaga comparte trazado con la L-11 de la EMT (El Palo-Universidad) desde que entra en suelo de la capital por La Araña hasta el Centro. Lo mismo ocurre entre la M-110 (Torremolinos-Málaga) y los autobuses urbanos de la L-3 (Puerta Blanca-El Palo) por todo el eje de la avenida de Velázquez y Ayala. Y también tienen zonas comunes la L-25 de la EMT (Parque-Campanillas-Maqueda) con la interurbana M-131 que va desde el Centro de Málaga hasta Cártama pasando por el Parque Tecnológico y Maqueda. ¿Duplicidad de servicios?

Sí y no, porque hay una gran diferencia en cuanto a su uso. Mientras en los autobuses urbanos el viajero puede subir y bajar en cualquier marquesina, en los interurbanos sólo puede utilizar las paradas que tienen habilitadas en la ciudad para bajarse, con la únicas excepciones de las estaciones (central y Muelle de Heredia) y las situadas a las salidas de la capital. A modo de ejemplo, un viajero de la citada línea de Cártama no puede subirse al bus en la parada situada junto a la Comisaría Provincial en dirección Centro, pero sí que puede hacerlo en la de enfrente para ir a Cártama. Igualmente, un usuario no puede coger el autobús procedente de Rincón de la Victoria en la parada de la M-160 (sí apearse) de El Candado para ir al Centro, pero en cambio sí que tiene la opción de subir para salir de Málaga en dirección al municipio vecino.

Los viajeros de los autobuses metropolitanos sólo pueden usar las paradas intermedias en la ciudad para bajarse

¿Podrían optimizarse estos recursos para ahorrar costes? Ése es el camino que marca el Plan de Transporte Metropolitano del Área de Málaga que está a punto de aprobar de forma definitiva la Junta de Andalucía. Este documento, impulsado por la Consejería de Fomento, está concebido como una hoja de ruta para potenciar el transporte público con una veintena de actuaciones para mejorar las conexiones por tren, autobús y bicicleta. Y entre ellas figura la posibilidad de sacarle un mayor partido a las líneas de autobuses aunando esfuerzos. ¿Cómo? Mediante levantamientos de prohibición de tráfico, que es la fórmula legal para que las concesiones de transporte interurbano de ámbito metropolitano puedan realizar trayectos urbanos en aquellos municipios que ya cuentan con servicio público propio.

El autobús de la L-25 de la EMT, en dirección a Campanillas-Maqueda. Ñito Salas

El asunto está sobre la mesa de una forma muy embrionaria, pero en el Consorcio de Transporte Metropolitano ya han hecho algunos números para avalar la posibilidad de amortirzar recursos en la capital entre la EMT y los autobuses interurbanos si a estos últimos se les permitiera cubrir algunos de los viajes a lo largo del día. Según sus cálculos, la combinación de ambos servicios para realizar rutas similares conllevaría la consecuente reducción del número de vehículos operativos de la EMT, lo que se traduciría en un ahorro de costes de explotación de 4,3 millones de euros cada año para la entidad dependiente del Ayuntamiento de Málaga.

Desde el punto de vista medioambiental, también dejarían de emitirse 672 toneladas de dióxido de carbono (CO2). Desde el ámbito funcional, al margen de la necesaria coordinación entre ambos operadores, de partida supondría un mayor tiempo de viaje para los autobuses interurbanos en su recorrido completo hasta el municipio que le corresponda.

Para ello, sería necesario llegar a acuerdos de levantamiento de prohibición de tráfico como los ya existentes en las rutas de Álora, Rincón de la Victoria, Cártama, Casabermeja y Cerralba (Pizarra). ¿Quién se queda con la recaudación? Tal y como recoge el Plan de Transporte, estos viajes 'levantados' se abonan al operador autorizado, al precio de tarifa de la tarjeta de transporte y asumiendo el coste el propio Consorcio.

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