Profesionales sanitarios del Hospital Clínico. ÑITO SALAS

Rabia e impotencia entre los sanitarios que utilizaron las mascarillas defectuosas en Málaga

La Consejería de Salud asegura que hará la prueba del coronavirus al personal que ha usado el material en mal estado, pero no especifica cuándo

Ángel Escalera

Málaga

Miércoles, 22 de abril 2020, 01:37

«Han jugado con mi salud y con la de mi familia», aseguró ayer uno de los profesionales sanitarios de Málaga que han utilizado las mascarillas FFP2 del fabricante 'Garry Galaxy' modelo N95 que el Ministerio de Sanidad ordenó retirar la semana pasada ... por defectuosas. Este trabajador, que prefirió permanecer en el anonimato para evitar significarse, expresó la rabia y la impotencia que se han adueñado tanto de él como del resto de compañeros que han estado expuestos a un contagio del SARS-CoV-2 al utilizar un material que no les protegía contra el coronavirus.

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Las mascarillas que no cumplían con los requisitos de seguridad fueron enviadas a Andalucía por el Ministerio de Sanidad y se repartieron por distintos centros sanitarios de las ocho provincias andaluzas. En el caso de Málaga, está confirmada su utilización al menos en los hospitales Clínico (donde hay en torno a 1.500 profesionales bajo sospecha de un posible contagio) y los comarcales de Antequera (se empezaron a utilizar a finales de marzo) y Ronda (centro al que llegaron 1.526 mascarillas), según dijo a este periódico el responsable de Csif-Sanidad Málaga, Juan Pedro Ruiz. El sindicalista indicó que alguna partida de ese material defectuoso fue empleada en un quirófano del Hospital Materno, aunque ese hecho lo negó la dirección del centro hospitalario. Igualmente, algunas de las mascarillas llegaron al centro de salud de Portada Alta el día antes de que fueran retiradas, por lo que no se utilizaron, salvo por una enfermera de enlace que va a las residencias de ancianos que sí las usó.

«Nos sentimos desprotegidos por parte de la Administración. En los primeros días de la pandemia faltaban mascarillas y equipos de protección individual (EPI). Ahora que nos ha llegado material resulta que el filtro de las mascarillas no funcionaba y hemos estado en contacto con enfermos con Covid-19 creyendo que estábamos seguros y no era así», se lamentó otro profesional. «Tenemos miedo, impotencia y mucho coraje, porque nos hemos podido contagiar y, a la vez, infectar a nuestros familiares sin saberlo. Es una sensación que nos produce mucha rabia», señaló otro trabajador.

«Dábamos por seguro que las mascarillas que nos dieron eran efectivas y no lo eran. Desde que lo sé no paro de darle vueltas a la cabeza rebobinando todo lo que he hecho en los días en que las he llevado puestas. No me quedaré tranquilo hasta que me hagan la prueba y los resultados indiquen que no me he contagiado», afirmó otro profesional.

Según Csif, esas mascarillas con filtro que no cumplían con las normas de seguridad se han utilizado en distintos servicios hospitalarios, entre ellos los de urgencias, medicina interna y cuidados intensivos (UCI), que son en los que más pacientes con coronavirus hay ingresados. «Es necesario que se le haga la prueba del Covid-19 de inmediato a todo el personal que ha usado esa mascarillas», reclamó Juan Pedro Ruiz, de Csif.

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A ese respecto, el consejero de Salud y Familias, Jesús Aguirre, anunció ayer que se les hará la prueba del Covid-19 (PCR) a todo el personal de la sanidad que ha utilizado las mascarillas defectuosas, pero no concretó cuándo empezarán a realizarse, por lo que los profesionales siguen trabajando, ya que no han sido aislados, con la incertidumbre de no saber si están infectados y la intranquilidad de que podrían contagiar a otras personas en caso de haber contraído el virus por los defectos de las mascarillas, cuyo sistema de filtrado no era el correcto y, por tanto, no protegía bien. Salud está elaborando un informe para saber cuántas mascarillas se repartieron por los centros sanitarios y determinar el número de trabajadores que las usaron.

El lote defectuoso lo componían 40.020 mascarillas, de las que 29.590 se retiraron y 10.430 fueron utilizadas. Aguirre dijo que más de 500 profesionales se han puesto ya en contacto ya con los servicios de salud laboral y medicina preventiva para notificar que utilizaron las mascarillas, que llegaron a Andalucía 10 antes de que Sanidad ordenara su retirada, según el consejero.

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Por su parte, el Colegio de Médicos de Málaga (Commálaga) exigió que se hagan pruebas urgentes a los sanitarios que han utilizado las mascarillas para determinar si se han contagiado del coronavirus. Asimismo, expresó su indignación por el riesgo que han corrido los profesionales.

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